La minería ilegal de oro continúa expandiéndose en la Amazonía peruana, dejando a su paso un alarmante impacto ambiental. Según el último boletín de Conservación Amazónica – ACCA, diciembre de 2024 cerró con la detección de 41 nuevas dragas mineras en el río Nanay, en la región Loreto, una cifra que refleja el avance descontrolado de esta actividad en la región. En paralelo, las imágenes satelitales de la plataforma RAMI revelaron la pérdida de 172.04 hectáreas de bosque dentro del corredor minero del sur de la Amazonía, un golpe crítico para uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo.
El monitoreo satelital identificó que los principales focos de deforestación se concentran en Loreto y Madre de Dios, donde comunidades nativas, áreas de conservación y concesiones bloqueadas enfrentan un asedio constante. Las zonas más afectadas en diciembre del 2024 fueron:
- Comunidad Nativa San José de Karene (Madre de Dios): Se registraron 21 alertas y la pérdida de 0.78 hectáreas de bosque debido a actividades mineras.
- Concesión Raymundo Aguilar Simaraura: Con 57 alertas, esta área perdió 4.25 hectáreas de bosque.
- Concesión Munay Malquikuna S.R.L.: Registró 44 alertas y la deforestación de 2.9 hectáreas.
- Concesión Extinguida Ceferino Hancco Quispe: Se reportaron 53 alertas, resultando en una pérdida de 1 hectárea de cobertura forestal.
La lucha por proteger el río Nanay
El río Nanay, al norte de la Amazonía, ha visto un incremento preocupante en la actividad minera. Durante 2024, los meses más críticos fueron junio, con 31 nuevas infraestructuras detectadas, y diciembre, con 41. Esto representa una amenaza permanente para más de 500,000 habitantes de la ciudad de Iquitos, quienes dependen de esta fuente de agua para su consumo. Asimismo, pone en peligro la flora y fauna de la región, afectadas directamente por la degradación ambiental y la liberación de contaminantes altamente nocivos.
El impacto ambiental del avance minero se agrava por conflictos legales. El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) y el Ministerio de Energía y Minas (Minem) intentan revertir la anulación de una concesión minera de 1000 hectáreas otorgada en 2023 en el río Nanay a la empresa Raíces Gaddaffy. Durante una audiencia de apelación realizada el 7 de enero, ambas instituciones defendieron que la normativa minera no exige estudios científicos previos.
Sin embargo, Karina Garay, abogada responsable de la demanda que logró la anulación, destacó en entrevista con Inforegión que “otras leyes ambientales y la Constitución Política del Perú obligan a velar por el bienestar general y la sostenibilidad de los recursos naturales”. “La pérdida de bosque tropical implica la desaparición de biodiversidad, alteración de ecosistemas y contaminación de ríos, afectando la salud y el sustento de las comunidades locales”, advierte el boletín RAMI.
Minería ilegal: una amenaza para los bosques amazónicos
En Perú, la minería ilegal en la Amazonía representa un grave peligro para 32 distritos y 22 ríos distribuidos en las regiones de Loreto, Amazonas, San Martín, Huánuco, Ucayali y Madre de Dios, según un análisis que la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) - Perú realizó a mediados del 2024.
El informe, basado en investigaciones académicas, reportajes y evaluaciones técnicas, destaca un marcado incremento de esta actividad ilícita en los últimos tres años. Este crecimiento no solo pone en riesgo la biodiversidad, sino también los recursos hídricos que abarcan más del 60% del territorio nacional.
El estudio señala que el 66.66% de la minería aluvial, llevada a cabo principalmente en las riberas de los ríos, emplea maquinaria prohibida, como dragas de diversos tamaños, para extraer oro de los cursos de agua. La región de Madre de Dios se identifica como la más afectada por esta práctica.
Entre los ríos que han sufrido mayor impacto se encuentran el Marañón, Huallaga, Santiago, Nanay, Napo, Mazán, Curaray, Putumayo, Tapiche, Yaguas, Cenepa, Pachitea, Pozuzo, Yuyapichis, Inambari, Madre de Dios, Malinowski, Punkiri, Pariamanu y otros afluentes de la cuenca del río Madre de Dios.