Un grupo de delincuentes, apodados por la Policía como los “trapecistas de San Juan de Lurigancho,” ha perpetrado un audaz robo en una vivienda de la urbanización La Huayrona. Las cámaras de seguridad registraron cómo tres sujetos treparon al segundo piso del inmueble, aprovechando que una ventana estaba abierta. Una vez dentro, sustrajeron una computadora, una laptop, un PlayStation y 500 soles en efectivo, mientras un cuarto cómplice aguardaba en un vehículo estacionado en las inmediaciones.
Según declaraciones de la familia afectada a Latina Noticias, los ladrones habrían utilizado algún tipo de somnífero o spray, ya que ni la propietaria ni su hija notaron el ingreso de los delincuentes. Ambas despertaron horas después con mareos y fuertes dolores de cabeza, percatándose del robo y la ausencia de sus pertenencias. Este detalle ha llevado a las autoridades a investigar si los delincuentes emplearon algún químico para neutralizar a las víctimas y facilitar el delito.
Las cámaras de seguridad del vecindario captaron el modus operandi de los asaltantes, quienes se ayudaron mutuamente para trepar al segundo piso. En las imágenes se observa cómo, desde la ventana, el ladrón que ingresó al inmueble entregó los objetos robados a sus cómplices en la vereda, mientras el vehículo de fuga permanecía listo para escapar. La comisaría de La Huayrona en San Juan de Lurigancho se encuentra analizando las grabaciones y recopilando testimonios de vecinos.
Robos a hogares aumentaron en 2024
Los robos a viviendas en Perú han alcanzado cifras preocupantes en el año pasado, sobre todo en fechas festivas como Navidad y Año Nuevo, cuando las familias no están en sus hogares. Según cifras de la Policía Nacional del Perú (PNP), entre enero y noviembre de 2024 se han registrado más de 392 mil denuncias por delitos contra el patrimonio, superando las 390,172 registradas en el mismo período del 2023. Estas cifras incluyen tanto robos como intentos de atraco a viviendas, y muestran una tendencia al alza en la inseguridad ciudadana.
La PNP reportó que, en áreas urbanas, la situación es aún más compleja: solo en la primera mitad del 2024, el 12.3% de las viviendas fueron vulneradas, es decir, una de cada diez casas fue afectada. Distritos como Surco, San Juan de Lurigancho, Los Olivos, Cercado de Lima, San Borja y San Martín de Porres están en la cima de la lista de las zonas más afectadas en Lima Metropolitana. Según expertos, estos distritos registran una mayor incidencia de denuncias por hurtos agravados, una tendencia que refleja el avance de la delincuencia y la necesidad urgente de fortalecer las medidas de seguridad tanto a nivel individual como comunitario.
Estas son las modalidades más comunes de robo a viviendas
La delincuencia ha sofisticado sus métodos y opera cada vez con más creatividad y organización. Estas son las modalidades más utilizadas para vulnerar hogares:
- Engaño: Los ladrones ingresan sin forzar la puerta, engañando a los encargados del hogar. Simulan ser amigos o conocidos de los propietarios cuando estos no están o inventan excusas para que la casa quede vacía.
- “Tocatimbres”: De acuerdo con la División de Investigación Criminal (Divincri), esta modalidad consiste en delincuentes armados que fuerzan puertas y rejas usando herramientas como cortafierros y martillos. Actúan con rapidez para evitar ser descubiertos.
- Trabajadores falsos de Sedapal o Edelnor: Los delincuentes se hacen pasar por empleados de empresas de servicios públicos. Con uniformes falsos y argumentos sobre reparaciones o inspecciones, logran ingresar a la vivienda y perpetrar el robo.
- La ‘campana’ embarazada: Las bandas suelen operar en grupos de 3 a 4 personas. Una mujer embarazada (o que aparenta estarlo) actúa como “campana”, es decir, vigila la cuadra y alerta al grupo en caso de movimientos sospechosos o presencia policial. En otros casos, un delincuente llega con un regalo falso para la víctima y, al establecer contacto, la reduce para facilitar el robo.
- Robos en días feriados: Los feriados largos y las festividades son los momentos más aprovechados por los delincuentes. Basta un descuidado viaje familiar para que los ladrones actúen con herramientas simples y vacíen la casa en cuestión de minutos.