La decisión del gobierno ecuatoriano de cerrar temporalmente sus fronteras con Perú y Colombia entre el 8 y el 10 de febrero viene generando preocupación en diversos sectores económicos. La medida, anunciada por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, responde a una estrategia de seguridad en respuesta a la detección de grupos armados en el país. Sin embargo, el impacto comercial y turístico de esta acción genera incertidumbre entre empresarios y ciudadanos que dependen del intercambio entre ambas naciones.
La Cancillería del Perú confirmó la decisión a través de un comunicado oficial, en el que informó que la notificación de Ecuador fue verbal y sin mayores detalles previos. “Esta medida de seguridad unilateral tendrá un impacto respecto al libre tránsito de personas y al desarrollo del comercio y el turismo en la zona de integración fronteriza entre ambos países”, señaló el documento.
Exportaciones y logística en riesgo
El exministro de Comercio Exterior y Turismo del Perú, Edgar Vásquez, explicó en declaraciones a Exitosa que esta medida afecta directamente el comercio binacional. “El Perú exporta alrededor de 3 millones de dólares diarios hacia Ecuador e importa aproximadamente 4.5 millones de dólares. En total, hablamos de un flujo de 7.5 millones de dólares por día, lo que significa que en estos tres días de cierre podrían verse afectados 25 millones de dólares”, detalló.
Entre los productos que el Perú envía al mercado ecuatoriano destacan alimentos balanceados para la industria langostinera, harina de pescado, alambres de cobre, galletas y medicamentos. Por otro lado, las importaciones desde Ecuador están dominadas en un 70% por aceite crudo de petróleo, que en su mayoría se transporta por barcazas y no se vería afectado por la restricción terrestre.
Ante la medida adoptada, el economista recomendó a los exportadores ajustar sus cronogramas de envío para evitar que los camiones queden varados en la frontera. “Es importante que los productores y transportistas tomen precauciones para evitar retrasos innecesarios en la entrega de mercancías. Se debe considerar que la reapertura de la frontera está programada para la medianoche del martes 11″, indicó.
Turismo y negocios afectados
El cierre fronterizo también tiene repercusiones en el sector turístico. Ecuador es el tercer emisor de turistas hacia el Perú, y una parte significativa de los visitantes ingresa a través de la frontera norte. Vásquez explicó que “el 7% de los turistas que llegan al Perú lo hacen por esa vía. En promedio, 800 ciudadanos ecuatorianos cruzan diariamente hacia territorio peruano para disfrutar de playas, gastronomía y realizar compras”.
En un fin de semana regular, alrededor de 2.400 visitantes ecuatorianos ingresan al país, generando ingresos para hoteles, restaurantes y comercios en la zona norte. La restricción temporal afectará a pequeños y medianos empresarios que dependen de este flujo constante de clientes.
El trasfondo de esta decisión, según el mandatario ecuatoriano, está relacionado con la lucha contra el crimen organizado y la seguridad en la región. Noboa anunció la militarización de los puertos y el refuerzo de la vigilancia en las fronteras norte y sur.
Además, el exministro de Comercio Exterior y Turismo recordó que el narcotráfico y la minería ilegal han convertido la frontera en un área de alta complejidad. “El Perú es un productor importante de hoja de coca y enfrenta problemas en sus puertos y pasos fronterizos. La modernización de los sistemas de inspección es clave para evitar el tráfico de insumos ilícitos, que en muchos casos terminan en mercados de Europa y Estados Unidos”, afirmó.
La migración irregular también es un factor que complica la situación en los últimos años. “Las fronteras han sido vulneradas por grupos que ingresan y salen con armas e insumos ilegales. A la vez, el comercio en la zona fronteriza es muy dinámico, y miles de familias dependen de esta actividad. Cualquier restricción tiene un impacto inmediato en su economía”, agregó Vásquez.
Una “coordinación entre gobiernos”
El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú señaló que mantiene contacto con su par ecuatoriano para conocer los alcances de la medida y evaluar su impacto. En su comunicado, el gobierno peruano expresó su disposición a trabajar en conjunto con Ecuador en materia de seguridad y lucha contra el crimen organizado.
Sin embargo, la falta de comunicación previa generó críticas en el sector empresarial y político. La ausencia de una coordinación bilateral impidió que se tomaran previsiones con antelación, lo que dejó a muchos transportistas y comerciantes en una situación de incertidumbre.