
La quinua peruana, un producto ancestral y cargado de propiedades nutritivas, logró posicionarse en mercados clave de Estados Unidos gracias a la perseverancia y visión de Cecille Cordero, una broker peruana que enfrentó adversidades y rompió barreras en el mundo de los negocios agroexportadores. Desde su llegada a territorio estadounidense hace más de veinte años, Cordero construyó su camino con esfuerzo y creatividad, superando desafíos personales y profesionales.
En declaraciones recogidas por Andina, Cordero rememoró los difíciles inicios de su vida como migrante en Estados Unidos: “Llegué a los Estados Unidos hace más de dos décadas. Fueron momentos difíciles”, comentó. La situación se complicó con un incidente laboral que marcó un antes y un después en su trayectoria. “Tuve un jefe norteamericano que pensó que lo estaba saboteando y un día me dijo algo que me impulsó a decir ‘hasta aquí nomás’ y buscar nuevas formas de obtener ingresos”, explicó, mostrando su capacidad de resiliencia y decisión ante la adversidad.
Esos años también estuvieron marcados por intentos iniciales de negocio que no dieron frutos. Según declaró, comenzó comercializando chompas peruanas, pimientos y frejoles, pero sin lograr el impacto esperado. Todo cambió cuando un consejo de un familiar la orientó hacia un mercado con gran potencial: la quinua. Así, Cordero se aventuró a trabajar en un nicho que años después ganaría protagonismo global.

Un largo camino hacia el éxito
La perseverancia de Cordero fue la clave de su éxito en un mercado tan competitivo y dominado por grandes empresas agroindustriales. Los primeros tiempos fueron duros: “Antes de poder cobrar mi primera ganancia en este negocio, tuvo que pasar más de un año y medio, casi dos”. Sin embargo, su actitud positiva y disposición natural para conectar con socios comerciales marcaron la diferencia en cada reunión. “Siempre con alegría rompía el hielo con mucha frescura. Así me fui ganando... el respeto de estos grandes compradores”, dijo a la misma fuente.
El esfuerzo finalmente dio sus frutos cuando recibió sus primeras ganancias como broker de quinua. “Nunca olvidaré cuando cobré esos primeros 200 dólares de ganancia”, expresó emocionada, reconociendo el invaluable apoyo de su madre durante los momentos más difíciles. Su trabajo constante la ha convertido en un referente en este sector: “Hoy ya no tengo ni que dar mi apellido cuando llamo a estas grandes empresas”, afirmó, destacando el reconocimiento que se ha ganado en el ámbito de la exportación.

Impacto en el mercado estadounidense de alimentos
Actualmente, la empresa de Cordero, From Perú, trabaja con los mayores distribuidores de quinua en Estados Unidos, abasteciendo mercados en estados clave como Nueva York, Oregón y California, donde la quinua peruana es altamente valorada. En declaraciones al medio, resaltó la presencia del grano en instituciones educativas: “En la Universidad de Oregón, la quinua peruana forma parte del menú de los estudiantes”. Para Cordero, esto refleja el impacto positivo de promover un alimento tan nutritivo como la quinua en nuevas generaciones y en mercados extranjeros.
Aunque su historia está centrada en la exportación de quinua, Cordero también destacó la importancia del trabajo ético y sostenible en la cadena productiva del grano. Con base en lo que indicó a Andina, René Avendaño, uno de los principales proveedores de quinua en Perú, ha liderado iniciativas para beneficiar a los agricultores locales. “Él llegó a Lima y en su primer puesto dormía sobre sus sacos de quinua”, mencionó, reconociendo su esfuerzo y compromiso con las comunidades rurales. Además, señaló que una de las empresas compradoras en Estados Unidos pagará un valor adicional por tonelada de quinua para financiar cocinas saludables destinadas a los agricultores peruanos y sus familias. “Es una bendición impactar positivamente en quienes trabajan la tierra”, expresó conmovida.
Inspiración para otras mujeres
La historia de Cecille Cordero también se ha convertido en una fuente de motivación para muchas mujeres que enfrentan retos similares, especialmente aquellas que buscan comenzar de cero. Consultada por la agencia de noticias sobre su mensaje a otras mujeres, Cordero afirmó: “Que sean creativas siempre. Y que no se asusten ni se cansen. Cuando pasas el miedo, acuérdate, ya nada te puede suceder”. Esta afirmación resume el espíritu con el que enfrentó grandes desafíos y logró transformar su vida y la de muchas personas vinculadas al mundo agrícola en Perú.

En la actualidad, Cordero sigue mirando hacia el futuro con nuevos proyectos alineados con los productos peruanos. Su intención de “afinar una nueva apuesta con nuestros insumos peruanos” destaca su compromiso constante con el desarrollo y la promoción de la riqueza alimentaria de su país.
Cecille Cordero, con su energía imparable y enfoque en el crecimiento colectivo, se ha consolidado como una figura clave no solo en el mercado de exportación de alimentos, sino también en el empoderamiento femenino e inspiración para otros.