Ollantaytambo, ubicado a 90 kilómetros de Cusco, en el corazón del Valle Sagrado, es un imponente testimonio de lo que fue el Imperio Inca. En la actualidad, se ha convertido en un destino clave para el turismo en Perú.
Está situado a 2,792 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.) y combina ingeniería avanzada, historia y tradición viva. Fue construido bajo el mandato del inca Pachacútec para servir como centro administrativo, religioso y militar.
El complejo destaca por sus terrazas agrícolas, el Templo del Sol y un sofisticado sistema de canales de agua que aún funcionan. Además, el diseño urbano del pueblo mantiene la planificación original inca, convirtiéndolo en un “pueblo inca viviente” donde las tradiciones andinas perviven en armonía con la modernidad.
Su estratégica ubicación en el valle permitió a Manco Inca liderar una exitosa resistencia contra los conquistadores españoles, marcando su relevancia histórica como uno de los últimos bastiones incas.
Hoy, Ollantaytambo es un importante punto de partida hacia Machu Picchu y un símbolo de la herencia cultural peruana. Su historia, arquitectura y espiritualidad atraen a miles de visitantes anualmente, consolidándose como una joya del turismo y un legado inquebrantable de los incas.
¿Se viene un nuevo hallazgo?
Su valor histórico es incalculable, pero no por eso las investigaciones dentro de su territorio se detienen. Hace unos días, se conoció que la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Cusco iniciará con trabajos arqueológicos para descubrir más sobre nuestros antepasados.
Recientemente fue incluido en la lista de 52 lugares a visitar este 2025 por el prestigioso diario estadounidense The New York Times. Esto llenó de orgullo a Jorge Luis Moya Cohaguila, director de la DDC Cusco, quien lidera las acciones de preservación para mantener su legado.
En diálogo con la Agencia Andina, Moya manifestó que la labor de los especialistas y técnicos será “en todo el polígono, que no es solo la parte monumental”, ya que “Ollantaytambo abarca una extensión más amplia”, en referencia a las 3,800 hectáreas.
“Cusco es rico en descubrimientos arqueológicos, siempre hay que estar en constante investigación”, mencionó en relación a que dichos trabajos, con los cuales esperan mostrar más de los vestigios que atesora Valle Sagrado de los Incas.
La investigación se llevará a cabo gracias a que se firmó un convenio con la municipalidad de Ollantaytambo para promover la protección del parque arqueológico. En el documento se establece que habrá una mutua coordinación y colaboración entre ambas instituciones, en materia de protección, defensa, registro, investigación, conservación, puesta en valor y difusión.
Plan maestro
El Plan Maestro de Ollantaytambo, que se encuentra en proceso de elaboración y sería presentado durante este semestre, será uno de los instrumentos clave para proteger el lugar y establecer lineamientos frente a posibles amenazas. Según indicó el director, se está trabajando en este proyecto mediante la participación en mesas técnicas.
“Avanzamos con el Plan Maestro, que hace muchos años no se tenía, para que la municipalidad implemente planes específicos, ellos también están avanzando con su Plan de Desarrollo Urbano, juntamente con nosotros”, mencionó.
“Eso va ayudar a articular a que la población se sienta segura, que pueda hacer algunos avances en sus terrenos, algún tipo de construcción de ser el caso, pero siempre protegiendo el Patrimonio Cultural de la Nación”, resaltó.