Más de una década ha transcurrido para que se concrete la disolución del Sodalicio de Vida Cristiana. La noticia fue difundida días atrás, aunque sin confirmación oficial de la organización ni del Vaticano. Este 20 enero, el Sodalicio emitió un comunicado confirmando su disolución por una decisión del Papa Francisco.
El texto que confirma la desaparición del Sodalicio hace referencia a la inmoralidad de su fundador, Luis Fernando Figari. Las primeras denuncias contra el religioso detallaron un sistema de sumisión total a su poder bajo el lema “el que obedece nunca se equivoca” y junto con otros miembros fue señalado por abuso físico, psicológico y sexual.
“Espero que los miembros del Sodalicio o del ex-Sodalicio, resistan el último acto de injusticia”, dijo el periodista Alejandro Bermúdez al citado medio. Este fue expulsado de la institución por el Papa Francisco a finales del año pasado luego de que el Vaticano confirmase “abuso en el ejercicio del apostolado del periodismo”.
¿Quién es Luis Fernando Figari?
En 1971, Gerald Haby, Sergio Tapia y Luis Fernando Figari impulsaron la creación del Sodalitium Christianae Vitae. Las ideas políticas radicales de Figari habrían alejado a los dos primeros de la organización. El marianista ha sido señalado por los siguientes casos:
- Abuso sexual: Varias víctimas han denunciado que Figari abusó sexualmente de jóvenes y menores de edad dentro del Sodalicio. Según los testimonios, utilizó su posición de poder para manipular y abusar de ellos.
- Abuso psicológico y manipulación: Exmiembros del Sodalicio lo han acusado de someter a los miembros a prácticas coercitivas, manipuladoras y abusivas, con un fuerte control sobre sus vidas.
- Encubrimiento institucional: Figari también ha sido señalado por liderar una cultura de secretismo dentro del Sodalicio, lo que permitió que los abusos permanecieran ocultos por años.
El 14 de agosto de 2024, se dispuso su expulsión del Sodalicio. La decisión se dio luego de un año de investigación liderado por la Comisión de Alto Nivel conformada por los obispos Charles Scicluna y Jordi Bertomeu del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
El Vaticano dijo que con esta decisión busca “restablecer la justicia dañada” por el comportamiento durante “muchos años” de Figari y “proteger en el futuro el bien individual de los fieles y de la Iglesia”.
Extenso camino a la disolución
Las investigaciones contra el Sodalicio iniciaron en mayo de 2016. Un año después, la cuestionada organización presentó un informe sobre los casos de abusos cometidos por Luis Fernando Figari, Germán Doig (vicario general fallecido en 2001), y a los exsodálites Virgilio Levaggi y Jeffrey Daniels.
Monseñor Noel Londoño y Fray Guillermo Rodríguez presentaron al Papa Francisco el estado del Sodalicio y una lista de reformas que fueron aprobadas por el Pontífice en el 2018.
Una sorpresiva misión especial al Sodalicio teminó con la expulsión de diez de sus miembros en 2023 entre ellos el Arzobispo de Piura, José Antonio Eguren. Para noviembre de 2024 la Misión Especial había expulsado a un total de 13 miembros del SCV, incluyendo a Figari.
El proceso de reforma de la institución que incluía la elección de un nuevo superior general se vio paralizada por la decisión de Francisco I de disolver a la organización cuestionada por los abusos cometidos por sus integrantes y la atención que se le dio a las denuncias.
16 años después
El periodista Pedro Salinas con la colaboración de su colega Paola Ugaz publicaron en 2009 el libro “Mitad monjes, mitad soldados”. La investigación periodística reúne 30 testimonios que detallan el sistema de reclutamiento y formación del Sodalicio de Vida Cristiana, así como los métodos utilizados por los superiores para imponer su autoridad.
En el 2015 llegaría “El caso sodalicio”, libro de Salinas que contó con hasta cinco volúmenes que ahondaron en el desarrollo de las denuncias de abuso físico, psicológico y sexual. Tanto el autor como la periodista Paola Ugaz han denunciado ser víctimas de acoso mediático y judicial por su trabajo de investigación.
Las denuncias contra el Sodalicio también llegaron al teatro. La obra “San Bartolo” de Alejandro Clavier y Claudia Tangoa se basa en los testimonios recogidos en “Mitad monjes, mitad soldados”. Aborda la historia real de Álvaro Urbina, quien participaba en uno de los centros pastorales del Sodalicio y fue víctima de abuso sexual por parte de su consejero espiritual. Además, incluye también extractos de textos y canciones sodálites y documentos periodísticos.