Puerto Bonito se ha convertido en un destino singular para quienes buscan romper con las convenciones y explorar una forma de vida que celebra la armonía con el entorno natural. Esta playa no solo destaca por ser la única de su tipo en el país, sino también por su organización y exclusividad. Su acceso controlado y las normas claras que rigen este espacio garantizan la tranquilidad y el respeto entre los visitantes, haciendo de ella un lugar único en el territorio peruano.
Fundada hace más de una década por un grupo que buscaba promover el naturismo en Perú, Puerto Bonito es un santuario para quienes desean experimentar una libertad distinta. Este balneario, protegido por la Asociación Nudista Naturista de Lima (ANNLI), no aparece en mapas tradicionales, lo que lo convierte en un paraíso escondido al sur de Lima, ideal para quienes buscan privacidad y contacto con la naturaleza.
¿Cómo llegar a Puerto Bonito?
Acceder a Puerto Bonito requiere cierto esfuerzo, pero es parte del atractivo de este exclusivo destino. La playa se encuentra al sur de la capital, en el kilómetro 72 de la Panamericana Sur, en la provincia de Cañete. Desde este punto, los visitantes deben dirigirse hacia la conocida playa Puerto Viejo. Una vez allí, el recorrido incluye una caminata de aproximadamente 15 minutos por una pendiente que supera los cien metros de altura. Este desafío geográfico asegura que solo quienes estén realmente interesados lleguen al destino final.
El aislamiento natural que ofrecen los acantilados y cerros que rodean Puerto Bonito garantiza una experiencia íntima, alejada del bullicio y las miradas curiosas. Sin embargo, para ingresar a la zona nudista, es indispensable coordinar con la ANNLI, que administra el espacio. La asociación se encarga de regular el ingreso para preservar el ambiente de respeto y armonía que caracteriza a esta playa.
Reglas de convivencia que garantizan el respeto mutuo
Puerto Bonito no solo es conocida por su exclusividad geográfica, sino también por las estrictas normas que se deben cumplir para garantizar un ambiente de armonía y respeto. Estas reglas, implementadas por la ANNLI, protegen tanto a los visitantes como al entorno natural.
- Prohibición de fotografías sin permiso: Capturar imágenes de otras personas sin su autorización puede llevar a la expulsión inmediata.
- Actos íntimos y exhibicionistas no permitidos: Cualquier comportamiento que perturbe la atmósfera del lugar está totalmente prohibido.
- Moderación en el consumo de alcohol: Se busca evitar conductas inapropiadas asociadas al exceso.
- Respetar la privacidad y comodidad de los demás: Actitudes como coqueteos, insinuaciones o miradas invasivas no son toleradas.
- Restricción del ingreso de mascotas: Para mantener la limpieza y tranquilidad del espacio.
Historia de Puerto Bonito: del anonimato a la organización comunitaria
El origen de Puerto Bonito está ligado a la creación de un grupo virtual en 2003 denominado “Naturismo Perú”. Inicialmente, la playa era conocida como Barrancadero, nombre que hacía referencia a sus impresionantes acantilados y dunas. En 2011, adoptó su denominación actual para evitar conflictos legales con una organización que usaba el mismo nombre.
La ANNLI, encargada de administrar y proteger este espacio, instaló señalizaciones claras en el ingreso a la playa. Carteles con mensajes como “Desde este punto podrá encontrar personas desnudas” advierten a los visitantes sobre la naturaleza del lugar y refuerzan el ambiente de respeto que impera en el sitio.
Los beneficios del naturismo, según sus practicantes
El naturismo, más allá de ser una práctica que promueve el contacto con la naturaleza, también tiene beneficios psicológicos y sociales. Según K. Bacher, miembro de la Sociedad Naturista Americana, despojarse de la ropa en un entorno seguro ayuda a reducir el estrés y mejorar la autoestima.
“Cuando las personas se permiten estar desnudas en un espacio compartido, eliminan los estigmas sociales asociados a la desnudez y promueven un ambiente de aceptación mutua”, escribe en su libro sobre el naturismo.
Para muchos, Puerto Bonito representa un escape de la rutina y una oportunidad para reconectar con uno mismo en un entorno de total libertad. Este refugio de tranquilidad y respeto es testimonio de cómo el naturismo puede transformar no solo la forma en que interactuamos con nuestro cuerpo, sino también con los demás.