El ‘Monstruo del Grindr’: el hombre que usaba apps de citas para seducir, dopar y robar en distritos exclusivos de Lima

Las cámaras de seguridad, testimonios y pruebas físicas destapan el rastro de un criminal que usó el encanto como su mejor arma

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Se hacía pasar por un
Se hacía pasar por un hombre confiable, seleccionando a víctimas de alto perfil en aplicaciones de citas. (Composición: Infobae / capturas de pantalla)

Las citas en línea han transformado la manera en que las personas interactúan, brindando la posibilidad de conocer a otros con solo deslizar el dedo en una pantalla. Sin embargo, en algunas ocasiones, lo que parece ser una simple conexión digital puede convertirse en un peligro real. En la ciudad de Lima, un individuo utilizó aplicaciones de citas para drogar y desvalijar a sus víctimas, generando temor entre quienes frecuentan estas plataformas.

Según Panorama, el caso de Raúl Cipriano Quispe Calla, apodado por los investigadores como el “Monstruo del Grindr”, viene causando conmoción. Su modo de operar no solo le permitió acceder a las viviendas de sus víctimas, sino también manipularlas hasta dejarlas inconscientes con el uso de sedantes. Declaraciones de afectados, registros de seguridad y testimonios de testigos revelan un patrón meticuloso y frío que dejó a múltiples personas en estado de vulnerabilidad.

La estrategia de captación

Varias aplicaciones de citas (Shutterstock)
Varias aplicaciones de citas (Shutterstock)
“Tomo el primer sorbo y de repente, al segundo sorbo ya no me acuerdo”, relata una de las víctimas, quien despertó horas después con la certeza de haber sido drogado y robado. Otro testimonio apunta a una situación similar: “Estábamos sentados conversando. Como te digo, libando el alcohol este. Y hubo un punto en el que la verdad pierdo la conciencia. No sé en qué momento pasó”.

Las investigaciones revelaron que el supuesto “Monstruo del Grindr” se presentaba como un hombre confiable, con una apariencia que generaba seguridad en sus víctimas. “Por lo que si tú lo escuchabas era una persona súper amena, bastante amable. Puedes confiar en esas personas”, explica uno de los afectados, quien coincidió con el perfil que el delincuente solía buscar: hombres exitosos, solventes y discretos.

Los registros de seguridad han permitido reconstruir el rastro delictivo de este individuo. Fue visto en diferentes hospedajes y departamentos ubicados en distritos exclusivos de Lima como Miraflores, San Borja, San Isidro y Surco. “Su perímetro para delinquir estaba enmarcado en los distritos más pudientes de la capital”, señaló un oficial vinculado al caso.

El 26 de enero, el hombre fue detenido en la cuadra uno de la calle Torre Villamonte, en Miraflores. Ese mismo día había ejecutado dos nuevos ataques. En su poder se encontraron dispositivos electrónicos de alta gama, tarjetas de crédito y pertenencias de distintas víctimas. “Era el típico muchacho que iba en busca de un café, con la diferencia de las dosis de químicos que cargaba”, indicaron las autoridades.

Pastillas y documentos como evidencia

Drogaba a sus objetivos con
Drogaba a sus objetivos con clonazepam disuelto en bebidas para despojarlos de dinero, tarjetas y dispositivos electrónicos. (Captura de pantalla)

En los allanamientos realizados se hallaron diversos elementos clave para la investigación. “Las pastillas que usaba para poder doparlos, conocidas como clonazepam. Hemos encontrado billeteras, tarjetas de crédito de sus víctimas, DNI de víctimas pasadas”, detalló un investigador del caso.

Uno de los videos obtenidos muestra a al sujeto ingresando a un hospedaje en Pueblo Libre junto a una de sus víctimas. Horas después, se le observa saliendo solo, llevando en una bolsa las pertenencias sustraídas. En otro registro, un afectado tambaleante intenta recuperar sus documentos sin comprender del todo lo ocurrido.

Los testimonios recabados indican que el delincuente no actuaba solo. “Estoy completamente convencido que él no trabaja solo. Que tiene detrás de él una organización criminal”, declaró una de sus víctimas. Según las investigaciones, este no solo utilizaba una identidad falsa, sino que cambiaba de nombre con frecuencia. “El Monstruo del Grindr tenía otras dos identidades. Se hacía llamar Jean Carlos Damián y en otras ocasiones, Álvaro Acevedo Barrios”.

El 12 de enero, un vecino de San Borja reportó el robo de una suma superior a los 100 mil soles tras haber sido dopado por el criminal. “Concretamos el poder vernos, entrevistarnos y luego de ello lo hago ingresar a mi propiedad. Empezamos a conversar. Él me insiste para poder tomar unas bebidas. Yo le digo que no, que yo lo que quería tomar era agua”, relata una víctima. Sin embargo, el agresor insistió y logró que bebiera. “Yo solamente tomé un sorbo y quizás la mitad de otro sorbo y de repente al segundo sorbo ya no me acuerdo”, agregó.

Detención y evidencias en su contra

El patrón delictivo de Quispe Calla quedó documentado en videos y transacciones financieras. “Se le aprecia haciendo la cola para pagar las latas que llevará y en las que pondrá el sedante para desvalijar a su víctima”, señala el informe policial. Las transferencias bancarias de algunas de sus víctimas permitieron rastrear el dinero robado.

Las autoridades continúan recopilando testimonios y buscando más víctimas que puedan reconocerlo. “Cipriano iba impune por la vida, seduciendo para dopar y robar. Sus botines eran cada vez más grandes y su fila de víctimas cada vez más larga”, concluyeron fuentes de investigación. Mientras tanto, la policía no descarta que existan otros involucrados en esta red criminal.

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