Nevada extrema en Puno daña el 90% de los cultivos y situación es crítica para la ganadería de la región

Las recientes nevadas en la región de Puno dejaron una estela de devastación en el sector agrícola y ganadero, afectando gravemente la economía y el sustento de miles de familias. En el distrito de Pisacoma, provincia de Chucuito, se reporta que aproximadamente el 90% de los cultivos están dañados por una capa de nieve que alcanza los 16 centímetros de espesor.

Esta situación coloca en una posición vulnerable a más de 1.600 habitantes de comunidades rurales como Macha, Llallagua, Cala Huancané y Chilca Chinga. La emergencia ha sobrepasado la capacidad de respuesta de la Municipalidad de Pisacoma, que cuenta con un presupuesto de emergencia de solo 20.000 soles, insuficiente para atender las necesidades básicas de los afectados.

De las 120 hectáreas cultivadas en el distrito, entre 90 y 100 hectáreas sufrieron daños significativos. Los principales cultivos afectados incluyen papa, quinua, cañihua y cebada, pilares fundamentales de la alimentación y economía local.

Los agricultores, junto con las autoridades locales, están realizando esfuerzos para mitigar los daños, pero estos resultan insuficientes ante la magnitud del desastre. La situación es igualmente crítica para el sector ganadero, principal fuente de ingresos de la población.

Los comuneros se ven obligados a remover manualmente la nieve para que sus animales puedan alimentarse, enfrentándose además al riesgo de enfermedades relacionadas con las bajas temperaturas.

Desde el 20 de enero, las intensas precipitaciones nocturnas han agravado la crisis. La oficina de Defensa Civil está monitoreando las áreas más afectadas, pero las condiciones climáticas adversas dificultan las labores de asistencia.

El alcalde de Pisacoma, Gil Felipe Ticona Quispe, ha realizado un llamado urgente a las autoridades provinciales, regionales y nacionales para gestionar ayuda inmediata, destacando que la lejanía del distrito incrementa las dificultades para acceder a recursos.

La prioridad, según el alcalde, es obtener forraje para el ganado, asistencia técnica y financiamiento para la recuperación de los cultivos. Sin apoyo, las consecuencias económicas y sociales podrían ser devastadoras para las familias locales.

La población espera una respuesta rápida de las autoridades ante una situación que evidencia los impactos del cambio climático en las zonas más vulnerables. Mientras tanto, los comuneros luchan por sobrellevar una crisis que amenaza su seguridad alimentaria y económica.

Esta situación no es aislada en la región de Puno. En años anteriores, diversas provincias han enfrentado emergencias similares debido a fenómenos climáticos extremos. Por ejemplo, en enero de 2022, los productores agropecuarios de la zona norte de Puno reportaron daños en sus cultivos a consecuencia de intensas nevadas que cubrieron extensos territorios dedicados a la agricultura y ganadería.

Además, en marzo de 2023, la región enfrentó una crisis por falta de lluvias, afectando gravemente la producción agrícola y ganadera. El producto más afectado fue la quinua, cuya producción se perdió prácticamente en un 90%. Cultivos de larga duración como la cañihua, cebada de grano, oca, habas y mashua tampoco se sembraron en las cantidades habituales, lo que comprometió la seguridad alimentaria de la población.

La combinación de sequías y nevadas intensas refleja la vulnerabilidad de la región de Puno ante el cambio climático. La variabilidad en las precipitaciones y temperaturas afecta directamente la producción agrícola y ganadera, pilares de la economía local.

La implementación de sistemas de alerta temprana, planes de contingencia y políticas de adaptación al cambio climático son esenciales para mitigar los impactos de estos fenómenos en el futuro.