El proceso que llevó al Vaticano una de las “varias denuncias” por pederastia contra Juan Luis Cipriani, primer cardenal del Opus Dei y arzobispo de Lima durante dos décadas, fue “complejo y estuvo marcado por la desesperación” del denunciante, dijo este lunes la periodista Paola Ugaz, coautora de 'Mitad monjes, mitad soldados'.
En diálogo con Infobae Perú, explicó que la víctima temía que Cipriani pudiera llegar a ser Papa, lo que motivó, en 2018, su decisión de hacer llegar su caso directamente al Papa Francisco. “Buscó ayuda en Pedro Salinas (coautor de ‘Mitad monjes, mitad soldados’) y en Rosa María Palacios (...) Solo dijo: ‘quiero que mi denuncia llegue directamente al Papa y que mi identidad se mantenga en reserva’”, señaló.
Ugaz agregó que, por coincidencia, en ese momento se encontraba en Lima el chileno Juan Carlos Cruz, sobreviviente de los abusos perpetrados por sacerdote Fernando Karadima, quien desempeñó un papel fundamental en la acusación ante la Santa Sede.
“A través de Pedro llegó a Juan Carlos, que es bastante cercano al Papa, y él finalmente pudo llevarle la carta del denunciante”, relató al precisar que, a partir de esta intervención, el pontífice nombró una comisión investigadora que permitió confirmar la acusación del ‘sobreviviente de 1983′.
“Lo que no tenemos claro, habiendo visto tanto tiempo este caso sobre Cipriani, es cuándo llegaron las otras denuncias contra él. Porque ya cuando llega este caso, ellos (el Vaticano) ya tenían material para hacer el precepto penal”, afirmó.
El testimonio de este denunciante, ahora de 58 años, fue revelado por primera vez en el diario El País, donde relató que el abuso ocurrió en 1983, durante una confesión, cuando aún era menor de edad. Rosa María Palacios, a través de su cuenta en X (antes Twitter), ha indicado que jamás fue autorizada a divulgar los detalles del caso.
“Por eso no la publiqué. Lo que sí puedo decir es que el relato es consistente, los detalles fáciles de verificar y los testigos existen, aunque algunos ya han muerto”, comentó. Destacó, además, que las víctimas de estos abusos suelen reprimir los traumas durante décadas.
“Cuando (él) vio la película de Karadima, entendió lo que había pasado. Pero ya era el 2018. Todo estaba prescrito para la ley peruana. Un proceso canónico podría no proteger su intimidad y la única opción que quedaba era informar para que el Papa tomara acciones, cosa que hizo”, explicó.
Palacios también recordó que el denunciante solo pidió “la absoluta reserva”, sin intereses de dinero ni escándalos, sino simplemente que el Papa conociera la verdad. “Poner al centro a la víctima es lo que nos pide la Iglesia. Se puede escuchar, orientar y ayudar a que sea escuchado, pero solo ella toma las decisiones del proceso”, añadió.
Futuro de Cipriani
Para Ugaz, la reaparición de Cipriani en Perú en enero pasado, para ser condecorado por el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, “significa un aumento del miedo de las personas que lo han denunciado” y un claro desacato al precepto penal que le fue impuesto, el cual incluye medidas disciplinarias relacionadas con su actividad pública, su lugar de residencia y el uso de insignias.
“Es increíble que hasta ahora el cardenal emérito siga desafiando al Papa. Él sigue negando todo y atacándolo. Creo que está muy bien que el cardenal Carlos Castillo (arzobispo de Lima) y la Conferencia Episcopal Peruana hayan salido en respaldo al Papa, viendo que Cipriani está desobedeciendo abiertamente al Santo Padre”, afirmó.
Ugaz consideró que la foto junto al exarzobispo tiene preocupado a López Aliaga, quien eventualmente podría postular a la presidencia en 2026. “Es una mochilaza. Es una persona antidemocrática, ataca a periodistas, y no ha podido desmentir nada del precepto penal. El Vaticano ha confirmado las denuncias y el caso, y el vicario del Opus Dei ha pedido perdón”, subrayó.
“Siento que desafiar al Papa tan abiertamente puede traerle, o no, un aumento del castigo que ya tiene. Es muy preocupante que un obispo y cardenal emérito lo enfrente abiertamente y sienta que no le pasa nada. Pero sí puede pasar”, concluyó.