A finales de los años 90 y principios de los 2000, Marina Park se consolidó como uno de los destinos más visitados de Lima. Su ubicación estratégica, en el corazón del distrito de San Miguel, lo convirtió en un lugar perfecto para el entretenimiento y las compras. Este centro comercial, inaugurado en 1998, logró competir directamente con Plaza San Miguel, uno de los malls más grandes y populares de la ciudad hasta en la actualidad.
Marina Park no solo destacaba por su tamaño y variedad comercial, sino por sus múltiples opciones de diversión. Familias enteras acudían a sus instalaciones para disfrutar de sus juegos mecánicos, boliches, salas de cine y un amplio patio de comidas. Las tiendas de moda y tecnología atraían a una gran cantidad de consumidores, mientras que sus eventos y actividades temáticas hicieron que el lugar se convirtiera en un punto de encuentro predilecto para jóvenes y adultos por igual. Su éxito en la primera década de su existencia hizo que se ganara una importante cuota de mercado y fuera considerado uno de los centros comerciales más innovadores del Perú.
La competencia creciente y el comienzo del declive
Sin embargo, con el paso de los años, la competencia en el sector comercial se intensificó, y el panorama cambió drásticamente. La llegada de nuevos centros comerciales como MegaPlaza y Jockey Plaza empezó a restar visitantes a Marina Park, que se vio afectado por la saturación de opciones de entretenimiento y compras. Además, la expansión de Plaza San Miguel, con su amplia oferta de servicios y comercios, contribuyó a que muchas tiendas dejaran de apostar por el centro comercial de San Miguel.
Entre 2008 y 2010, las tiendas comenzaron a cerrar, y algunos espacios quedaron vacíos, lo que marcó el principio del declive del que sería un referente. Los problemas de mantenimiento también hicieron mella en la infraestructura del lugar. Los pasillos, antes llenos de vida, empezaron a tornar cada vez más desolados. La falta de recursos para renovar las instalaciones y la creciente inseguridad en la zona provocaron que más comercios decidieran abandonar el lugar, lo que lo llevó a convertirse en un centro comercial de aspecto deteriorado. La ciudad de San Miguel, que alguna vez vio en Marina Park una joya comercial, comenzó a ver cómo este icónico centro comercial caía en el olvido.
El abandono y los rumores
A medida que el centro comercial se vaciaba de tiendas, el lugar fue siendo invadido por personas de mal vivir. El abandono de Marina Park no solo provocó el deterioro de sus estructuras físicas, sino también una fuerte degradación social en el área. Espacios que antes eran transitados por miles de personas, se convirtieron en sitios de vandalismo y delincuencia. Los grafitis cubrían las paredes, mientras que la basura se acumulaba en los rincones. La falta de intervención de las autoridades locales agravó la situación.
Este abandono fue acompañado de una serie de rumores, algunos hasta de carácter paranormal, que decían que el lugar estaba maldito. Historias sobre presuntas muertes y sucesos extraños circulaban entre los pocos que se atrevían a visitar lo que antes fue un emblema del entretenimiento limeño.
En este contexto, las noticias sobre su desaparición se convirtieron en un tema común de conversación entre los vecinos, mientras que el abandono del Marina Park seguía siendo un recordatorio de la decadencia de un espacio que una vez fue sinónimo de modernidad y diversión.
De ruinas a futuro: El renacer de Marina Park como una ciudad moderna
En los últimos años, Marina Park ha comenzado a vislumbrar un futuro diferente. El terreno que antes albergó uno de los centros comerciales más populares de Lima está siendo considerado para un nuevo desarrollo urbano de gran escala. El espacio que alguna vez fue testigo de la expansión comercial y el entretenimiento, ahora será transformado en un complejo residencial y de oficinas que promete redefinir la vida urbana de San Miguel.
El nuevo proyecto, conocido como Marina City Center, tiene como objetivo transformar el área en una ciudad moderna, con un enfoque en la comodidad y calidad de vida. Se planea construir tres torres residenciales, una torre de oficinas y un hotel, todo ello acompañado de una serie de amenidades exclusivas para los residentes. Cine, coworking, gimnasios, salas para niños y restaurantes de alta gama son solo algunas de las propuestas que traerá consigo este innovador complejo. Además, se incluirán tiendas retail y supermercados para garantizar que las necesidades diarias de los residentes estén cubiertas sin tener que salir del complejo.
Con este nuevo proyecto, se espera que San Miguel se convierta en un distrito más moderno y dinámico, con espacios de trabajo y vivienda que integran todas las necesidades de las familias limeñas del siglo XXI.