Descubren nueva pirámide en Chupacigarro, junto a un geoglifo que destaca por su posible uso astronómico en la cultura Caral

El sitio arqueológico, ubicado en Barranca, Lima, revela la planificación urbana y las conexiones de los antiguos habitantes del Valle de Supe

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Investigadores de la Zona Arqueológica Caral identificaron un edificio piramidal en Chupacigarro, cubierto por huarangos secos y maleza. El hallazgo aporta nuevas evidencias sobre la organización y arquitectura de esta civilización prehispánica.

A poco más de un kilómetro de la Ciudad Sagrada de Caral, en el Valle de Supe, un hallazgo arqueológico revela nuevas evidencias sobre la organización y arquitectura de una de las civilizaciones más antiguas de América. El equipo de la Zona Arqueológica Caral, dirigido por la doctora Ruth Shady, ha identificado un nuevo edificio piramidal en el asentamiento de Chupacigarro. La estructura, oculta por árboles de huarango secos y maleza, se suma a las construcciones monumentales que conforman este centro urbano, contemporáneo de Caral.

Las excavaciones permitieron retirar la vegetación que cubría los restos arquitectónicos y expusieron los muros de piedra que forman, al menos, tres plataformas superpuestas. Entre los elementos identificados, destacan grandes piedras dispuestas de manera vertical, conocidas como “huancas”, que marcan las esquinas del edificio y la escalera central que conducía a su cima. Este descubrimiento se enmarca dentro de un esfuerzo continuo por ampliar el conocimiento sobre la traza urbana de Chupacigarro y su relación con la Ciudad Sagrada de Caral.

Exploración en Chupacigarro

Importancia del sitio arqueológico, ubicado
Importancia del sitio arqueológico, ubicado en una quebrada y vinculado a Caral, con al menos 12 estructuras públicas o ceremoniales. (Difusión)

Ubicado en una quebrada, Chupacigarro forma parte de un sistema de asentamientos que compartieron una tradición arquitectónica y urbana en el Valle de Supe. El conjunto incluye 12 estructuras de carácter público o ceremonial, emplazadas en colinas alrededor de un espacio central. Sus edificaciones varían en tamaño, orientación y características formales, lo que sugiere distintos usos y funciones.

En la periferia del asentamiento, se encontraron evidencias de arquitectura residencial. El Edificio Principal, el más destacado de la zona, cuenta con una plaza circular hundida, elemento característico del período. La presencia de múltiples fases de construcción en los edificios propone un proceso de desarrollo prolongado, en el que se emplearon diferentes técnicas y materiales.

El equipo arqueológico señaló que Chupacigarro ocupaba un punto estratégico en la relación entre las poblaciones de la parte baja del valle y las comunidades costeras de Huaura. Este vínculo permitía el acceso a recursos marinos, bosques ribereños, canteras de piedra y fuentes de agua, lo que garantizaba su sostenibilidad.

Un geoglifo en el paisaje

Estrategia de ocupación de Chupacigarro,
Estrategia de ocupación de Chupacigarro, clave en el acceso a recursos marinos, bosques ribereños y fuentes de agua. (Difusión)

Uno de los elementos más representativos de Chupacigarro es un geoglifo trazado con piedras angulares, que representa una cabeza de perfil con el ojo cerrado y la boca abierta. La imagen, que mide aproximadamente 62 metros de largo por 30 metros de ancho, solo es visible desde una posición específica en la antigua ciudad. Este diseño es comparado con los relieves de Cerro Sechín, en la región de Áncash, donde se registaron representaciones similares.

Los arqueólogos Rocío Aramburú y Marcos Machacuay, integrantes del equipo de investigación, plantearon la posibilidad de que el geoglifo tuviera un propósito astronómico. Sin embargo, aún no se han encontrado materiales en la zona que permitan determinar su uso con certeza. La relación entre Chupacigarro y otras manifestaciones gráficas prehispánicas continúa siendo materia de estudio.

Caral y su importancia en la historia

Caral y su rol en
Caral y su rol en la historia del Perú, con esfuerzos para mejorar su accesibilidad y fortalecer su atractivo turístico. (Difusión)

La Ciudad Sagrada de Caral, reconocida como Patrimonio Mundial en 2009, es el asentamiento urbano más antiguo de América. Su planificación, distribución y arquitectura reflejan un sistema sociopolítico complejo, con edificaciones monumentales organizadas en torno a espacios públicos. En palabras del ministro de Comercio Exterior y Turismo, Juan Carlos Mathews, “tenemos un compromiso con la historia del Perú, con su cultura, con sus ciudadanos y ciudadanas, con los gobiernos regionales y locales, para seguir trabajando en fortalecer el crecimiento del turismo y con ello el desarrollo económico del país”.

El sitio es objeto de diversas iniciativas para mejorar su accesibilidad y promover su valor cultural. Las autoridades anunciaron la implementación de nuevos elementos informativos y servicios dirigidos a visitantes con discapacidad y adultos mayores. Con ello, Caral reafirma su relevancia como destino turístico e histórico, permitiendo que más personas accedan a su legado.

El descubrimiento del edificio piramidal en Chupacigarro amplía la comprensión sobre el desarrollo de la civilización Caral y sus centros urbanos asociados. La investigación en la zona continúa, con la expectativa de revelar más detalles sobre la organización social y religiosa de estas antiguas poblaciones.

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