El nombre de Iván Torrey resuena como uno de los pilares en la difusión de la cultura peruana en Alemania, donde ha residido durante más de tres décadas vinculando dos mundos: el arte y la tradición de su natal Perú con el público europeo. De acuerdo con información de la agencia Andina, Torrey dedicó su carrera a la producción artística, colaborando con reconocidos artistas internacionales y dejando huella en el ámbito cultural del país alemán. “Me tocó demostrar de qué madera estamos hechos los peruanos, de qué somos capaces y qué historia milenaria traemos en nuestra sangre”, comentó el artista y productor al medio citado.
El camino de Torrey hacia la internacionalización comenzó en Lima, donde pasó de ser uno de los grupos de niños conocidos como los “burbujitos” de la famosa animadora peruana Yola Polastri, a explorar escenarios fuera de las cámaras como productora. En declaraciones ofrecidas al medio, confirmó que su primera experiencia migratoria fue en Italia, donde esperaba triunfar en el mundo de la cinematografía y la moda. Sin embargo, aquel primer intento no resultó como lo deseaba, lo que lo llevó a regresar temporalmente a Perú. Más tarde, decidió probar suerte nuevamente en Europa, esta vez en Alemania, asegurándose primero de dominar el idioma y adaptarse plenamente a las costumbres locales. “Cuando migras tienes que enfocarte en el lugar al que llegas, hablar su idioma, respetar sus reglas... Si no es imposible”, recalcó.
La integración de Torrey al panorama artístico alemán no ocurrió de inmediato, pero llegó a abrirse paso gracias a su perseverancia. Según detalló, comenzó a trabajar como asesor de imagen para clientes de alto perfil, incluidos artistas y futbolistas, posicionándose entre diseñadores y figuras de renombre. Su experiencia en moda le permitió participar en producciones audiovisuales, destacando como bailarín en videoclips de “estrellas codiciadas” en la televisión alemana. Incluso, recordó haber trabajado con la reconocida cantante Gloria Estefan: “como cuando Gloria Estefan llegó aquí y trabajé a su lado como bailarín”. Estas oportunidades cimentaron su carrera como un enlace entre el mundo del espectáculo y el público europeo.
No obstante, su conexión con la cultura peruana nunca se desvaneció. Desde los inicios, su objetivo fue posicionar la riqueza artística del Perú en Alemania. Para ello, fundó la productora Torrey Mi Fiesta, que desde su creación ha sido una plataforma clave para artistas no solo peruanos, sino también internacionales. Eva Ayllón fue una de las primeras figuras de la música criolla que presentaron en territorio alemán, logrando captar la atención tanto del público latino como del alemán. “Siempre a lleno total, no solo por la gran calidad vocal, sino también por todo lo que ella resume como historia de nuestro canto”, indicó.
El alcance de Torrey no se ha limitado al ámbito musical tradicional. Su labor abarca la producción de eventos para artistas de diversos géneros, desde los éxitos de reguetón como Daddy Yankee hasta interpretaciones memorables de Juan Luis Guerra. Mirando al futuro, Torrey proyecta continuar con esta expansión para introducir nuevos talentos peruanos y otros géneros al escenario alemán. Sobre sus próximos planes: “Para febrero estamos trayendo a Proyecto Uno, a Tania Pantoja; de los peruanos, a Raúl Romero y el Grupo Río, con los que espero concretar una puesta interesante aquí”.
A sus colaboradores futuros ya las generaciones jóvenes que desean seguir sus pasos, Torrey les dirige un mensaje especial relacionado con la dedicación y disciplina que requiere este sector. Según transmitió al medio: “A los jóvenes que ven el mundo del arte como un sueño, Iván les explica que hay que estar muy despierto, alerta a las oportunidades”, insistiendo en la importancia de la honestidad y la perseverancia para construir un legado que Honre tanto los esfuerzos personales como las raíces culturales.
Iván Torrey, a sus décadas de trabajo en la industria cultural alemana y con raíces profundamente ancladas en su tierra natal, afirma que no cambiaría nada de su trayectoria. “Si tuviera que pasar todo lo que viví, lo haría sin dudarlo”, explicó a Andina, destacando que su integración en la sociedad alemana lo ayudará a consolidarse en sus proyectos artísticos. Ahora, con un espacio generoso para soñar y construir, continúa difundiendo lo mejor del arte peruano en Europa.