Durante los meses de verano, el clima cálido y las actividades al aire libre pueden aumentar la exposición de los ojos a diversos factores ambientales que favorecen la aparición de infecciones oculares.
Las altas temperaturas, la exposición al sol, el viento, el polvo y el uso frecuente de piscinas son algunos de los factores que contribuyen a la irritación ocular y el desarrollo de condiciones que afectan la salud ocular.
En Perú, las infecciones oculares más comunes incluyen la conjuntivitis aguda, el síndrome de ojo seco y la blefaritis. Estas afecciones no solo afectan la comodidad de las personas, sino que, si no se tratan adecuadamente, pueden derivar en problemas de salud más graves.
Las 3 infecciones oculares más frecuentes en verano

- Conjuntivitis aguda
La conjuntivitis aguda se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva, que es la membrana delgada que recubre la parte frontal del ojo y el interior de los párpados. La conjuntivitis puede ser causada por virus, bacterias, alergias o irritantes como productos químicos o polvo. En el contexto de las altas temperaturas veraniegas y la exposición a ambientes polvorientos o con mucha contaminación, las personas son más propensas a sufrir de conjuntivitis viral o bacteriana.
Los síntomas incluyen enrojecimiento ocular, secreción, picazón, lagrimeo excesivo y sensación de arenilla en los ojos.
Para prevenir la conjuntivitis aguda, es importante seguir algunas medidas de higiene básicas:
- Lávate las manos frecuentemente: esto ayuda a evitar la transmisión de bacterias y virus que pueden causar conjuntivitis.
- Evita tocarte los ojos: el contacto directo con las manos sucias es una de las principales formas de infección ocular.
- Usa toallas y pañuelos personales: evita compartir toallas o pañuelos, ya que los gérmenes pueden transferirse fácilmente.
- Mantén tus lentes de contacto limpios: si usas lentes de contacto, asegúrate de seguir las recomendaciones de higiene y reemplazo de los lentes.
- Evita el contacto con personas infectadas: si conoces a alguien que tiene conjuntivitis, evita el contacto cercano hasta que se recupere.

- Síndrome de ojo seco
El síndrome de ojo seco es una afección se produce cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o cuando las lágrimas que se producen no son de buena calidad, lo que provoca sequedad, irritación y malestar. Factores como el aire seco, el uso prolongado de dispositivos electrónicos, la exposición a ventiladores o aire acondicionado, y la deshidratación durante el verano son algunas de las causas más comunes del ojo seco.
El síndrome de ojo seco puede causar incomodidad constante, sensación de ardor, visión borrosa y mayor sensibilidad a la luz. En casos graves, puede llevar a la inflamación de la córnea y otras complicaciones que afectan la visión.
Para prevenir el síndrome de ojo seco, se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
- Mantén una hidratación adecuada: beber suficiente agua es fundamental para mantener una producción de lágrimas adecuada.
- Usa lágrimas artificiales: si estás en un entorno con aire acondicionado o ventiladores, considera usar lágrimas artificiales para mantener los ojos lubricados.
- Evita la exposición prolongada a pantallas: la fatiga ocular por el uso excesivo de dispositivos electrónicos es una causa común del ojo seco. Haz pausas frecuentes para descansar la vista.
- Protege tus ojos del viento y el sol: usa gafas de sol que protejan de los rayos UV y del viento, especialmente si estás al aire libre por largos períodos.
- Blefaritis
La blefaritis es una afección ocular que afecta los párpados, específicamente las glándulas sebáceas ubicadas en las bases de las pestañas. Se caracteriza por la inflamación y enrojecimiento de los párpados, así como la aparición de costras o escamas en las pestañas. La blefaritis es causada por una infección bacteriana, una disfunción de las glándulas sebáceas o una reacción alérgica. Durante el verano, el calor y el sudor pueden empeorar los síntomas, además de la presencia de bacterias que proliferan en ambientes cálidos y húmedos.
Los síntomas incluyen picazón, ardor, ojos rojos, sensación de cuerpo extraño en el ojo y secreción en los párpados. Aunque la blefaritis no suele ser grave, si no se trata adecuadamente, puede causar complicaciones, como infecciones más profundas o pérdida de pestañas.
Para prevenir la blefaritis, es importante mantener una buena higiene ocular:
- Limpia tus párpados regularmente: usa una toallita suave o un algodón con agua tibia para limpiar los párpados y eliminar las costras que puedan formarse en las pestañas.
- Evita el uso de maquillaje en los ojos: si tienes blefaritis, es recomendable evitar el uso de productos cosméticos que puedan irritar los ojos.
- Mantén tus lentes de contacto limpios: como en el caso de la conjuntivitis, los lentes de contacto mal cuidados pueden favorecer el desarrollo de infecciones oculares.
- Consulta a un oftalmólogo: si experimentas síntomas persistentes, es importante consultar a un profesional para recibir el tratamiento adecuado.