El saxofonista peruano que fusiona jazz y ritmos afroperuanos en Boston

Desde su adolescencia en Perú, cuando vendió loncheras para comprar su primer clarinete, hasta sus presentaciones en Boston, la historia de Diego Herrera es una travesía de sacrificio y amor por la música

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Ya en esa etapa sus
Ya en esa etapa sus padres vieron que la vocación era sólida y le obsequiaron su primer saxofón. (Andina)

El saxofonista peruano Diego Herrera, actualmente radicado en Boston, está llevando los ritmos de su país natal a un escenario global, fusionando jazz con influencias afroperuanas, ritmos latinos, smooth jazz y funk. Su objetivo principal es que el mundo conozca la riqueza cultural del Perú a través de su música. Según lo reportado por la agencia de noticias Andina, su historia es una inspiradora travesía de pasión, sacrificio e innovación artística.

Desde su infancia, Herrera no mostró interés por la música, pero todo cambió en su adolescencia. “Me golpearon todas las canciones”, reveló a los medios sobre cómo el rock clásico despertó en él un nuevo mundo emocional. El músico comenzó a explorar instrumentos musicales, enfrentándose a desafíos económicos para adquirirlos. “Vendí las loncheras que me enviaban desde casa por más de tres meses”, señala Herrera sobre cómo logró comprar su primer clarinete, que él mismo describió como “algo accesible” para su situación.

La primera vez que sorprendió la presentación a sus padres fue durante una escuela donde debutó en una banda que formó con sus compañeros. “No saben la sorpresa que se llevaron mis padres al verme tocando con tanta pasión y entrega”, confesó. Tras finalizar sus estudios secundarios, postuló a una universidad como saxofonista, pero ingresó utilizando un clarinete, obteniendo finalmente el primer saxofón como regalo de sus padres, quienes empezaron a apoyar su pasión una vez que notaron su dedicación constante.

Esa fue la motivación que
Esa fue la motivación que le impulsó a tomar la guitarra de su padre. “Comencé a sacar canciones que sentía que habían sido hechas para mí… hasta que me crucé con Sinatra y con la big band de jazz. (Andina)

Una vez inmerso en su vida académica, el músico comenzó a trabajar con fusiones de jazz y ritmos tradicionales peruanos como el afroperuano, lo que marcó el inicio de su carrera profesional. A partir de allí, Herrera se posicionó en la escena musical peruana mientras desarrollaba proyectos con destacados artistas. No obstante, su ambición lo llevó a considerar expandir su carrera internacionalmente, por lo que aplicó para una beca en el prestigioso Berklee College of Music. “Fueron cinco meses de espera, los más tensos de mi vida”, relató.

Ya establecido en Boston, Diego se enfrentó a los retos emocionales y profesionales que implicaban migrar a otro país. “Cuando te vas a otro país es la cosa más intimidante y estuve totalmente solo”, detalla Herrera sobre el proceso de adaptación. “Ves a toda esta gente que tiene show, alumnos que tocan su propia música y lo hacen mejor que tú”, agregó el artista en conversación con el medio. Sin embargo, con esfuerzo constante logró posicionarse en escenarios más grandes y reconocidos. “Las cosas se comenzaron a dar luego de trabajar muy fuerte”, aseguró el saxofonista.

Uno de los pilares de su propuesta artística ha sido integrar las raíces peruanas en un marco musical internacional. Como explicó, busca “maravillar a la audiencia con lo nuestro” al fusionar jazz y ritmos afroperuanos para así aportar un sonido fresco y distintivo. Aunque el camino no ha sido sencillo, Diego lo describe como una experiencia que lo ha moldeado tanto personal como profesionalmente. “De cada puerta que se me ha abierto, se me han cerrado diez”, enfatizó Herrera, destacando la importancia de la perseverancia en una carrera artística.

“Mi mamá se preocupó, pero
“Mi mamá se preocupó, pero ensayé y ensayé sin parar con un profesor por internet y no paré”, recuerda ahora entre risas. Y la prueba de fuego vendría en la kermés del colegio. (Andina)

Actualmente, con una trayectoria consolidada, ha conquistado escenarios emblemáticos con composiciones que combinan sonidos globales y peruanos. Herrera se encuentra en una gira que incluye presentaciones en diversos escenarios de Lima y Máncora, con un itinerario que culminará el 9 de enero. “Hoy no me arrepiento de todo lo que he caminado”, reflexionó, añadiendo que mantenerse relevante en el competitivo mundo de la música requiere dedicación absoluta. “Tienes que estar dispuesto a pagar ese precio”, expresado sobre los sacrificios que exigen vivir del arte.

A través de su carrera, Herrera ha demostrado que la innovación y el compromiso con las raíces culturales pueden abrir puertas en la escena musical internacional. Su visión no es solo entretener, sino también educar y promover la diversidad cultural del Perú. Como expresó finalmente Diego Herrera, todo aquel que busque destacarse en esta industria debe “ser el mejor en su instrumento y en su arte” para no pasar desapercibido en un entorno tan exigente.

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