Desde pequeños, muchos niños miran al cielo estrellado con ojos llenos de curiosidad y asombro. Observar el cielo en las noches despejadas los lleva a soñar con aventuras más allá de la Tierra, donde todo es desconocido y lleno de posibilidades. En cada libro sobre viajes espaciales, en cada documental sobre estaciones espaciales, encuentran un reflejo de sus sueños. La idea de explorar lo vasto del cosmos, de experimentar lo que pocos han visto, es un anhelo que crece como una semilla en sus mentes.
“Desde pequeño, quería ser astronauta”, expresó Danny Zambrano Carrera, un peruano que, si bien dejó atrás su infancia, ha mantenido casi intacto su sueño de niño: sus metas actuales están ligadas a otros aspectos relacionados con aquel anhelo inicial. A sus 44 años, el ingeniero mecánico de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) ve su vida en retrospectiva y comprende que aún no ha alcanzado el sueño que se trazó cuando era niño. Sin embargo, sigue trabajando con dedicación y esperanza.
Al reflexionar sobre ello, no se lamenta, ya que en la actualidad está enfocado en la implementación de satélites, un trabajo que beneficia directamente a los viajeros espaciales. Andina conversó con Zambrano Carrera sobre los logros alcanzados y su trayectoria profesional.
“Desde niño, siempre quise trabajar en el sector aeroespacial. Cuando estaba en el Perú, busqué inicialmente trabajar en vehículos, y al llegar a Brasil, donde hice mi doctorado, vislumbré que podía llegar a esa área”, contó al medio local.
El ingeniero peruano siempre sintió curiosidad por cómo funcionaban los satélites en el espacio. Al recordar su adolescencia, recuerda con claridad cómo, a la edad de aproximadamente 15 años, logró captar en el horizonte el reflejo de la Estación Espacial Internacional (EEI o ISS, por sus siglas en inglés).
Como es sabido, la estación espacial es fruto del esfuerzo conjunto de cinco agencias espaciales: la NASA, la rusa Roscosmos, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Canadiense y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial.
El egresado de la UNI no visitó la EEI como astronauta ni como turista espacial, pero posee conocimiento sobre cómo funciona un satélite. Esto incluye su tecnología, sistemas de comunicación, generación de energía, control de orientación, recolección de datos y su capacidad para interactuar con la Tierra y otros satélites o sistemas espaciales.
Estos conocimientos los adquirió en Brasil, país donde realizó un doctorado y dos posdoctorados; estos dos últimos enfocados en el sector aeroespacial. El sueño que mantenía desde niño finalmente se materializó gracias a su disciplina, esfuerzo y pasión. Actualmente, se encuentra en Brasil trabajando en el área de integración y prueba de satélites. Para alcanzar esta actividad profesional, tuvo que estudiar arduamente tanto en el Perú como en el extranjero.
El extenso recorrido del ingeniero de la UNI que lo llevó al sector aeroespacial
Danny Zambrano Carrera egresó de la carrera de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) en 2001, sin presagiar que se convertiría en el primer peruano en desempeñarse en el sector aeroespacial de Brasil.
Después de completar su etapa universitaria, comenzó a trabajar en el área de metalmecánica de su casa de estudios durante tres años. En este tiempo, se dedicó a fabricar chapas para botellas para una conocida multinacional y también se encargaba del ensamblaje de mototaxis. A pesar de estas actividades, seguía nutriendo la idea de algún día trabajar en el sector aeroespacial.
Su deseo de superación lo llevó a Brasil, país donde cursó una maestría en la Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro (PUC-Rio). Apenas llegó al extranjero, se dedicó a estudiar con ahínco y, en poco tiempo, comenzó a trabajar en el área de dinámica de vehículos de altas velocidades, como los automóviles de Fórmula 1.
Hasta ese momento, su formación académica no estaba directamente relacionada con el espacio. Sin embargo, todo cambió cuando, tras concluir su maestría, se le presentó la oportunidad de estudiar un doctorado en la PUC-Rio en el área de orientación de satélites. No la desaprovechó, y así comenzó su incursión en el sector aeroespacial.
Tras completar su doctorado, Zambrano Carrera realizó un posdoctorado en el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE), en el área de gerenciamiento de sistemas espaciales. Durante su formación, se involucró en todo el proceso de fabricación industrial, desde la concepción hasta la producción final.
No conforme con su primer posdoctorado, el ingeniero emprendió un segundo en la misma institución brasileña. En esta ocasión, exploró el área de control de orientación de satélites, profundizando aún más en el sector aeroespacial.
“Después de los posdoctorados, me quedé trabajando en el área de control de orientación de satélites, haciendo un poco de gerenciamiento”, señaló a Andina. Es preciso señalar que el profesional se ha enfocado en trabajar con sistemas de control, modelos dinámicos y simulaciones de misiones satelitales.
“También tengo experiencia en ingeniería de sistemas con actuación en desarrollo de programas espaciales, y gerencia de proyectos de sistemas espaciales”, agregó.
En los últimos cinco años, el peruano ha estado dedicado al área de integración y test de satélites del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales de Brasil. Este espacio especializado dentro de instalaciones de ingeniería aeroespacial se encarga del ensamblaje, las pruebas y la verificación de los satélites antes de su lanzamiento al espacio.
El primer peruano que trabaja en el sector aeroespacial de Brasil se siente plenamente satisfecho de laborar en el país de la samba, dado que, como señala, este país cuenta con tecnología de vanguardia y se llevan a cabo procesos de alta calidad.
Es menester señalar que el peruano también se dedica a adquirir todos los componentes necesarios para la construcción y verificación de un satélite. Posteriormente, lo ensambla para formar el sistema completo, y finalmente realiza una serie de pruebas para evaluar su funcionamiento.
Danny Zambrano Carrera podría ser considerado un referente para los futuros estudiantes de la carrera de Ingeniería Aeroespacial, que se implementará en la Universidad Nacional de Ingeniería en 2025. Muchos jóvenes elegirán esta carrera, posiblemente motivados por el interés de explorar el espacio en algún momento.
Él no ha conocido el cosmos, pero su trabajo en la implementación de satélites, por decirlo de manera concisa, ha beneficiado a los astronautas. Los profesionales detrás de su implementación son admirados por los viajeros espaciales, ya que su trabajo permite la conexión con la Tierra y abre puertas a descubrimientos esperanzadores en el universo.