El Día mundial de canchita: por qué se celebra este día y los nombres que recibe en otros países

Cada 19 de enero, el mundo rinde homenaje a las palomitas de maíz, ese indispensable snack que acompaña tanto a los cinéfilos como a los amantes de las tardes en casa.

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Este snack no solo es
Este snack no solo es delicioso, también aporta nutrientes esenciales y es una opción nutritiva cuando se consume sin aditivos artificiales. (Freepik)

Las palomitas de maíz, ese crujiente bocadillo que disfruta gran parte de la humanidad mientras se relaja frente a una película, tienen su día especial: el 19 de enero. Este homenaje internacional celebra a uno de los snacks más queridos, el cual ha acompañado generaciones enteras en el cine, en casa, e incluso en celebraciones y eventos especiales.

Su popularidad es tan vasta que no tiene fronteras. En cada rincón del mundo, las palomitas de maíz reciben un nombre diferente, dependiendo de la región. En el Perú se las conoce como “canchita”, mientras que en Argentina, su nombre es “pochoclo”. En otros lugares, como México y Colombia, se les dice “crispetas”, mientras que en Venezuela las llaman “cotufas”.

El nombre cambia, pero lo que no varía es la esencia de este simple, pero delicioso, aperitivo. Los fanáticos de las películas disfrutan de las palomitas de maíz con diversos sabores, desde el clásico caramelo hasta las versiones saladas con mantequilla, queso, o incluso barbacoa. Pero más allá de su sabor, las palomitas tienen una historia fascinante que comienza mucho antes de que el cine se convirtiera en una parte importante de la vida cotidiana.

Un origen precolombino

Antes de ser el snack
Antes de ser el snack del cine, las palomitas fueron parte de rituales indígenas en América, símbolo de lluvia y fertilidad, mostrando su arraigo cultural en civilizaciones como la azteca y la inca. (Freepik)

Las palomitas de maíz no son un invento moderno. Su historia se remonta a los antiguos pueblos de América. Desde tiempos precolombinos, diversas civilizaciones, como los aztecas y los incas, ya conocían el maíz como un alimento fundamental en su dieta.

Sin embargo, no solo lo utilizaban como alimento. Los pueblos originarios de América lo usaban con fines ceremoniales, como ofrendas para invocar la lluvia o la fertilidad. Además, solían elaborar adornos, como tocados y collares, con las pequeñas explosiones de maíz.

Aunque su origen está en América, el maíz explotado para crear palomitas ha viajado por el mundo. Hoy en día, es una parte esencial de las costumbres cinematográficas globales.

La ciencia detrás del estallido

No todos los granos se
No todos los granos se convierten en palomitas; la humedad interna y la presión son esenciales para lograr que ese simple maíz reviente en la delicia que todos amamos. (Freepik)

El proceso que convierte el maíz en las esponjosas y crujientes palomitas es una maravilla de la naturaleza. Cada grano contiene un núcleo de almidón rodeado por una capa exterior llamada pericarpio. Esta capa es resistente y no permite que el vapor de agua dentro del grano escape fácilmente.

Cuando los granos se calientan, la humedad contenida en el almidón se convierte en vapor, lo que genera una presión interna dentro del grano. Eventualmente, la presión se vuelve tan intensa que el grano explota, convirtiéndose en la palomita que conocemos.

Este proceso ocurre a aproximadamente 175°C. Sin embargo, no todos los granos de maíz explotan. Esto ocurre porque algunos granos no tienen suficiente humedad interna, lo que impide que se genere la presión necesaria para estallar.

Los beneficios para la salud

Este snack contiene más antioxidantes
Este snack contiene más antioxidantes que muchas frutas, además de favorecer la digestión y ser apto para diabéticos, lo que lo convierte en una opción deliciosa y saludable. (Freepik)

Más allá de su delicioso sabor y su relación con el cine, las palomitas de maíz son un alimento que ofrece múltiples beneficios para la salud. Son una excelente fuente de antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo. Además, contienen vitaminas del complejo B y E, esenciales para el funcionamiento adecuado del cuerpo.

Otro beneficio importante es que son naturalmente libres de gluten, lo que las convierte en una opción segura para personas con intolerancia a este compuesto. También favorecen la digestión, lo que las convierte en un snack apto para quienes buscan un aperitivo ligero pero nutritivo. Aunque lo más recomendable es consumirlas sin aditivos como mantequilla o colorantes artificiales para mantener intactos sus beneficios naturales.

La diversidad de sabores y nombres

"Canchita", "crispetas", "cotufas": cada región
"Canchita", "crispetas", "cotufas": cada región tiene su forma de llamar a las palomitas, un snack cuya diversidad cultural refleja la riqueza gastronómica global. (Freepik)

Una de las características más llamativas de las palomitas de maíz es la variedad de sabores que existen. Si bien las más comunes son las de mantequilla y las dulces de caramelo, los amantes del snack también pueden disfrutar de versiones más arriesgadas. Algunas de las opciones más populares incluyen los sabores de queso, curry y barbacoa. Incluso el chocolate ha logrado conquistar a los paladares más exigentes.

Además de los sabores, los nombres con los que se conoce este bocadillo varían considerablemente según el lugar. En los países de habla hispana, cada región tiene su propio término para referirse a las palomitas. En Argentina y Bolivia se les dice “pochoclo” y “pipoca”, respectivamente, mientras que en España se las conoce como “palomitas de maíz”.

En otros países como Paraguay y Uruguay, se las llama “pororó” y “pop”, mientras que en el Caribe, como en Cuba y Puerto Rico, se les conoce como “rosetas de maíz”. En México, la palabra “crispetas” es también muy popular, aunque el término más común es “palomitas”.

Este Día Mundial de las Palomitas de Maíz es una ocasión perfecta para recordar la sencillez y la versatilidad de este famoso snack. Su historia, aunque humilde, está llena de fascinantes curiosidades, como el hecho de que las palomitas de maíz fueron introducidas en los cines por Julia Braden en 1931 en Kansas City, donde comenzó la tradición de venderlas en los vestíbulos de los teatros.

Hoy, las palomitas siguen siendo un acompañante infaltable para millones de personas que disfrutan del cine, las series y, en definitiva, de ese pequeño lujo que nunca pasa de moda: disfrutar de un buen espectáculo mientras se saborean unas deliciosas palomitas.

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