Rafael López Aliaga reafirma apoyo a Juan Luis Cipriani tras acusaciones de abuso sexual: “Lo conozco desde hace años”

En un contexto de controversia que puso en el centro de atención al cardenal Juan Luis Cipriani, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, expresó públicamente su respaldo al religioso, calificando las recientes acusaciones en contra del cardenal como una “difamación”. La situación surge a raíz de un artículo publicado por el diario español El País, donde se detalla una denuncia sobre presuntos abusos cometidos por Cipriani en 1983.

Mediante mensajes difundidos en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, el burgomaestre aseguró que conoce personalmente al cardenal desde hace años y lo defendió categóricamente. “Reitero mi apoyo y agradecimiento al cardenal Cipriani, al que conozco perfectamente desde hace muchos años. Es injusto acusar a un ser humano y no darle derecho a defenderse”, señaló. En un tono más directo, el alcalde también cuestionó el papel de los medios de comunicación en este caso.

El respaldo de Rafael López Aliaga hacia Cipriani no es un hecho aislado. Hace apenas dos semanas, el alcalde limeño otorgó al cardenal la Medalla Orden al Mérito Municipal, un reconocimiento por su trayectoria religiosa y social en el país. Este gesto generó opiniones divididas, con sectores que consideraron inapropiado el homenaje, dadas las acusaciones previas que ya rodeaban al cardenal.

El burgomaestre no solo destacó la labor de Cipriani como “figura religiosa”, sino que también insistió en que las acusaciones carecen de fundamentos sólidos. En sus declaraciones, indicó la importancia de garantizar un proceso justo y criticó el impacto de los medios en la formación de opiniones sin evidencias concluyentes. “Es injusto acusar a alguien sin darle el derecho a defenderse”, insistió el alcalde, reiterando su apoyo al cardenal.

El cardenal Juan Luis Cipriani respondió al artículo publicado por El País mediante un comunicado oficial, negando rotundamente los hechos descritos. “No he cometido ningún delito, ni he abusado sexualmente de nadie, ni en 1983, ni antes, ni después”, afirmó. Según el informe del medio español, la denuncia fue presentada en 2018 ante la Santa Sede, y en 2019 se le habrían impuesto medidas disciplinarias que incluyeron su traslado fuera del Perú, la limitación de su ministerio sacerdotal y la obligación de guardar silencio.

Sin embargo, el religioso aseguró que no tuvo acceso a la denuncia en su contra y que las decisiones tomadas por el Vaticano se comunicaron de manera verbal a través del Nuncio Apostólico. En su defensa, el cardenal reveló que, en 2020, tuvo una audiencia con el papa Francisco, quien le permitió retomar sus actividades pastorales. “Así lo demuestra mi amplia actividad pastoral realizada durante estos años”, añadió, detallando su labor en Roma como miembro del Dicasterio para la Causa de los Santos.

El artículo de El País señala que la denuncia presentada en 2018 relataba abusos cometidos por Cipriani contra un menor de 16 años en 1983. Según el medio, la víctima solicitó mantenerse en el anonimato, pero sus declaraciones llevaron al Vaticano a imponer sanciones al cardenal. Entre las medidas, se mencionó la prohibición de portar hábitos y símbolos cardenalicios, además de una recomendación de no participar en futuros cónclaves, algo ya irrelevante debido a que Cipriani superó la edad límite de 80 años para estas actividades.

El cardenal calificó estas publicaciones como un ataque parcial e injusto. “Es grave que se publique de manera parcial información que parece proceder de documentación reservada por la Santa Sede, a la que ni siquiera tengo acceso”, afirmó. Además, lamentó que este tipo de acusaciones falsas se utilicen para desprestigiar figuras eclesiásticas. “No es la primera vez que se acusa a un cardenal en falso, con relatos llenos de detalles escabrosos”, expresó.

Pese a las acusaciones, Cipriani reafirmó su compromiso con la lucha contra los abusos sexuales en el ámbito eclesiástico. “Aprovecho esta ocasión para manifestar mi rechazo y repulsa total a los abusos sexuales a menores y personas vulnerables, y reitero mi compromiso con la lucha de la Iglesia para erradicar esta lacra”, expresó. Además, reconoció los esfuerzos de los últimos papas, incluyendo a Francisco, en este tema.

El cardenal detalló que, durante su permanencia en Roma, se dedicó a tareas pastorales y religiosas, al tiempo que cumplía las disposiciones impuestas por el Vaticano. Según sus declaraciones, su retorno a la vida activa en la Iglesia contó con la autorización directa del papa Francisco, lo que, según él, demostraría la falta de sustento en las acusaciones en su contra.

El caso de Cipriani se suma a una serie de controversias que han afectado a la Iglesia Católica en los últimos años. Desde el inicio del papado de Francisco, se ha enfatizado la necesidad de transparencia y de adoptar medidas más estrictas frente a denuncias de abuso. En este contexto, el caso de Cipriani plantea interrogantes sobre la gestión de estos procesos dentro de la institución eclesiástica y el manejo de información confidencial.