La Municipalidad de Lima, a través de la Empresa Municipal de Apoyo a Proyectos Estratégicos (Emape), ha instalado siete pórticos metálicos anti impacto y dos pórticos disuasivos en diversos puntos de la ciudad. Estas estructuras están destinadas a proteger tanto los puentes vehiculares como peatonales de daños provocados por vehículos de gran altura al asegurar la conservación de la infraestructura vial, según informó la agencia de noticias Andina.
De acuerdo a la información citada, “los vehículos que superen la altura permitida, impactarán primero en la viga metálica instalada antes de llegar a los puentes, sirviendo de contención y protegiéndolos”. Este sistema es clave para prevenir daños y desplomes que podrían generar complicaciones tanto en el tránsito como en la seguridad urbana.
Uno de los lugares donde se realizaron las obras fue el histórico puente Bajada de Baños, ubicado en el distrito de Barranco. Este puente fue remodelado luego de sufrir daños significativos en el 2024, cuando, tal como citó el medio antes mencionado, “un chofer imprudente impactó contra su viga”. En este caso, se agregaron dos pórticos de sacrificio diseñados para salvar la estructura, que es frecuentada por turistas, deportistas y bañistas, particularmente en verano cuando el flujo vehicular y peatonal suele ser mayor.
Otras intervenciones en toda la ciudad
No obstante, estas medidas no se limitarán únicamente al puente mencionado. Según detalló el informe, los trabajos también se replicaron en otros puntos de Lima Metropolitana para enfrentar riesgos similares. Entre estos se encuentran dos pórticos en el bypass del óvalo Higuereta (límite entre Surco y Barranco), dos más en el puente Eduardo Villarán (límite entre San Isidro y Lince), y un pórtico adicional en el puente ubicado en la plaza Unión, en el Cercado de Lima.
Los pórticos anti impacto poseen diversos tamaños según las necesidades específicas de cada ubicación, aunque, en promedio, estas estructuras miden 4,35 metros de altura y tienen un ancho de 14 metros. Por otro lado, también se implementaron las denominadas varillas disuasivas en los puentes Huánuco y Ricardo Palma, ambos situados en el Cercado de Lima. Estas fueron rehabilitadas previamente tras sufrir daños en el año 2024.
Sobre este sistema disuasivo, el reporte señala: “En el caso de los pórticos disuasivos, serán varillas metálicas colgantes que los conductores, al rozarlas, entenderán como una alerta de que sobrepasaron la altura máxima”.
Razones detrás de las medidas
Cabe resaltar que el principal cometido detrás de la instalación de los pórticos se relaciona directamente con la protección de la infraestructura urbana y la gestión eficiente del tránsito en Lima. Según la propia Municipalidad, la intención radica en evitar interrupciones prolongadas en las vías que resultarían de la reparación de puentes dañados, afectando el flujo vehicular y, con ello, el desarrollo económico y social de la capital.
El municipio remarcó también que estos esfuerzos son esenciales para prevenir retrasos innecesarios en la circulación diaria, especialmente en una ciudad donde el tráfico ya representa un desafío considerable. “Cuidar la infraestructura vial es fundamental para el desarrollo social y económico de la ciudad, (y) para evitar el retraso y lentitud del flujo vehicular”, indicó la comuna metropolitana a través de Emape, según reseñó Andina en su artículo.
Puentes claves rehabilitados previamente
Un ejemplo destacado en este contexto es el puente Ricardo Palma, el cual fue reabierto hace unos meses después de permanecer cerrado cerca de tres meses debido a los trabajos de rehabilitación necesarios tras sufrir daños importantes. Este puente, junto con el de Huánuco, son dos de las estructuras estratégicas que ahora cuentan con pórticos disuasivos.
Por otro lado, el informe recordó que uno de los puentes más transitados, el puente del bypass del óvalo Higuereta, recibió dos estructuras de sacrificio debido a su ubicación en una zona con alto flujo vehicular y constante movimiento entre distritos. La instalación de estas estructuras asegura que cualquier vehículo que exceda las dimensiones permitidas impacte primero ahí, sin comprometer la estabilidad del puente.
Proyección hacia el futuro
En definitiva, estas iniciativas reflejan un esfuerzo por parte de la Municipalidad de Lima para modernizar y proteger su infraestructura vial ante las constantes amenazas provocadas por accidentes de tránsito y malas prácticas al volante. Con estos avances, se busca prevenir daños a largo plazo en los puentes de la ciudad, a la vez que se mejora la experiencia de quienes recurren a dichas vías tanto en sus actividades cotidianas como en sus desplazamientos turísticos o recreativos.
La comuna capitalina promete seguir ejecutando medidas similares en otros puntos críticos de Lima, sumando así a una estrategia más amplia para mantener la ciudad en mejores condiciones y garantizar la seguridad de sus ciudadanos y visitantes.