En un avance sin precedentes para las investigaciones en astrobiología en América Latina, Perú y Colombia unieron esfuerzos el pasado domingo 26 de enero para enviar café y semillas de uvas pisqueras a la estratósfera. Este experimento científico implicó el uso de un globo de helio lanzado desde el desierto de Yauca del Rosario, en la región peruana de Ica, según informó Andina. Este lanzamiento forma parte del proyecto Estratósfera, desarrollado por la Asociación Peruana de Astrobiología (ASPAST) en colaboración con la Universidad de Lima.
Asimismo, se destacó que esta misión representa el despegue hacia la internacionalización de las investigaciones lideradas por el Perú en este ámbito. “Esta misión es muy importante porque representa el inicio de la internacionalización del proyecto Estratósfera”, declaró el doctor Octavio Chon Torres, presidente de ASPAST. Este esfuerzo también contó con la participación de Melissa Gutiérrez del Instituto de Astrobiología de Colombia (IAC), quien destacó el significado histórico de enviar por primera vez café colombiano a 30 kilómetros de altitud.
De los Andes colombianos al desierto peruano
El lanzamiento número 17 de ASPAST no fue una operación ordinaria. Los granos de café colombiano provienen de la región de El Quindío, una de las zonas cafetaleras más emblemáticas de Colombia, y fueron seleccionados por su característica artesanal y orgánica, como señaló Gutiérrez durante su entrevista con el medio. “Es un café artesanal, de finca y que respeta al caficultor. Queremos explorar qué tanto cambia el café, su sabor, por ejemplo, luego de estar a -49 grados Celsius (-56,2 grados Fahrenheit) bajo las extremas condiciones de la estratósfera”, afirmó la investigadora.
Por otro lado, las semillas de uvas pisqueras, esenciales para la elaboración de pisco, fueron entregadas por la destilería La Caravedo, ubicada en Ica. Estas muestras representan una nueva etapa en un proceso de experimentación continua liderado por ASPAST en los últimos diez años, previo a este lanzamiento, otras pruebas involucraron productos emblemáticos como botellas de pisco y platos de ceviche.
Una misión de precisión científica
El lanzamiento, realizado a la 1:00 pm, estuvo meticulosamente planificado. Andina explicó que el inicio de la travesía exigía un equipo estructurado, incluyendo una plataforma de fibra de carbono equipada con cámaras GoPro de 360° adaptadas a temperaturas extremas (-60 a 50 grados Celsius / -76 a 122 grados Fahrenheit), sensores y seguimiento. GPS. Durante la misión, las muestras permanecieron expuestas dos horas en la estratósfera antes de regresar a la Tierra con la ayuda de un paracaídas.
Julio César Tineo Pérez, biólogo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y miembro de ASPAST, en conversación con el medio, resaltó que, aunque el globo alcanza los 30 km de altitud, el descenso no está exento de obstáculos. “Luego el globo explota, se abre un paracaídas y termina descendiendo de unos pocos, pero debido a la señal interrumpida del GPS, generalmente no tenemos certeza de la ubicación hasta que llegamos al lugar”, señaló. En esta ocasión, la muestra aterrizó en el desierto cerca de la playa de Carhuaz, y tras dos horas de búsqueda, el equipo recuperó la plataforma intacta.
Ciencia para el desarrollo regional
Un aspecto fascinante que subrayó el doctor Chon Torres es el potencial de estas investigaciones no solo para representar un avance local, sino para abrir puertas en toda la región. “Esta vez nos acompaña la pasante Melissa Gutiérrez con la finalidad de que esta experiencia se replique en Colombia y en otros países de la región como Paraguay”, dijo, enfatizando el interés por democratizar el conocimiento científico y fomentar una escuela de jóvenes investigadores interesados en astrobiología.
El objetivo sigue siendo ambicioso: comprender cómo los materiales biológicos y productos representativos de la región responden a las condiciones extremas de la estratósfera, un entorno considerado como un análogo marciano. Según precisa Gutiérrez, su intención es aprender del modelo peruano y replicar este tipo de lanzamientos en Colombia. “Queremos llevar a cabo un proyecto cabo este en Colombia. La idea es aprender todo lo que podamos del proceso”, expresó.
Resultados prometedores y aprendizajes
Si bien esta misión específica fue calificada como exitosa, ASPAST acumula años de experiencias de “ensayo y error”, según relató Julio César Tineo Pérez. En experimentos anteriores, lograron identificar organismos capaces de sobrevivir a temperaturas extremas y alta radiación, como los tardígrados, aunque otros, como los líquenes, no lo resistieron.
Se espera que las semillas de uvas pisqueras, que serán analizadas en laboratorios, arrojen nuevos datos, tal como ocurrió anteriormente con experimentos realizados con tres variedades de quinua, de las cuales solo una mantuvo una buena tasa de germinación. Esto no solo abre nuevas oportunidades en el ámbito científico, sino también en el desarrollo agrícola.
Próximos pasos en el horizonte
Los responsables de ASPAST ya planean un futuro próximo repleto de retos y oportunidades. Andina subraya que el equipo busca consolidar la posición del Perú como líder en astrobiología, mientras capacitan a más jóvenes universitarios. “Estamos felices de contribuir. Hacer escuela y compartir la ciencia es nuestro granito de arena”, concluyó Chon Torres en su declaración al medio.
La misión conjunta entre Perú y Colombia refuerza la colaboración científica regional y subraya el papel de América Latina en innovaciones tecnológicas y científicas globales.