El futuro de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) en el Perú está en juego. De acuerdo a un reciente análisis de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP, estas zonas, que abarcan 29 millones de hectáreas y representan un pilar esencial para la biodiversidad y el bienestar de las comunidades locales, enfrentan amenazas crecientes debido a actividades ilegales como la minería, la deforestación y la contaminación. Además, iniciativas legislativas que buscan reducir su protección agravan la situación.
De acuerdo con el reporte, el presupuesto asignado a la función ambiental en 2024 constituye apenas el 1,8% del presupuesto nacional, lo que refleja una preocupante falta de prioridad en la agenda pública para la conservación de estos ecosistemas.
Esta cifra pone en evidencia la necesidad urgente de fortalecer las medidas de protección y gestión de las ANP, que no solo son esenciales para la biodiversidad, sino también para la adaptación al cambio climático.
Impacto de las ANP en las comunidades y el medio ambiente
A nivel global, el panorama no es más alentador. Según el análisis, cerca del 25% de las especies de animales y plantas están en peligro de extinción, y un millón de especies podrían desaparecer si no se toman medidas inmediatas. En este contexto, el Perú tiene el desafío de cumplir con el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, que establece como meta proteger al menos el 30% de las zonas terrestres y marinas del planeta para 2030.
Las ANP no solo son refugios para la biodiversidad, sino que también desempeñan un papel crucial en la vida de las comunidades locales. Estas áreas son fuentes vitales de agua, alimentos y salud, además de actuar como motores económicos en regiones aisladas del país. Sin embargo, su debilitamiento podría tener consecuencias devastadoras tanto para el medio ambiente como para las personas que dependen de estos recursos.
El informe destaca que estas zonas protegidas son fundamentales para mitigar los efectos del cambio climático, ya que contribuyen a la regulación del clima y la conservación de los recursos hídricos. Sin embargo, la falta de recursos financieros y la presión de actividades ilegales están poniendo en riesgo su capacidad para cumplir con estas funciones esenciales.
Iniciativas académicas para enfrentar los desafíos ambientales
En respuesta a esta crisis, la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) ha lanzado la iniciativa “Comunidad de Aprendizaje en Naturaleza y Política”. Según detalló la institución, este proyecto busca reunir a expertos, líderes comunitarios, académicos y profesionales en un espacio colaborativo para desarrollar soluciones innovadoras y sostenibles frente a los problemas ambientales del país.
Entre las actividades que se llevarán a cabo en esta comunidad se incluyen espacios de diálogo, talleres presenciales, charlas magistrales y mentorías para formar líderes en sostenibilidad. El objetivo es fortalecer las capacidades de los participantes y promover iniciativas que combinen la sostenibilidad ambiental con la viabilidad económica y política.
Flavio Ausejo y Cristina Miranda, profesores de la Escuela de Gobierno de la PUCP, explicaron que esta comunidad tiene como meta principal fortalecer la gobernanza ambiental mediante la creación de redes estratégicas que integren a actores del sector público, privado, académico y de la sociedad civil.
Además, debe precisarse que el destino de las Áreas Naturales Protegidas en el Perú depende de la capacidad del país para priorizar su conservación en la agenda pública y asignar los recursos necesarios para su gestión.
“El impacto más significativo será el legado que esta comunidad dejará en los ámbitos social, ambiental e institucional, colaborando por un Perú más sostenible, comprometido con la protección de la naturaleza y capaz de enfrentar los desafíos ambientales con soluciones efectivas y duraderas”, destacó Ausejo.