¿Conoces el proyecto Lightspeed de Meta? Este fue el ambicioso intento de rediseñar por completo Facebook Messenger hace cinco años. Una apuesta que prometía una experiencia de usuario ultrarrápida y fluida. Y, lo lograron. Tras meses de intenso trabajo, un equipo de cientos de ingenieros logró reducir en un 50% el tiempo de carga de las conversaciones y aumentar en un 20% la tasa de interacción. ¿Cómo lo consiguieron? Invirtiendo en una arquitectura de microservicios escalable y optimizando el código. Lightspeed demostró que una inversión estratégica en arquitectura puede tener un impacto directo en el éxito de un producto. ¿Por qué lo hicieron? ¿Qué lecciones nos deja para quienes construimos productos digitales?
Para lograr que nuestros productos digitales evolucionen y podamos escalar cuidando la experiencia del cliente, es clave que los dueños de productos digitales conozcan la arquitectura de sus aplicaciones. ¿Qué conceptos básicos de arquitectura debe conocer un Product Owner? Más allá de los tecnicismos, es fundamental entender cómo interactúan los diferentes componentes de una aplicación: bases de datos, servidores, APIs. ¿Cómo se comunican entre sí? ¿Cuáles son los puntos de falla potenciales? Conocer estos fundamentos permite tomar decisiones más informadas, alinear los equipos de desarrollo y, en última instancia, entregar un producto de mayor calidad.
¿Por qué es tan importante? Imaginen un edificio. Un arquitecto diseña los planos, define los materiales y establece las estructuras. Si un arquitecto no conoce las leyes de la física, el edificio podría colapsar. De la misma manera, si un Product Owner no entiende los principios básicos de la arquitectura, puede tomar decisiones que comprometan el rendimiento y la escalabilidad de una aplicación. Esto se traduce en mayores costos de mantenimiento, una peor experiencia de usuario y, en el peor de los casos, en la pérdida de clientes
¿Cómo empezar? Lo primero es poner en ejercicio la curiosidad y preguntar a los especialistas. Lo segundo es aprovechar los recursos online, muchos de ellos gratuitos o de bajo costo, que de manera concisa y en un idioma no técnico nos enseñan sobre la importancia de distintos componentes tecnológicos. También existen empresas —de las más grandes a nivel regional e internacional— que publican información en sus blogs y redes sociales para compartir con la comunidad sus retos a alto nivel y como los resolvieron, tal y como Meta comparte el caso de rediseño de Messenger para hacer la app más escalable.
En resumen, conocer la arquitectura de una aplicación es como tener el plano de una casa. Si quieres hacer una reforma, necesitas saber cómo están distribuidas las habitaciones, dónde están las tuberías y los cables. De lo contrario, podrías terminar inundando el sótano o cortando un cable de electricidad. En el mundo digital, la arquitectura es el esqueleto de nuestra aplicación. Y al igual que no queremos que el techo se nos caiga encima, debemos asegurarnos de que nuestra aplicación sea sólida y confiable.