El 22 de enero de 2025, Daniel Abugattás falleció tras una prolongada enfermedad. Diversas figuras políticas expresaron sus condolencias y rememoraron su contribución a la política peruana, donde fue conocido por su carácter frontal y su habilidad para defender sin pelos en la lengua las causas que creía justas. Abugattás fue especialmente recordado por su papel en el fortalecimiento del Congreso y en la fundación del Partido Nacionalista.
En su rol como vocero ‘histórico’ de Ollanta Humala, con quien mantuvo una cercana relación desde 2005, Abugattás se ganó un lugar en el “círculo de hierro” del político nacionalista. Sin embargo, la dupla pasó de ser aliados incondicionales a críticos declarados. ¿Qué llevó a que esta relación, que comenzó con grandes expectativas y logros políticos, terminara en un desencanto profundo? La historia entre Abugattás y Humala es un relato marcado por ideales compartidos y diferencias insalvables.
Un inicio prometedor
En diciembre de 2005, Daniel Abugattás y Ollanta Humala unieron esfuerzos para fundar el Partido Nacionalista Peruano. La visión de transformar la política peruana los llevó a establecer una alianza que, en sus primeros años, demostró ser sólida. Este vínculo los impulsó a participar en las elecciones generales de 2006, en coalición con Unión por el Perú, donde Humala buscó la presidencia y Abugattás se desempeñó como vocero de la candidatura.
Según Abugattás, la relación entre ambos comenzó gracias a un amigo en común que los presentó. En una entrevista con La República en 2006, el político relató que invitó a Humala a un almuerzo en su casa, donde discutieron la realidad política y la situación de los más desposeídos del país. “Sus planteamientos y mis posiciones personales eran coincidentes”, declaró. Este encuentro marcó el inicio de su colaboración política, y Abugattás se unió oficialmente al Partido Nacionalista el 9 de diciembre de 2005. Aunque inicialmente su vida había estado dedicada a los negocios, dirigiendo tres empresas, su preocupación por los problemas sociales del Perú lo llevó a involucrarse por primera vez en la política activa.
“Siempre me he interesado en la política, pero como un ciudadano más. El hecho de que haya tenido cierto éxito en mi empresa no significa que me olvide de que más de la mitad de los peruanos no tienen agua, desagüe, acceso a la salud ni educación de calidad”, afirmó Abugattás en aquella entrevista. A sus 50 años, comenzaba una carrera política que, según él, estaba motivada por un profundo deseo de cambio. Además, señaló que había intentado acercarse a otros grupos políticos, pero nunca encontró cabida debido a lo que consideró “feudos” en los partidos tradicionales.
Una relación deteriorada
El período de mayor cercanía entre ambos se dio durante el gobierno de Humala (2011-2016). En ese tiempo, Abugattás no solo fue reelegido como congresista, sino que también llegó a presidir el Congreso de la República entre 2011 y 2012, consolidándose como uno de los principales aliados del presidente. Sin embargo, la relación política entre ellos comenzó a deteriorarse hacia el final del mandato.
En marzo de 2016, Abugattás renunció al Partido Nacionalista Peruano, argumentando que las decisiones del partido eran arbitrarias y antidemocráticas, y afirmando que su permanencia era “insostenible”. Declaró al Diario Correo que “quienes deben renunciar son aquellos que han traicionado los principios del Partido Nacionalista”, refiriéndose al desmembramiento del partido y al fracaso del liderazgo de Nadine Heredia. También destacó que el partido había quedado en “escombros”, mencionando que se habían cerrado sus puertas para evitar una renuncia masiva de militantes. “Se ha dejado el manejo del partido en gente que está por el sueldo”, sentenció.
El distanciamiento no solo fue político, sino también personal. En una entrevista con Juliana Oxenford, Abugattás confesó sentirse “asqueado” por la dirección que tomó el Partido Nacionalista, acusando a Humala de falta de liderazgo y a Heredia de convertir la organización en una maquinaria tradicional de poder. Además, calificó su respaldo a Humala como un “papelón” y lamentó no haber sido más crítico, debido a las imputaciones que pesaban sobre Ollanta y Nadine Heredia. Haciendo un mea culpa, también remarcó que debió “poner el grito en el cielo” al percatarse de lo que estaba ocurriendo. “Me gradué de pelmazo”, sentenció en la entrevista.
“El partido terminó derruido”, declaró Abugattás en otra entrevista con Perú 21, insinuando que la corrupción habría permeado varios ministerios durante el gobierno de Humala. Aunque evitó acusar directamente al expresidente de actos corruptos, respetando su presunción de inocencia, señaló que sectores como Energía y Minas, Transportes y Salud parecían haberse convertido en verdaderos “Alí Babá y los 40 ladrones”.