La violencia en Trujillo sigue desbordando los límites, a pesar de las medidas implementadas por el Ejecutivo para enfrentar la delincuencia. En un nuevo y devastador ataque, extorsionadores colocaron un cartucho de dinamita frente a un puesto de venta de zapatillas, en los alrededores del Mercado Palermo, en la capital de la región La Libertad. Este atentado con explosivos, que se suma a una serie de ataques ocurridos en la última semana, agrava aún más el clima de terror e inseguridad que ya afecta a la ciudad, dejando a la población sumida en el pánico.
Los comerciantes descubrieron una bolsa de regalo sospechosa y, al inspeccionarla, confirmaron que contenía un artefacto explosivo. De inmediato, alertaron a la Policía Nacional del Perú (PNP), mientras el pánico se apoderaba de clientes y vendedores en el lugar.
Segundo atentado contra la misma víctima en 48 horas
El incidente ocurrió este jueves, cerca del mediodía, cuando extorsionadores dejaron una bolsa de regalo frente a un puesto de zapatillas perteneciente a una comerciante que, apenas dos días antes, según informó RPP, había sido víctima de otro ataque con explosivos. Ese atentado destruyó parte de la puerta y las ventanas de su vivienda, y se registró pocas horas después de una explosión en las inmediaciones de la sede del Ministerio Público, en Trujillo.
De acuerdo a N60 Noticias, el Servicio de Administración de Inmuebles Municipales de Trujillo (SAIMT) detalló que fue el administrador del mercado, Julio Villavicencio, quien notificó de inmediato a la Policía Nacional del Perú (PNP) para que adoptara las medidas necesarias.
“Es importante señalar que este hecho no constituye una amenaza ni una extorsión dirigida al mercado municipal ni a los conductores de puestos, sino que se trataría de un acto dirigido hacia un ambulante de la zona”, precisó la entidad al medio.
Atentado a la Fiscalía y otros ataques con explosivos en Trujillo
Este lunes, un violento atentado a la sede principal del Ministerio Público en Trujillo dejó severos daños no solo en el edificio, sino también en un restaurante cercano, salones de la Universidad Nacional de Trujillo, viviendas, negocios, el hospital Albrecht y varios vehículos en los alrededores. El Gobierno calificó el ataque como un acto de “terrorismo urbano”, marcando el inicio de una semana de violencia escalonada en la región.
Horas después, un nuevo explosivo detonó en una vivienda en la cuadra 4 de la calle 12 de Noviembre, en el distrito de Florencia de Mora, causando pánico generalizado entre los residentes. Este ataque ocurrió mientras el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, y autoridades del Poder Judicial y Ejecutivo se encontraban en la ciudad para supervisar las medidas de seguridad adoptadas tras el atentado al Ministerio Público.
El 21 de enero, un hombre víctima de extorsión evitó por poco una tragedia al patear un cartucho de dinamita en su casa, ubicada también en Florencia de Mora. El mismo día, en el distrito de Virú, un grupo de adolescentes lanzó una avellana reforzada, un tipo de artefacto pirotécnico, cerca de la sede del Ministerio Público, provocando su detonación. La sucesión de estos ataques refleja la creciente gravedad de la situación de seguridad en La Libertad.
Gustavo Adrianzén no descarta toque de queda en Trujillo
Horas después del atentado a la sede fiscal en Trujillo, se celebró una sesión del Consejo de Estado en La Libertad, con la participación de autoridades locales y nacionales, incluida la presidenta del Poder Judicial y representantes de la Prefectura. Durante el encuentro, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, abordó las medidas que se están evaluando para enfrentar la creciente violencia en la región.
“No descartamos ninguna medida que vaya a ser necesaria. Si la recomendación de quienes están en el campo enfrentando al crimen es que declaremos el toque de queda, lo haremos sin dudarlo. De momento, esa medida no se va a adoptar”, declaró.
Reconoció que existieron solicitudes previas para declarar el estado de emergencia y desplegar al Ejército en las zonas más afectadas, algunas de las cuales fueron parcialmente atendidas.