“El Papa Francisco puso cara de asco cuando hablamos de la Conferencia Episcopal Peruana y de Cipriani”: José Escardó, primer denunciante del Sodalicio

En una entrevista con Infobae Perú, el sobreviviente del Sodalicio habló sobre la inacción de la justicia peruana y el impacto de este escándalo, que, en su opinión, supera en complejidad y magnitud al caso de Karadima en Chile

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José Enrique Escardó resaltó que es importante llevar a los acusados a la justicia civil

El periodista José Enrique Escardó, primer denunciante de los abusos cometidos por el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), está agotado y con los efectos del jet lag, pero atiende a Infobae Perú este lunes muy temprano, tras haber ofrecido otras dos entrevistas. Acaba de regresar de aterrizar en Lima después de una gira por Europa, que incluyó su participación en una sesión del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra y una audiencia con el Papa Francisco.

Durante esos días maratónicos, ocurrió lo impensable contra la organización a la que ha enfrentado: por primera vez, el mayor escándalo de abusos en la Iglesia Católica peruana se filtró en instancias internacionales y los representantes de la ONU cuestionaron directamente al Gobierno sobre el camino hacia la reparación y la justicia para los sobrevivientes.

En ese viaje, además, Escardó confirmó que el SVC había sido disuelto por el pontífice y presenció la denuncia por pederastia contra Juan Luis Cipriani, el primer cardenal del Opus Dei y arzobispo de Lima durante dos décadas, cuyo caso él conocía desde al menos dos años atrás.

José Enrique Escardó llevó el
José Enrique Escardó llevó el caso Sodalicio ante la ONU.

“Considero que lo que ha hecho el Papa no es un acto de justicia en sí, sino un acto de reivindicación hacia las víctimas”, afirma en esta conversación en la que repasa la inacción de la justicia peruana, su encuentro con Francisco y el panorama que se avecina.

¿Qué puede suceder ahora con la situación del Sodalicio?

La justicia proviene de las instancias judiciales, la justicia civil y penal. Las acciones realizadas por la Iglesia no están enmarcadas en el sistema legal o de justicia del Perú. Sin embargo, lo que he estado diciendo últimamente es que tenemos una serie de insumos que ya han sido proporcionados al Estado peruano para que actúe, según corresponda. Uno de esos insumos puede ser ahora las investigaciones hechas por el Vaticano y las sentencias emitidas en el fuero canónico. Estoy tratando de que se conecte lo que está haciendo el Vaticano con la justicia civil y penal peruana.

La Fiscalía peruana desatendió las primeras denuncias contra el SVC en su momento, ¿no?

Sí, nuestra denuncia lleva ocho años dando vueltas. Sale, entra, la archivan, la desarchivan, quitan o agregan un delito. Básicamente, porque hay operadores del Sodalicio dentro del Ministerio Público. Y eso se demostró en la Operación Valkiria, donde se conoció que un operador del Sodalicio, muy amigo de Patricia Benavides, exfiscal de la Nación, estaba bloqueando esta investigación al Sodalicio y estaba propiciando cualquier denuncia que pudiera llegar contra periodistas, investigadores y denunciantes. Por eso considero que este caso es el más vergonzoso de la historia judicial del Perú.

El Sodalicio de Vida Cristiana
El Sodalicio de Vida Cristiana ha sido disuelto por el Papa Francisco - crédito composición Infobae Perú

Fuiste el primero en anunciar la disolución del Sodalicio, ¿cómo te enteraste?

Yo tenía confirmada una audiencia con el Papa desde diciembre. Pero no sabíamos que se iba a disolver. Iba a hablar con él precisamente sobre la necesidad de que se hiciera. Cuando supe de la decisión, empecé a buscar la información y me mandaron confirmaciones de sodálites (que estaban) dentro de la asamblea general en Aparecida (Brasil), y un pequeño texto que se habían pasado de manera informal sobre algunas ideas de cómo se debía actuar frente a esto. El Sodalicio dice que dos personas filtraron la noticia, probablemente sean las dos personas por las cuales recibí la información, y los botaron de la asamblea. Luego, viajé a Ginebra y Roma, y le pregunté directamente al Papa. Me dijo que sí, que había que esperar el decreto, que era algo que se estaba trabajando.

Se hace mucha referencia a este decreto, incluso la Iglesia peruana ha dicho que ese documento definirá lo que pasará con la organización. ¿Sabes que podría contener?

No sé, no tengo idea. Como se filtró la noticia, se adelantó todo. Lo único que se sabía era que el Papa ya había tomado la decisión, pero como toda decisión, se debía sustentar. La idea era mantener en reserva la decisión del Papa. Ahora lo que está pasando es la elaboración del decreto, el comisario Jordi Bertomeu (sacerdote español) va a tener que trabajar en una estrategia previa análisis de la situación, que es muy compleja. Todo eso va a tomar meses. Disolver o suprimir el Sodalicio no es como ir y cerrar la puerta con un candado, va a tomar meses.

El papa Franciso debe emitir
El papa Franciso debe emitir un decreto para oficializar la disolución del Sodalicio de Vida Cristiana. (Foto: Euronews)

Durante tu viaje, El País publicó la denuncia de abuso sexual contra Juan Luis Cipriani. Hace poco dijiste que él era el arzobispo que el Sodalicio necesitaba...

Claro, él ha encubierto (casos de abusos), incluso tiene denuncias por encubrimiento. Hace un par de años ya decía que Cipriani estaba sancionado en el Vaticano por temas de violencia sexual. Para mí no es nuevo. Cuando salió el artículo de El País, él sacó su carta y el Vaticano inmediatamente le cerró la boca porque las sanciones siguen vigentes. Eso es real. Y es gravísimo que el alcalde de Lima y otras personas salgan en su defensa.

Es un testimonio revelador que ve la luz por primera vez...

Esto pasa al día siguiente de mi audiencia con el Papa. Yo hablé con él sobre los obispos peruanos, sobre Cipriani... La actitud del Papa conmigo fue de silencio. Me escuchaba. Tuvo mucho cuidado en mostrar con su rostro y postura, sus reacciones, su respuesta a lo que yo le estaba diciendo. Estaba respondiendo con sus gestos. Cuando hablamos sobre la Conferencia Episcopal Peruana y Cipriani y la nueva elección del nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, él puso una cara como de asco. Su cara fue de notoria molestia y de asco. Después me dijo un par de cosas. Me dijo que siga adelante, que muchas gracias por lo que estaba haciendo. Y otra frase fue: ‘Lo que tú le pidas a Jordi Bertomeu, yo lo voy a firmar’. Eso fue muy potente. Es la frase en la que me he quedado de toda la audiencia.

¿A qué puedes atribuir esa cara de asco del Papa?

Yo le expliqué y él sabe, porque es noticia hace tiempo, que (monseñor Carlos García) Camader es uno de los obispos peruanos involucrados en los negocios turbios del Sodalicio con los cementerios. Él es responsable de que los cementerios del Sodalicio en Lurín hayan operado durante muchos años aprovechándose del concordato.

Justo Camader ha dicho sobre el caso Sodalicio que hicieron “lo humanamente posible, pero no todo lo posible”...

Bueno, qué pueden decir. Como le dije al Papa, si lo que pasó en Chile con (Fernando) Karadima (sacedorte y depredador sexual) motivó que los obispos de ese país se les pida la renuncia, en Perú está pasando mucho peor. Debería pasar eso como mínimo, si no es más.

Juan Luis Cipriani fue acusado
Juan Luis Cipriani fue acusado de haber cometido abuso sexual de un menor en 1983. EWTN News

¿Lo del Sodalicio es un escándalo mayor que lo de Karadima?

Definitivamente. Karadima era una sola persona que estaba en una sola parroquia y punto. Claro que estaba rodeado de otras personas influyentes económicamente, pero a nivel de complejidad del caso, de la cantidad de personas involucradas, de abusadores y de víctimas, y del significado para la Iglesia Católica y la infiltración en la Iglesia Católica y la sociedad peruana, el caso Sodalicio es mucho más fuerte.

El caso Sodalicio debe ser la oportunidad y la excusa para que la Iglesia cambie, debe seguir un camino claro, una reforma de arrepentimiento y de acciones concretas. El hecho de que yo haya estado con el Papa no significa que sea aliado. (...) No espero justicia del Vaticano, porque no le corresponde. No espero la justicia civil penal, porque sé como se mueven los hilos. Pero siempre he esperado y recibido la justicia de la gente, que estos días ha tenido mensajes muy alentadores hacia mí.

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