¿Realmente estamos aprovechando la IA para mejorar la educación en el Perú?

Creo firmemente que las universidades deben replantear las creencias escépticas sobre el rol de la IA en la educación

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education, colegio, escuela, secundaria, primaria, desarrollo del cerebro, psicopedagogía, maneras de adquirir información, adaptación y evolución, reforma educacional, clase, estudiantes - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En cuanto a transformación digital, el Perú pocas veces he visto una oportunidad tan crucial como la que enfrentan hoy las universidades peruanas con la integración de la inteligencia artificial (IA). Si bien hay avance, aún estamos muy atrás en la vanguardia, y nos falta integrar sosteniblemente bastantes herramientas que facilitarán la formación de profesionales competitivos y preparados.

Cuando yo entré a la universidad en 2003, recién se consolidaba el internet, y muchos intentaban combatir contra él mandando trabajos con fuentes exclusivas de la biblioteca y penalizando su uso. Poco a poco, el sector vio que el sol no se puede tapar con un dedo y lo mejor era integrarlo mediante cursos que enseñaban a distinguir la calidad de las fuentes y elaborar citas bibliográficas correctamente. La IA está atravesando exactamente este proceso.

Hoy, 7 de cada 10 peruanos utiliza IA en su vida cotidiana, según un estudio de Impronta Research, y a nivel global, la inversión en esta tecnología para el sector educativo alcanzará los 404 millones de dólares este año, según HolonIQ. Sin embargo, la brecha en el Perú es evidente, pero esta tarea no solo depende exclusivamente del sector educativo.

Creo firmemente que las universidades deben replantear las creencias escépticas sobre el rol de la IA en la educación. No se trata de reemplazar a los docentes, sino de personalizar la enseñanza, identificar áreas de mejora en tiempo real y liberar a los profesores de tareas repetitivas para que se dediquen a cultivar habilidades blandas, un valor agregado para el mercado laboral.

Un diferencial que debería tener protagonismo es la preparación para que los estudiantes afronten los retos éticos que trae consigo esta tecnología. La privacidad de datos y el impacto social que tiene la IA debe ser pieza fundamental en los programas educativos para que los profesionales puedan tomar decisiones responsables y mesuradas frente a su implementación.

¿Cuál es el problema a nivel nacional? Muchas universidades no cuentan con los recursos necesarios para implementar estas soluciones de manera equitativa. Es urgente invertir en tecnología, capacitar a los docentes y garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a herramientas avanzadas. Esto, lamentablemente, aún no está democratizado porque muchos programas educativos no lo ven como prioridad.

Esto debido a que, dentro del sector, por lo general, no se fomenta una mentalidad de aprendizaje continuo. La velocidad con la que evoluciona la tecnología exige que tanto estudiantes como docentes se mantengan actualizados constantemente y muchas veces nos quedamos en la corriente.

Por último, la colaboración es fundamental. Ninguna universidad puede enfrentar este reto sola. Es indispensable trabajar en conjunto con el sector privado y el gobierno para facilitar el acceso a recursos, capacitación y experiencias que garanticen una implementación ética y efectiva de la IA. Aún no hemos dado un paso grande en ese aspecto, cuando en el país tenemos mucho talento para ser un jugador importante en el desarrollo de tecnología. La integración de esta herramienta en la educación es un primer punto de partida.

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