‘El Monstruo’ de Lima Norte: quién es el criminal que desafía a la Policía y gobierna desde las sombras

La cámara lo muestra relajado. Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’, está sentado junto a una piscina. A un lado, fajos de billetes. En la otra mano, una cerveza. Sonríe. “Busquen bien, policías, aprendan a buscar. El territorio peruano es grande como para irme”, dice en un tono burlón.

Las imágenes, difundidas por el dominical Día D son un golpe en la cara para la Policía Nacional del Perú (PNP). Mientras la institución lo persigue sin éxito, él exhibe su poder con descaro. La recompensa por su captura ha subido a 500 mil soles, pero sigue libre, manejando un imperio criminal desde la clandestinidad. En Lima Norte, su nombre es sinónimo de terror. Allí, comerciantes, empresarios y transportistas pagan por protección. Los que no, terminan bajo tierra.

Para muchos peruanos, ‘El Monstruo’ apareció en los titulares cuando Valeria, una niña de 12 años, desapareció en diciembre de 2023 en Comas. Los secuestradores pedían tres millones de soles por su rescate. La menor fue liberada cinco días después. Sus secuestradores la abandonaron casi a la medianoche, en un descampado, cerca del último paradero de la línea El Rápido, en Carabayllo.

Pero la historia delictiva de Erick Moreno Hernández se remonta a mucho antes. En noviembre de ese mismo año, la joven Lucero Trujillo vivió el mismo infierno. Sus captores pidieron un rescate millonario. De alguna forma, logró escapar. En ambos casos, las investigaciones apuntaron a la misma mente maestra: ‘El Monstruo’.

Los secuestros son apenas una de las fuentes de ingresos de su organización. La extorsión es el verdadero motor de su red. En Comas, San Martín de Porres y Los Olivos, su banda, ‘Los Injertos del Cono Norte’, impone cuotas a taxistas, mototaxistas y dueños de pequeños negocios. El mensaje es claro: o pagan o mueren.

Los ataques son meticulosamente calculados. En enero de 2025, sicarios de ‘El Monstruo’ ejecutaron una serie de asesinatos y atentados en distintos puntos de Lima Norte. A Jesús Alfredo Esteban Hilario (25) lo mataron frente a una escuela. Un día después, dispararon contra la fachada de la pollería Salazar para exigir 50.000 soles como “inscripción” y 5.000 soles mensuales de pago.

La violencia quedó grabada en videos que los criminales subieron a redes sociales. Cada bala es una advertencia para quien se atreva a desafiarlos.

Si bien su fama de secuestrador se hizo pública tras los casos de Valeria Vásquez y Lucero Trujillo en el 2023, las autoridades ya lo conocían por su participación en uno de los secuestros más violentos a inicios de la presente década.

En marzo de 2020, en pleno estado de emergencia, un equipo de rescate de la División de Investigación de Secuestros de la PNP irrumpió en una casa de seguridad en Ancón, donde los empresarios Erick Alejandro Trujillo Torres y Milton César Corrales Calla estaban retenidos. Sus captores exigían millones por su liberación.

Pero aquella operación no terminó con un rescate limpio. Durante el enfrentamiento, los secuestradores abrieron fuego y un disparo impactó al suboficial William Abel Ríos Cauti, quien resultó gravemente herido. Pocos días después, el agente murió en el hospital.

Las investigaciones posteriores identificaron a los responsables: la banda criminal ‘Los Federales’. Tres de sus miembros fueron capturados y sentenciados en 2022 a 35 años de prisión. Pero la mente detrás del secuestro no cayó. Los agentes descubrieron que Erick Moreno Hernández había coordinado el rapto y escapó antes del operativo.

Desde entonces, su captura se convirtió en prioridad. La muerte del suboficial Ríos Cauti fue un punto de quiebre. El crimen dejó en evidencia que los secuestradores ya no temían enfrentarse a la policía y que la violencia contra las fuerzas del orden iba en aumento. Cinco años después, ‘El Monstruo’ sigue libre, desafiando a las mismas autoridades que juraron atraparlo.

Si ‘El Monstruo’ sigue libre, no es solo por astucia. También tiene contactos. Su red llega hasta la propia Policía Nacional del Perú (PNP).

En 2024, una operación policial en Comas destapó uno de los secretos mejor guardados del crimen organizado en Lima: dos policías trabajaban directamente para Moreno Hernández. Uno de ellos era el suboficial Miguel Ángel Arancibia Sevillano, quien, a pesar de haber sido detenido en 2023 por asalto y extorsión, fue reincorporado a la institución policial en solo 20 días.

Su rol dentro de la organización era clave: filtraba información sobre operativos y protegía a los miembros de la banda. Su hermano, Yojairo Arancibia Sevillano, también expolicía, se convirtió en el brazo armado de ‘El Monstruo’. Actualmente, está prófugo, pero la PNP lo considera uno de los principales sicarios del grupo.

Durante la captura de Miguel Ángel Arancibia, la policía encontró un búnker con cámaras de vigilancia, un mini gimnasio y cinco rutas de escape. En su interior había armas, droga y licores de lujo.

En diciembre de 2024, el crimen organizado cruzó la línea cuando atacó a la orquesta Armonía 10.

Días antes, los músicos habían recibido un mensaje de WhatsApp: “Hablen y dialoguen porque si no con derramamiento de sangre será”. El remitente era ‘El Monstruo’. La banda de cumbia se negó a pagar la extorsión. La respuesta fue inmediata: una ráfaga de balas impactó el bus del grupo en el Callao.

El mensaje final fue aún más aterrador. Un audio de Moreno Hernández llegó a los teléfonos de los músicos: “Lima Norte lo estoy manejando yo. Los que antes les daban seguridad ya no están. Unos están bajo su cama, otros bajo tierra”.

Nadie estaba a salvo.

Moreno Hernández no solo extorsiona. También pelea por su territorio. En Lima Norte, su principal enemigo es Adam Smith Lucano, alias ‘El Jorobado’, líder de otra facción criminal que, desde la cárcel, busca arrebatarle el control.

En 2024, circuló un video de ‘El Monstruo’ dirgida a su rival: “Estoy en la calle, mira, para que no digas que estoy como rata escondida. ¿Por qué matas a choferes inocentes? Collique no te quiere, por haber matado a tanta gente que solo quiere salir adelante”.

El enfrentamiento no es solo entre ellos. En Lima Norte, hay una tercera fuerza en juego: delincuentes comunes que usan los nombres de los grandes capos para sembrar más terror.

El Ministerio del Interior ha puesto precio a la cabeza de ‘El Monstruo’: 500.000 soles.

Las autoridades saben que capturarlo es clave para frenar la ola de violencia en Lima Norte. Sin embargo, la tarea no es fácil. Inicialmente, la policía indicaba que Erick Moreno Hernández habría fugado del país para evitar su cacería y alternaba escondites en Bolivia y Argentina, desde donde dirigía las extorsiones y asesinatos.

Esta hipótesis, sin embargo, fue desmentida por el propio criminal. Los videos difundidos en Día D muestran a ‘El Monstruo’ en Perú, riéndose de la PNP y asegurando que aún opera dentro del territorio nacional. “Busquen bien, sinvergüenzas, ineficientes”, les dice con sorna, dejando en claro que su poder sigue intacto y que, pese a los esfuerzos de las autoridades, continúa en control de Lima Norte.

Cada día que pasa sin atraparlo, su ley sigue imponiéndose en las calles. Más de 15.000 denuncias por crímenes en Lima Norte solo en 2024 son prueba de ello. Pero la realidad es aún más grave: tres de cada diez víctimas no denuncian por miedo a represalias.

Mientras la PNP lo busca, ‘El Monstruo’ sigue en la clandestinidad, enviando mensajes de poder. Es el rey del crimen en Lima Norte. Y hasta ahora, nadie ha logrado destronarlo.