Streamer peruano denuncia extorsiones de la banda del ‘Monstruo’: “Chibolo, en Lima todos pagan cupo”

La criminalidad organizada puso su mira en el joven dedicado a hacer transmisiones en vivo por YouTube y Facebook, y ahora él teme por su vida

Guardar
Streamer peruano denuncia extorsión en Lima

Un streamer peruano, que posee miles de seguidores, denunció que viene siendo blanco de una serie de amenazas y extorsiones por parte de una organización criminal que le exige el pago de 8 mil soles para darle ‘seguridad’ y permitirle seguir trabajando.

Según su testimonio, los delincuentes, que se identifican como miembros de la banda del Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’, le advirtieron que en Lima “todos pagan cupo” y que cualquier intento de acudir a las autoridades podría traerle consecuencias.

El joven, quien realiza entrevistas a empresarios mientras recorre distintas regiones del país, reveló que desde hace un mes ha recibido constantes llamadas y mensajes intimidatorios.

En los últimos meses, agentes
En los últimos meses, agentes de la Policía Nacional en actividad y en retiro han sido vinculados a hechos extorsivos. (Andina)

“Me contactan desde teléfonos públicos, exigiéndome que entregue el dinero porque, según ellos, les pertenece. Dicen que controlan la ciudad y que nadie trabaja sin pagarles. No soy el único en esta situación; otro colega también está siendo amenazado”, declaró en una entrevista con América Noticias.

Mensajes de amenaza

Las amenazas no se limitan a llamadas telefónicas. El streamer recibe textos en los que los extorsionadores detallan sus exigencias y advierten sobre las consecuencias de desobedecer sus órdenes.

En uno de los mensajes, los delincuentes le recriminan por no haber cumplido con el pago: “Voy a ser rápido contigo. Te llamé ayer y quedamos en encontrarnos para que dejes la plata en un lugar específico. No cumpliste. Mira, chibolo, acá en Lima todos pagan cupo y todos cumplen, de negocio pequeño a grande, y no vayas a ir a la prensa y la policía, te irá peor”.

Dos de los delitos que
Dos de los delitos que vienen ganando más terreno en Perú durante este 2023 son la extorsión y el sicariato, de acuerdo a cifras oficiales y policiales. (Andina)

En otro texto, los criminales reiteran su exigencia de ocho mil soles y aseguran que tienen vigilado al joven: “Aquí pagas lo que nos pertenece y pagas tranquilo. Queremos ocho mil soles para dejarte trabajar. Ten cuidado, si avisas a la policía o a la prensa te irá peor. Te tenemos vigilado, sabemos dónde vives”.

El afectado mencionó que, tras escuchar las voces en las llamadas telefónicas, identfició tanto acentos peruanos como extranjeros, lo que sugiere que la organización podría estar integrada por individuos de diversas nacionalidades.

Extorsión en aumento

El caso de este streamer refleja una problemática cada vez más extendida en el Perú. De acuerdo con un informe del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), publicado en enero de 2025, el 20% de los ciudadanos ha sido víctima de extorsión en el último año o conoce a alguien que ha pasado por esta situación. Las personas más afectadas pertenecen a los grupos de 18 a 24 años y 25 a 39 años, con una incidencia del 24% y 22%, respectivamente.

Las bandas dedicadas a este delito han diversificado sus métodos, utilizando llamadas telefónicas, cobros ilegales bajo la figura de “cuotas” y ataques directos contra quienes se niegan a pagar. Transportistas, comerciantes y pequeños emprendedores son los principales objetivos de estos grupos criminales, que buscan obtener dinero mediante amenazas y violencia.

Extorsiones en Perú se incrementaron.
Extorsiones en Perú se incrementaron. (Foto referencial/ Andina)

Percepción de inseguridad

El informe del IEP también evidencia un fuerte incremento en la sensación de inseguridad entre los peruanos. En Lima Metropolitana, el 80% de los encuestados considera que la delincuencia ha empeorado en el último año, mientras que solo un 3% cree que la situación ha mejorado. A nivel nacional, la percepción es similar, con un 78% de ciudadanos que cree que la criminalidad está en aumento.

Durante los últimos tres años, el 35% de la población ha sido víctima de algún delito, siendo Lima la ciudad con el mayor número de casos reportados. Los más afectados son hombres jóvenes con empleo activo, quienes están expuestos a robos, asaltos y extorsiones en su vida cotidiana.

Lima Norte, de las más golpeadas

En la capital, la extorsión se concentra especialmente en distritos de Lima Norte, donde la presencia de organizaciones criminales genera un ambiente de temor. Comerciantes, transportistas y residentes han denunciado constantes amenazas para obligarlos a pagar “derecho de trabajo” a las bandas organizadas.

A pesar de la gravedad del problema, muchas víctimas evitan acudir a las autoridades por temor a represalias o por falta de confianza en la efectividad de las fuerzas del orden. Esto ha permitido que los grupos criminales operen con impunidad y continúen expandiendo su control sobre distintos sectores económicos.

Agentes de la Policía Nacional
Agentes de la Policía Nacional del Perú acordonan una zona en el distrito de Ate, donde se acribilló de varios disparos a un comerciante que presuntamente se negó a ceder a sus extorsionadores. (El Popular)

Falta de respuesta

El aumento de la extorsión y otros delitos ha puesto en evidencia la falta de medidas eficaces para combatir la criminalidad en el país. Las estrategias implementadas hasta el momento no han logrado frenar el avance de estas bandas, lo que ha llevado a que la población se sienta cada vez más vulnerable.

En este contexto, las víctimas de extorsión pueden recurrir a los siguientes canales de ayuda:

  • Línea 111: Servicio gratuito y confidencial para denuncias de extorsión.
  • Línea 105: Contacto directo con la Policía Nacional del Perú.

La criminalidad sigue siendo una de las principales preocupaciones en el país, con cifras que reflejan un incremento constante en la actividad delictiva. Mientras tanto, las víctimas, como el streamer que denunció su caso, buscan visibilizar el problema con la esperanza de que las autoridades tomen acciones concretas.

Guardar