San Gabriel, el ambicioso proyecto aurífero de la Compañía de Minas Buenaventura, se encuentra en la recta final para iniciar sus operaciones. Según informó el presidente del directorio de la empresa, Roque Benavides, durante una entrevista en el programa Diálogos Mineros del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), la mina subterránea ubicada en la localidad de Ichuña, en la región Moquegua, estará lista para comenzar a operar entre julio y agosto de 2025. La primera producción se espera para el tercer trimestre del mismo año.
Benavides detalló que los trabajos avanzan a buen ritmo y que el equipo está enfocado en cumplir con los plazos establecidos. “Esperamos ponerlo en producción para el tercer trimestre del 2025 en las alturas de Ichuña. El arranque debe ser en julio-agosto, pero la producción debe ser el tercer trimestre del año. Estamos trabajando muy intensamente”, afirmó el ejecutivo durante la entrevista, según consignó el IIMP.
Una mina subterránea con proyección a largo plazo
El proyecto San Gabriel se perfila como una de las iniciativas más importantes para fortalecer el perfil aurífero del país. La mina subterránea tiene una producción anual estimada de entre 150.000 y 160.000 onzas de oro, lo que representa un aporte significativo para la industria minera peruana.
Benavides expresó su optimismo respecto a la vida útil de la mina, que inicialmente se proyecta en 14 o 15 años. Sin embargo, el presidente de Buenaventura no descartó la posibilidad de extender este periodo gracias a futuras exploraciones. “Los viejos mineros nunca pierden las vetas. Así que seguiremos explorando, esta va a ser una mina subterránea y estoy seguro que San Gabriel nos dará mineral para muchísimos años más”, señaló.
El desarrollo de San Gabriel no solo se limita a la extracción de oro, sino que también incluye importantes avances en infraestructura en la región de Ichuña.
Según explicó Benavides, se han construido viviendas, carreteras y se ha mejorado la conectividad eléctrica y digital en la zona, lo que beneficiará tanto a las operaciones mineras como a las comunidades locales.
En cuanto a la logística, el proyecto aprovechará la cercanía del Puerto de Matarani, ubicado en la región de Arequipa, para el transporte del mineral. Benavides destacó que esta infraestructura portuaria es fundamental para garantizar la eficiencia en el traslado de la producción. “La producción de San Gabriel no va a ser de grandes volúmenes y, por lo tanto, tenemos Matarani, que es un puerto minero muy importante. No debe haber ningún problema de infraestructura”, explicó.
Impacto en la comunidad de Ichuña
Además de los beneficios económicos que traerá la producción de oro, el proyecto San Gabriel promete generar un impacto positivo en la comunidad de Ichuña. Benavides subrayó que la cercanía de la mina permitirá que los habitantes de la zona se beneficien directamente de las mejoras en infraestructura y de las oportunidades laborales que se generarán.
“Creo que lo más importante va a ser el impacto sobre el pueblo de Ichuña que se va a beneficiar por la cercanía a la mina de San Gabriel”, afirmó el presidente de Buenaventura, según reportó el IIMP.
Con el inicio de operaciones programado para mediados de 2025, San Gabriel se posiciona como un proyecto estratégico para la Compañía de Minas Buenaventura y para el sector minero peruano en general. La combinación de una producción significativa, una proyección de vida útil extendida y un enfoque en el desarrollo de infraestructura local refuerzan el compromiso de la empresa con el crecimiento sostenible y el impacto positivo en las comunidades cercanas.
El avance de este proyecto será seguido de cerca por la industria minera, ya que representa un ejemplo de cómo la minería puede integrarse con el desarrollo regional y la sostenibilidad.