Alcalde ofrece 5 mil soles de recompensa por el paradero de profesora desaparecida en El Agustino

Un incentivo económico de 5 mil soles fue ofrecido por Richard Soria, alcalde del distrito de El Agustino, a cualquier persona que brinde información crucial para localizar a Leyla Yaneli Cristóbal Penadillo, una profesora de 27 años desaparecida desde el pasado 31 de diciembre de 2024. Con hoy se cumplen más de dos semanas sin saber de ella.

El burgomaestre declaró que el monto proviene de sus recursos personales y destacó la importancia de cualquier dato que permita ubicar a la joven. “El teléfono al que pueden comunicarse para efectos de esta recompensa es el 969 196 495″, informó.

La desaparición de Cristóbal Penadillo generó una fuerte conmoción en la comunidad, especialmente tras conocerse que fue vista por última vez junto a su pareja, Roberto Palomino Romero, en circunstancias que ahora están bajo investigación.

La joven, captada por cámaras de seguridad, fue víctima de una agresión física por parte de Palomino en plena vía pública antes de dirigirse con él a su vivienda. Desde entonces, su paradero sigue siendo un misterio.

En un esfuerzo por intensificar la búsqueda, la municipalidad de El Agustino ha dispuesto el uso de cámaras de reconocimiento facial para rastrear los últimos movimientos de Leyla. Mientras tanto, la Policía Nacional del Perú (PNP) continúa con las investigaciones, en colaboración con la familia de la joven.

Sin embargo, la madre de Leyla, Soraida Penadillo, ha expresado su frustración ante los pocos avances concretos. “La investigación sigue, pero quisiera que se acelere. Solo quiero que ubiquen a mi hija”, declaró.

Entre las exigencias principales de la familia figura el análisis detallado del celular de la profesora, considerado una pieza clave en el caso. También han solicitado que se acceda a la geolocalización del dispositivo para determinar su último punto de actividad. En las últimas horas, las autoridades han confirmado que procederán a analizar el chip del teléfono en busca de posibles pistas.

Como parte de las diligencias, se llevaron a cabo análisis con luminol en la vivienda de Palomino Romero, el principal sospechoso en el caso. Sin embargo, los resultados iniciales no aportaron suficiente evidencia. De acuerdo con Soraida Penadillo, solo se encontraron pequeñas trazas de sangre en una prenda de vestir, lo cual no ha sido suficiente para realizar un examen de ADN.

Adicionalmente, la familia informó sobre un hallazgo de sangre en unas escaleras del distrito, pero las autoridades no pudieron establecer una conexión directa con Leyla. La madre de la joven insistió en la necesidad de realizar pruebas adicionales en busca de cualquier indicio que permita esclarecer el caso.

El caso tomó un giro inesperado con la muerte de Palomino Romero en la carceleta de la Comisaría PNP San Cayetano, donde se encontraba detenido tras ser identificado como el último en ver a Leyla y como su agresor en el video de vigilancia. Según la PNP, Palomino se habría quitado la vida utilizando una sábana pocas horas después de ser interrogado.

Para Soraida Penadillo, la muerte del principal sospechoso ha complicado aún más la investigación. “Yo trataba de sacarle información, que me dijera dónde está mi hija. Ahora ya no puedo hacer nada. Solo quiero encontrarla”, afirmó. La madre de la joven pidió que se analice a fondo el celular del fallecido, ya que podría contener información crucial sobre lo sucedido.

El caso de Leyla Yaneli Cristóbal se suma a una preocupante cifra de desapariciones en el país. Según el portal de desaparecidos del Ministerio del Interior y la PNP, entre enero y octubre de 2024 se reportaron 14.919 casos de personas desaparecidas, incluidos niños, adolescentes y adultos.

La familia de Leyla ha habilitado el número 971 828 144 para recibir información adicional que pueda contribuir a localizarla. Mientras tanto, las autoridades continúan investigando tanto su desaparición como las circunstancias del fallecimiento de Palomino, con el objetivo de esclarecer los hechos en un caso que ha generado conmoción y solidaridad en la comunidad de El Agustino.