El general de brigada del Ejército del Perú, Víctor Canales, explicó que su declaración sobre la “sangre de los inocentes” no solo hacía referencia a las muertes ocurridas en las protestas antigubernamentales en Ayacucho, sino también a las tragedias en otras regiones del país, como Puno, que resultaron en la muerte de civiles, soldados y policías.
“Así es, no solamente (me refiero) a esas muertes, que son lamentables, sino también a las muertes que posteriormente se suscitaron en enero en otros puntos del país”, señaló en una entrevista publicada este lunes en La República.
Canales subrayó la responsabilidad de la presidenta Dina Boluarte sobre estos hechos, al considerar que, como jefa suprema de las Fuerzas Armadas, ella debe asumir tanto la responsabilidad política como legal por las acciones de las fuerzas del orden. “Yo puedo decir que no debió ocurrir. Por eso menciono que hubo un mal diseño de la estrategia, pero desde el más alto nivel. Cuando menciono al más alto nivel, me estoy refiriendo, en este caso, a la señora Dina Boluarte, que es la jefa suprema de las Fuerzas Armadas”, expresó.
“Desde ahí nace la orden, y la orden tiene que ser bien emitida para que llegue hasta el último soldado, que es el nivel táctico, y se pueda cumplir la misión. (Ella) tiene que asumir las consecuencias legales y políticas. Y la justicia tiene que hacer su trabajo. Y el pueblo peruano, como parte de su control ciudadano, tiene que exigir justicia”, agregó.
Casos de corrupción
El oficial del Ejército, quien fue pasado al retiro a fin de año sin una motivación aparente, no solo cuestionó a la mandataria, sino que también denunció la corrupción dentro del Ejército. “He sido víctima, he sido testigo, he sido denunciante”, afirmó al referirse a los casos que, según él, afectan a la institución castrense.
“Tanto en la administración pública como privada, sí, existen malos elementos y ello es evidente. Y muchos de ellos tienen muchas carpetas fiscales abiertas. Sin embargo, siguen progresando en la carrera militar, tienen altos rangos y ocupan cargos de decisión estratégica”, abundó.
Al abordar el contexto político y las decisiones de ascensos y retiros dentro de las Fuerzas Armadas, Canales comparó las prácticas actuales con las del régimen de los años 90, bajo el control de Vladimiro Montesinos, exasesor del fallecido exdictador Alberto Fujimori.
“Hay una similitud, definitivamente. (…) (Prácticas montesinistas) basadas en la corrupción. Lógicamente, es corrupción. Corrupción no solamente es: ‘Yo te doy dinero y tú me haces un favor’. Corrupción es también: ‘Yo te asciendo a pesar de que tú no debes ascender’”, afirmó.
El general insistió en que “definitivamente, existe un favoritismo, una falsa lealtad, un falso espíritu del cuerpo. (Pero) no de todo el Ejército, sino de un pequeño grupo que en estos momentos tiene cargos importantes, rangos militares relevantes, y que se valen de estas herramientas. Lógicamente, están al margen de la legalidad para alcanzar sus objetivos muy personales. De repente, inclusive, configurar ciertas redes delictivas”.
Finalmente, Canales aclaró que no tiene intenciones de involucrarse en la política peruana. Su objetivo, según dijo, es combatir la corrupción de manera frontal. “No tengo ni una ideología política, ningún tinte político. No pertenezco a ningún partido político. Acabo de dejar el uniforme y siempre me he regido bajo las normas y leyes militares”, dijo.
“Mi pasión siempre ha sido la carrera militar, la carrera de las armas. Pero en esta condición que me encuentro ya de ciudadano, un ciudadano como cualquier otro peruano, si yo tengo que entrar en política, lo haría estrictamente para poder hacerle una batalla dura y frontal a la corrupción”, concluyó.