Un informe de la Red de Medios Regionales del Perú difundió que en el año 2024 se registraron 17.737 denuncias por desapariciones, según datos oficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP). La mitad de este grupo de personas no ha sido hallados
Se registran 9.286 personas que fueron localizadas, pero 8.451 siguen sin ser encontradas, en su mayoría adolescentes y mujeres. Delitos como la trata de personas están detrás de muchos de estos casos, señala el reporte periodístico.
De acuerdo con el Sistema Informático de Registro de Denuncias Policiales (Sidpol), las adolescentes de entre 12 y 17 años son el grupo más afectado por las desapariciones. En 2024, se reportaron 10.278 denuncias de mujeres desaparecidas, de las cuales 825 ocurrieron solo en diciembre.
La Defensoría del Pueblo ha señalado un preocupante aumento en los casos de feminicidio y desapariciones de mujeres en los últimos años, lo que refleja una crisis de seguridad que afecta de manera desproporcionada a este grupo.
Las regiones más afectadas
El problema de las desapariciones no se distribuye de manera uniforme en el país. Según los datos de la PNP, Lima encabeza la lista con 6.615 denuncias en 2024, seguida por regiones como Cusco, Arequipa, Junín, Lambayeque, Piura, La Libertad, Puno, Ica, Ayacucho y Loreto. Estas cifras reflejan una realidad alarmante que afecta tanto a zonas urbanas como rurales, con patrones específicos en cada región.
En Cusco, por ejemplo, se reportaron 651 desapariciones en 2024, siendo los adolescentes de 12 a 17 años el grupo más afectado, con 336 casos. Entre los desaparecidos se encuentra Erlis Velazque Vicencio, un joven de 19 años cuyo paradero sigue siendo desconocido desde noviembre de ese año. En esta región, de las 1.144 denuncias presentadas, solo 650 personas fueron localizadas, dejando a 420 aún desaparecidas.
En Arequipa, las denuncias alcanzaron las 989, con los adolescentes y jóvenes como los grupos más vulnerables. Un caso destacado es el de Yuri Flores Mendoza, una adolescente de 16 años que desapareció en noviembre mientras se dirigía a su colegio. De las personas desaparecidas en esta región, 475 no han sido encontradas.
Historias de dolor y violencia
En Junín, se registraron 934 denuncias de desapariciones en 2024. Un caso que conmocionó a la región fue el de Luis Oswaldo Poma Campos, un joven de 28 años que desapareció tras ser visto en una discoteca en Huancayo. Su cuerpo fue hallado una semana después en el río Mantaro, con signos evidentes de violencia. Este caso ilustra la brutalidad que puede estar detrás de algunas desapariciones.
En Lambayeque, las desapariciones también afectan principalmente a adolescentes. Entre los 854 casos reportados, destaca el de Saray del Rosario López Suclupe, una joven de 15 años que desapareció en enero mientras visitaba a un familiar. A pesar de los esfuerzos de su familia, su paradero sigue siendo un misterio
La violencia y el crimen organizado como telón de fondo
En regiones como La Libertad, el problema de las desapariciones se entrelaza con la violencia derivada de la minería ilegal y el crimen organizado. En 2024, se reportaron 740 desapariciones en esta región, y el hallazgo de una fosa común con 12 cadáveres en Pataz ha generado temor entre la población. Según el general José Zavala, jefe de la III Macro Región Policial, los cuerpos podrían haberse acumulado durante tres años, y no se descarta la existencia de más fosas en la zona.
En Piura, las desapariciones están vinculadas a delitos como la trata de personas y la explotación laboral en actividades ilegales. En 2024, se registraron 691 denuncias, siendo los adolescentes y jóvenes los más afectados. La comunidad ha respondido con marchas y actividades de concientización, pero el problema persiste.
Un problema nacional con raíces profundas
En Puno, se denunciaron 644 desapariciones en 2024, con un promedio de 20 casos por día. La región enfrenta múltiples problemas, como la pobreza y la violencia, que agravan la situación. En Loreto, donde el narcotráfico y el tráfico de especies son problemas graves, se reportaron 389 desapariciones, de las cuales solo 141 personas fueron localizadas.
En Ica, una región con altos índices de criminalidad, se registraron 395 denuncias de desapariciones, mientras que en Ayacucho se reportaron 330 casos. En ambas regiones, los adolescentes son el grupo más afectado, lo que subraya la vulnerabilidad de este sector de la población.