El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, cuestionó este lunes que el Papa Francisco “haya demorado tanto” en disolver el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) frente a las denuncias de abusos, pero reiteró su defensa al exarzobispo Juan Luis Cipriani, primer cardenal del Opus Dei actualmente denunciado por pederastia.
En una entrevista con la periodista Milagros Leiva, el burgomaestre señaló que, a diferencia de la acusación contra Cipriani, en el caso del SVC y su fundador, Luis Fernando Figari, existían decenas de víctimas y “un montón de pruebas”.
“(Es) asqueroso. El señor Figari estaba acusado por 50 personas. Más bien me sorprende que haya demorado tanto (en disolverlo)”, comentó López Aliaga, al referirse a la reciente decisión del Papa de suprimir “todo lo que fundó” Figari, incluida la organización Movimiento de Vida Cristiana, la Asociación de María Inmaculada, la Fraternidad Mariana de la Reconciliación y las Siervas del Plan de Dios, todos pertenecientes a la denominada familia sodálite.
El alcalde también expresó que, en el caso de Cipriani, debería existir “un proceso formal” para abordar la denuncia, que data de 1983 y fue revelada por primera vez en el diario El País. “Lo conozco desde hace mucho tiempo. Hay un ente anónimo que lo denuncia, pero no hay un debido proceso. Esto es derecho canónico, que no conozco, pero digo que un ser humano no puede ser denunciado por un anónimo, darle sanciones cautelares, previas, y crear sentencia”, afirmó.
Asimismo, cuestionó la falta de transparencia en el proceso y la ausencia de documentación oficial por parte de la Santa Sede. “Un anónimo denuncia y va a Roma, pero no he leído ni un documento del Vaticano oficial”, señaló.
López Aliaga destacó que Cipriani ha defendido su inocencia en dos cartas y subrayó que volvería a entregarle la Medalla Orden al Mérito en el grado de Gran Cruz, la cual le fue otorgada el pasado 7 de enero por su “incansable labor pastoral, académica y eclesiástica”.
“Su palabra para mí es clave. ¿Cómo puedes juzgar a un ser humano sin escucharlo? Esa es la parte que me quedó extrañado. El debido proceso y la presunción de inocencia son cosas de derecho civil y canónico. Me parece muy raro todo”, indicó.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, ha confirmado que Cipriani enfrenta un precepto penal con ciertas medidas disciplinarias en relación con su actividad pública, su lugar de residencia y el uso de insignias. También precisó que, en ocasiones, se le concedieron permisos puntuales debido a su edad y situación familiar, pero enfatizó que “en la actualidad dicho precepto sigue vigente”.
El exarzobispo, por su parte, precisó que en el artículo de El País se recogen acusaciones presentadas a la Santa Sede en 2018, pero indicó que no conoce el expediente. “A continuación, sin haber sido escuchado, sin haber sabido más y sin que se abriera un proceso, el 18 de diciembre de 2019 el Nuncio Apostólico me comunicó verbalmente que la Congregación para la Doctrina de la Fe me había impuesto una serie de penas, limitando mi ministerio sacerdotal y pidiendo que tuviera una residencia estable fuera de Perú”, relató.
Además, agregó que, en ese momento, se le pidió guardar silencio, lo cual ha cumplido hasta la fecha, y refirió que en 2020 tuvo una audiencia con el pontífice, quien le permitió reanudar sus tareas pastorales.
El vicario regional del Opus Dei en Perú, Ángel Gómez-Hortigüela, ofreció disculpas al denunciante y consideró que “podría haberle ofrecido una acogida personal, humana y espiritual, que sí me consta que recibió de otras personas” de la Orden.
Fin del Sodalicio
El sacerdote español Jordi Bertomeu, comisario designado por el Papa Francisco para disolver el SVC, anunció públicamente el pasado domingo que el pontífice ha decidido suprimir todas las organizaciones fundadas por Figari.
Durante una homilía, relató que, tras una misión encomendada por el Vaticano, Francisco llegó a la conclusión de que el SVC no poseía un carisma genuino desde su origen, por lo que le encargó la “delicada” tarea de purificar la institución “para encaminarla hacia algo mejor”.
Bertomeu comunicó además que los “sacerdotes, laicos y religiosas” que formaron parte del Sodalicio se incorporarán al clero diocesano.