Desde el mismo corazón de la Amazonía peruana, una marca de helados ha logrado capturar la esencia de la selva y enamorar a buena parte del país.
Se trata de Shambo, nacida en Iquitos en 1963, surgió de la mente visionaria de Don Eliseo Reátegui, quien aprovechó las bondades nutritivas de las frutas locales para crear un producto artesanal que, con el paso de los años, se ha convertido en el favorito tanto de los habitantes de la región como de turistas.
Con un enfoque en la calidad y el respeto por los ingredientes autóctonos, Shambo ha traspasado fronteras y continúa siendo un ícono del sabor amazónico.
Una tradición artesanal
La historia de Shambo comienza en Iquitos, una ciudad selvática que, a pesar de estar alejada de la capital, ha logrado posicionarse en el mercado nacional gracias a su rica biodiversidad.
Fue en 1963 cuando Don Eliseo Reátegui, un hombre con una profunda conexión con la selva, decidió emprender un proyecto basado en las frutas amazónicas. Conociendo sus beneficios nutricionales y el potencial que tenían, optó por crear helados que representaran los sabores y olores de la región.
Su primer paso fue construir una maquinaria artesanal que le permitiera crear helados de sabores exóticos, en su mayoría basados en frutas tropicales de la zona. Así nacieron helados de aguaje, camu camu, ungurahui y coco, que rápidamente se ganaron el corazón de los lugareños.
El hecho de usar estos ingredientes no solo proporcionaba una calidad excepcional, sino que también brindaba una ventaja competitiva en un mercado dominado por sabores más tradicionales.
Expansión y nuevas realidades
A lo largo de los años, Shambo fue ganando terreno. La marca no solo se consolidó en Iquitos, sino que también comenzó a expandirse a otras ciudades como Lima, Tarapoto y Pucallpa, llevando consigo un pedazo de la Amazonía a los consumidores de la costa y las grandes urbes. Esta expansión fue posible gracias a la calidad del producto y la identidad de la marca, que siempre se mantuvo fiel a sus raíces amazónicas.
En 2001, tras la muerte de Eliseo Reátegui, la marca pasó a ser gestionada por sus hijos. Fue Arturo Reátegui quien, con visión empresarial, decidió seguir innovando. En lugar de quedarse con la tradición, creó nuevas líneas de productos y amplió la presencia de la marca en el mercado internacional.
Gracias a su esfuerzo, los helados Shambo llegaron a eventos como Mistura, la feria gastronómica más importante de América Latina, y comenzaron a exportarse a lugares como Miami.
Un helado con identidad amazónica
Lo que distingue a Shambo de otros helados del mercado no es solo su sabor, sino su profundo vínculo con la Amazonía. A lo largo de los años, la marca ha mantenido su compromiso con las comunidades locales y ha trabajado de la mano con ellas para garantizar que las frutas utilizadas provengan de áreas protegidas como la reserva Pacaya-Samiria.
Estas frutas no solo son de alta calidad, sino que representan una forma de preservar las tradiciones agrícolas de la región.
El aguaje, considerado el rey de las frutas amazónicas, es una de las estrellas de la marca. Esta fruta, conocida por su alto contenido de vitamina C, es utilizada en una variedad de productos de la línea Shambo.
Otros sabores como el camu camu, el ungurahui y el azaí también se destacan por sus propiedades antioxidantes y su sabor único. La receta de los helados se mantiene sin aditivos ni preservantes, lo que garantiza un producto natural y auténtico.
La revolución del helado amazónico en el mercado
Además de la expansión dentro de Perú, Shambo ha logrado posicionarse en el mercado internacional. La feria Mistura fue un punto de inflexión en su crecimiento, permitiéndole presentar sus productos a un público diverso. La participación en eventos gastronómicos y la creciente demanda de productos exóticos y saludables han sido clave para la marca.
Por otro lado, otras heladerías también se han sumado a la tendencia de incorporar frutas de la selva peruana en sus productos. Al igual que Shambo, estos nuevos lugares ofrecen una variedad de sabores amazónicos, como el umarí, el shica shica y el jagua, lo que demuestra que los helados de frutas selváticas tienen un futuro prometedor en el mercado peruano.
A pesar de la competencia, Shambo sigue siendo la marca líder en este segmento, logrando una presencia significativa en la ciudad de Lima y en otras regiones, gracias a su calidad, autenticidad y enfoque en la biodiversidad amazónica.
Sin duda, su historia es un testimonio del potencial de las pequeñas empresas que aprovechan las riquezas naturales de su entorno para crear productos que resuenan con los gustos del consumidor moderno.