En el Perú, las alergias afectan al 20% de la población, según el Seguro Social de Salud (EsSalud), siendo la rinitis alérgica y el asma bronquial las más comunes. En Lima, esta cifra asciende al 25% y, según proyecciones para el 2050, la mitad de los peruanos podría sufrir alguna forma de alergia. Ante esta situación, el Dr. Javier Pérez, médico alergólogo de la Clínica Anglo Americana, brinda recomendaciones sobre cómo comprender y manejar estas condiciones de forma efectiva.
Las alergias son reacciones del sistema inmunitario frente a sustancias inofensivas conocidas como alérgenos. Estas respuestas exageradas, que pueden afectar la piel, las vías respiratorias o el sistema digestivo, ocurren cuando el organismo confunde elementos como ácaros del polvo, mohos, caspa de mascotas, alimentos o medicamentos con amenazas. “Aunque no podemos señalar una causa única, factores como la genética, la exposición ambiental o procesos infecciosos tempranos influyen en el desarrollo y progresión de las alergias”, explica el Dr. Javier Pérez, .
Entre las alergias más comunes se encuentran las respiratorias, como la rinitis alérgica, la dermatitis atópica, las alergias alimentarias y las alergias a medicamentos. En casos graves, estas pueden causar anafilaxia, una reacción potencialmente mortal que requiere atención inmediata.
3 recomendaciones para mantener a las alergias bajo control
Aunque no existe una cura definitiva, las alergias pueden controlarse mediante tratamientos efectivos. Según el Dr. Pérez, “el manejo adecuado permite a muchos pacientes espaciar los episodios al punto de no depender de medicación diaria”.
Combatir las alergias requiere un enfoque integral que involucra tres pilares fundamentales para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida:
- Evitar el alérgeno: el primer paso crucial en el manejo de las alergias es identificar y evitar el alérgeno que provoca la reacción. Esto significa reducir la exposición a sustancias como el polvo, el polen, la caspa de animales o ciertos alimentos, dependiendo del tipo de alergia. Para ello, es necesario realizar pruebas de alergia que ayuden a determinar qué factores ambientales o alimentarios desencadenan las reacciones. Evitar estos alérgenos es la forma más efectiva de prevenir los síntomas y disminuir la frecuencia de los episodios alérgicos.
- Uso de medicamentos como antihistamínicos o corticoides: cuando la exposición al alérgeno no se puede evitar o los síntomas ya han comenzado a manifestarse, los medicamentos juegan un papel clave en el control de las alergias. Los antihistamínicos son fármacos que bloquean la acción de la histamina, una sustancia que el cuerpo libera durante una reacción alérgica y que causa inflamación, picazón y congestión. Los corticoides, por otro lado, son útiles para reducir la inflamación de las vías respiratorias y otros órganos afectados. Estos medicamentos ayudan a aliviar los síntomas, pero no abordan la causa subyacente de la alergia.
- Inmunoterapia específica (ITA): la inmunoterapia es un tratamiento a largo plazo que tiene como objetivo modificar la respuesta inmunitaria del cuerpo. Consiste en administrar dosis controladas del alérgeno de forma gradual, lo que “reentrena” al sistema inmunitario para que no reaccione de manera exagerada ante la exposición futura. La inmunoterapia es la única estrategia que puede alterar la progresión de la alergia y proporcionar una solución duradera, reduciendo la dependencia de otros tratamientos.
El Dr. Pérez enfatiza la importancia de acudir a un médico alergólogo para realizar pruebas que permitan identificar al alérgeno y establecer un plan de tratamiento personalizado.
Por otro lado, el especialista también señala que “las alergias no deben tratarse solo cuando los síntomas son graves. Un diagnóstico temprano y un manejo adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida del paciente y prevenir complicaciones futuras”.
Con el tratamiento adecuado y un enfoque personalizado, las personas con alergias pueden lograr un control efectivo, de modo que estas condiciones dejen de ser una limitación en su vida cotidiana.
Las alergias afectan la calidad de vida
Las alergias pueden afectar significativamente la calidad de vida de las personas, generando incomodidad y limitaciones en su día a día. Los síntomas como estornudos, picazón, congestión nasal, dificultad para respirar o erupciones cutáneas pueden interferir con actividades cotidianas como el trabajo, el estudio o el disfrute de eventos al aire libre.
El constante malestar que padecen los alérgicos también puede afectar el bienestar emocional, generando estrés y ansiedad. Un tratamiento adecuado y personalizado es esencial para mejorar la calidad de vida de quienes padecen alergias.