El titular del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Daniel Maurate, anunció durante la maratón del empleo ‘Mi Primera Chamba’ que el Registro de Trabajadores Informales del MTPE ha alcanzado un total de 11,1 millones de personas que laboran en condiciones informales.
“En el ministerio estamos construyendo el registro de los trabajadores que están en la informalidad laboral y ya tenemos registrados 11,1 millones peruanos que se desempeñan en este sector, tomando en cuenta que el universo de estos trabajadores en el país asciende a 12,4 millones”, comentó.
Todavía no se registran a los trabajadores informales extranjeros
Daniel Maurate señaló que el registro todavía no incluye a los trabajadores de nacionalidad extranjera. “Migraciones ha registrado a casi 600 mil extranjeros que cuentan con su carnet de extranjería y están aptos para trabajar, y alrededor de 200 mil se encuentran haciendo el trámite respectivo para incorporarse e intentar buscar un trabajo en Perú”, explicó. Añadió que cerca de 75 mil extranjeros registrados ya forman parte de una planilla laboral.
Formalidad laboral creció en 2024
Asimismo, el ministro de Trabajo resaltó que la formalización laboral experimentó un incremento del 2,9 % durante el año pasado.
“Este año es posible que logremos un nivel similar de crecimiento, aunque en febrero próximo tendremos una idea más clara. No es tan fácil formalizar el país y menos formalizar el empleo. Es una tarea bastante compleja, pero estamos trabajando en la facilitación de la formalización mediante un registro de todos los trabajadores formales”, estimó.
Maurate detalló que, según la Encuesta de Demanda Ocupacional realizada a una muestra de 8.000 empresas, se estima que este año contratarán cerca de 460 mil trabajadores en el ámbito formal, incluyendo aproximadamente 15 mil personas con discapacidad.
¿Por qué hay tanto empleo informal en Perú?
La elevada informalidad laboral en Perú tiene su origen en una combinación de factores económicos, sociales y estructurales que han persistido a lo largo del tiempo. Uno de los elementos principales es la regulación laboral, que impone costos elevados a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas. Los gastos asociados a la formalización, como impuestos y contribuciones sociales, desincentivan a los empleadores a registrar formalmente a sus trabajadores, lo que lleva a muchas empresas a operar fuera de la legalidad para reducir sus costos operativos.
Además, la baja productividad laboral es un problema recurrente. Una parte importante de la fuerza laboral peruana tiene niveles educativos limitados y carece de habilidades técnicas avanzadas, lo que reduce su productividad y dificulta su acceso a empleos formales bien remunerados. Esto se suma a la insuficiente supervisión estatal en el ámbito laboral. La limitada capacidad del Estado para monitorear y hacer cumplir las leyes, debido a la escasez de inspectores y recursos, facilita que muchas empresas operen al margen de las normativas.
Otro aspecto determinante es la estructura económica del país, dominada por micro y pequeñas empresas. Estas, debido a sus limitados recursos financieros y administrativos, enfrentan serias dificultades para cumplir con las exigencias legales y tributarias. En este contexto, operar en la informalidad se convierte en una alternativa viable para evitar los costos y trámites asociados a la formalización. Esta situación se agrava por la falta de incentivos claros para que tanto empleadores como trabajadores opten por integrarse al sector formal, ya que muchos no perciben beneficios tangibles al hacerlo y consideran que los trámites son excesivamente burocráticos.
Por otro lado, las dinámicas demográficas también influyen en el alto nivel de informalidad. La migración interna, principalmente del campo a las ciudades en busca de mejores oportunidades, ha generado un incremento de la oferta laboral en las zonas urbanas, superando la demanda de empleo formal. Esta situación ha llevado a que muchos migrantes recurran a actividades informales como un medio de subsistencia.