El regidor trujillano Giancarlo Toribio levantó su voz de protesta por la falta de resguardo policial en Trujillo, a pesar de que la ciudad se encuentra bajo estado de emergencia debido a la creciente ola de criminalidad, sicariato y extorsiones. En una reciente entrevista, Toribio afirmó que las autoridades solo han realizado acciones simbólicas, como un despliegue inicial del Ejército que rápidamente se desvaneció en promesas vacías.
“Un solo día salieron los militares, llegaron a la Plaza de Armas, se llenó de policías y militares, todo para la foto. Pero en la noche, cuando recorrí Trujillo, no vi ni un solo patrullero ni una moto patrullando las calles”, expresó el regidor. Según Toribio, esta es una constante en la ciudad, dejando a los trujillanos totalmente desprotegidos.
La situación de inseguridad no es nueva. A pesar de los anuncios de refuerzos de seguridad, como la llegada de 100 efectivos del grupo Gorex y Grecco del Ministerio del Interior, Toribio sostuvo que estos operativos no son más que una estrategia mediática.
“He visto en redes sociales cómo patrullaron un día en el cerro El Porvenir, pero esas acciones no son más que para las cámaras, no vemos resultados reales. Las dinamitas siguen explotando y las bandas siguen operando con impunidad”, agregó.
Toque de queda
Además, Toribio hizo un llamado urgente a la implementación de medidas más drásticas, como un toque de queda. Según él, esta medida es necesaria para frenar el incremento de delitos, particularmente porque la ciudad ha sido invadida por personas de otras nacionalidades que también están participando en actividades delictivas. A esto se sumó la crítica a la falta de control por parte de Migraciones, pues según el regidor, no se está ejerciendo una adecuada vigilancia de los ciudadanos extranjeros.
Inseguridad imparable
El regidor también se mostró escéptico ante la posibilidad de un estado de sitio como solución. A pesar de la presencia militar en algunos puntos, Toribio mencionó que el control es insuficiente. Los militares, según el testimonio de los vecinos, se limitan a estar en parques sin realizar operativos de seguridad efectivos.
“La policía solo te pide el DNI, no revisan vehículos ni motocicletas. Necesitamos un control más riguroso, similar al que se implementa en otros países, donde se revisan carros y se busca prevenir el ingreso de armas o explosivos”, declaró.
La ola de violencia en Trujillo sigue en aumento. A solo una cuadra de la sede de la Policía Nacional, un atentado con dinamita ocurrió la noche del 23 de enero, generando más preocupación entre los habitantes de la ciudad. A pesar de estar en estado de emergencia, la falta de respuesta efectiva sigue siendo una constante.
Desprotección y frustración ciudadana
Los ciudadanos de Trujillo están cada vez más frustrados. A lo largo de los últimos meses, las promesas de las autoridades no se han materializado en acciones concretas que frenen la ola de delincuencia. En las calles, la sensación de desprotección es palpable, y muchos exigen respuestas inmediatas ante la falta de acción real.
El regidor Toribio concluyó que el Gobierno y las autoridades locales deben actuar con urgencia para devolver la seguridad a los trujillanos, quienes se sienten abandonados por el Estado. “Ya estamos cansados de tantas promesas. Que no vengan más autoridades a ofrecer soluciones vacías”, sentenció.