En la actualidad, muchos estudiantes enfrentan la difícil decisión de seguir el camino tradicional de su carrera universitaria o apostar por un cambio radical que los acerque a su verdadera vocación. Este tipo de historias, llenas de valentía y reflexión, nos invitan a cuestionarnos sobre el verdadero significado del éxito y la felicidad. En esta ocasión, el canal de YouTube Enrro24, creado por Rodríguez, un estudiante de Ciencias de la Computación de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), presenta una entrevista que pone de relieve el testimonio de un joven que decidió dar un giro en su vida profesional.
José Silva, estudiante de los últimos ciclos de Ingeniería Civil en la UNI, es el protagonista de esta historia. A pesar de estar a punto de culminar su carrera, José eligió dejar atrás la ingeniería para dedicarse a la enseñanza. Ahora, como profesor en un centro preuniversitario (CEPRE), comparte su experiencia de haber encontrado en la docencia el verdadero propósito que lo motiva, demostró que, en ocasiones, la felicidad y el éxito se encuentran en decisiones que rompen con lo esperado.
Un joven decidido a cambiar su futuro
En el mundo académico, muchos estudiantes se sienten atrapados entre la presión de cumplir con expectativas familiares y la búsqueda de su verdadera pasión. José Silva, a punto de terminar la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), es un claro ejemplo de cómo un giro inesperado puede cambiar el rumbo de la vida. A pesar de haber alcanzado un nivel avanzado en su carrera y contar con un futuro prometedor como ingeniero, Silva decidió renunciar a esa posibilidad para seguir lo que sentía como su verdadera vocación: la enseñanza.
“Elegir mi felicidad significó cambiar la ingeniería para encontrar mi verdadera vocación en la enseñanza”, declaró José con convicción. Durante su tiempo en la UNI, José se destacó por su dedicación y esfuerzo. A lo largo de los años, acumuló una sólida formación académica, pero fue la reflexión sobre su felicidad y bienestar lo que lo llevó a repensar sus planes. Este cambio no fue fácil, pero fue necesario para encontrar el propósito que realmente lo motivaba. Hoy, lejos de las aulas de ingeniería, Silva se desempeña como profesor en un centro preuniversitario, guía a jóvenes en su camino académico.
El dilema de seguir un camino predeterminado
A pesar de estar rodeado de compañeros que compartían la misma pasión por la ingeniería, José Silva comenzó a preguntarse si realmente estaba en el lugar correcto.
“Llegué a un punto donde me di cuenta de que no estaba disfrutando tanto como pensaba”, confesó. La rutina de las clases y la presión por cumplir con los estándares de una carrera que no lo llenaba lo hicieron reflexionar sobre su futuro.
Mientras algunos estudiantes veían en la ingeniería una oportunidad de éxito, Silva comenzó a dudar de si esa era la vida que deseaba realmente para sí mismo.
La decisión de abandonar la carrera no fue fácil. A lo largo de su trayecto académico, José tuvo que enfrentar las expectativas de su familia, que veía en la ingeniería una opción sólida y segura para su futuro. Sin embargo, Silva entendió que el éxito no solo se mide por los logros académicos, sino por la satisfacción personal que uno siente al desarrollar su verdadera pasión.
Un cambio radical hacia la enseñanza
La transición de la ingeniería a la docencia fue un proceso complejo, pero también liberador. José Silva optó por dejar atrás los cálculos y los proyectos de ingeniería para dedicarse a compartir sus conocimientos con los demás. Hoy, se desempeña como profesor en un centro preuniversitario, donde su objetivo es preparar a los estudiantes para los retos académicos, mientras transmite la importancia de seguir lo que realmente los hace felices.
“Me di cuenta de que, aunque la ingeniería tiene mucho que ofrecer, lo que me apasiona es poder ayudar a otros a alcanzar sus metas, guiarlos y mostrarles que el esfuerzo y la dedicación siempre valen la pena”, comentó Silva sobre su nueva vida profesional. Ahora, en lugar de trabajar con estructuras y diseños, José se dedica a construir futuros a través de la enseñanza.
El contacto cercano con sus estudiantes ha sido una fuente constante de motivación para él. “Ver cómo mis alumnos logran superar sus propias barreras y alcanzan sus objetivos es lo que realmente me llena”, compartió. La enseñanza no solo le ha permitido encontrar satisfacción personal, sino también aportar a la formación de nuevas generaciones de jóvenes que, como él, buscan un propósito claro en sus vidas.
El papel de la reflexión en su decisión
El cambio de rumbo de José Silva no fue un acto impulsivo, sino el resultado de una profunda reflexión sobre sus deseos y aspiraciones. La idea de dejar la ingeniería surgió en un momento de introspección, cuando Silva comenzó a cuestionarse sobre lo que realmente lo hacía feliz. “No basta con hacer lo que se espera de ti; lo más importante es saber si eso te hace sentir completo”, expresó.
A medida que avanzaba en su carrera de ingeniería, José empezó a descubrir que su verdadera satisfacción no residía en las fórmulas y los cálculos, sino en el hecho de poder influir positivamente en las vidas de los demás. Aunque siempre tuvo una curiosidad natural por la ciencia y la tecnología, fue la posibilidad de ayudar a otros a aprender y crecer lo que lo llevó a decidirse por un cambio tan radical.
Actualmente, José Silva es profesor y cuenta con su canal de Youtube AtomicForce, donde comparte su experiencia y conocimientos con los jóvenes. Es aquí donde publica clases y recursos educativos que ayudan a sus estudiantes a prepararse para los desafíos académicos. Además, durante la entrevista destacó la importancia de motivar a los estudiantes a seguir sus propios intereses y no simplemente cumplir con las expectativas ajenas.