Lima: por qué se le conoce como la ‘Ciudad de los Reyes’ si nunca tuvo un rey en su historia

Aunque nunca tuvo un rey, Lima tiene un fuerte vínculo con eventos religiosos y decisiones estratégicas tomadas durante la época colonial.

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La "Ciudad de los Reyes"
La "Ciudad de los Reyes" no debe su nombre a un rey en particular, sino a una tradición religiosa vinculada a la Epifanía. Lima, como capital del Virreinato, reflejaba la influencia de la monarquía española. (El Peruano)

Desde su fundación en 1535, Lima ha sido conocida como la “Ciudad de los Reyes”, un título que refleja no solo la importancia histórica de la capital peruana, sino también sus conexiones religiosas y políticas con la monarquía española.

Sin embargo, este nombre resulta curioso al tratarse de una ciudad que, en términos reales, nunca estuvo gobernada por un rey, ni local ni extranjero.

La respuesta a esta paradoja se encuentra en la convergencia de factores religiosos y la política colonial, elementos clave para entender el origen y la permanencia de este apelativo en la historia de Lima.

El nacimiento de un nombre legendario

Lima fue bautizada como "Ciudad
Lima fue bautizada como "Ciudad de los Reyes" por Pizarro al coincidir con la celebración de la Epifanía. Este gesto dejó una huella profunda en la historia de la capital peruana, reflejando su contexto religioso. (Andina)

Lima fue fundada en 1535 por el conquistador Francisco Pizarro, quien eligió el valle del Rímac, en la costa peruana, para erigir la nueva capital del Virreinato del Perú.

El nombre de la ciudad, “Ciudad de los Reyes”, fue dado por Pizarro en honor a la fiesta católica de la Epifanía, celebrada el 6 de enero, fecha en la que los Reyes Magos visitaron al niño Jesús en Belén.

Este detalle religioso fue el principal motivo para darle el nombre, sin relación alguna con una figura real o monárquica.

La importancia de la Epifanía

Al fundar Lima, Pizarro no
Al fundar Lima, Pizarro no solo honró un lugar, sino una festividad católica de gran impacto en la época colonial. La Epifanía, celebrada con devoción el 6 de enero, se vinculó a la ciudad con el título de "Ciudad de los Reyes". (Andina)

La razón detrás de la elección de esta fecha tiene que ver con las prácticas religiosas de la época colonial, cuando las festividades cristianas tenían una gran influencia sobre la vida cotidiana y la toma de decisiones.

La llegada de los Reyes Magos era celebrada con gran fervor en las ciudades coloniales, y su simbolismo de “reyes” estaba profundamente arraigado en la cultura católica.

Pizarro, al fundar la ciudad, quiso honrar esa tradición, vinculando el acto de fundación con un evento de gran significado religioso, otorgándole a Lima un halo de importancia divina.

La explicación más popular

La versión más común sobre
La versión más común sobre el nombre de Lima radica en la relación con la fiesta religiosa de la Epifanía. Durante la época colonial, esta tradición católica dio a la ciudad el título de "Ciudad de los Reyes". (Andina)

Aunque la versión más popular indica que Lima recibió su título por la Epifanía, existe otra interpretación que relaciona este nombre con la monarquía española.

Durante la época colonial, la ciudad era un centro neurálgico del poder imperial en Sudamérica, y el uso de “reyes” en su denominación también podría haber sido una forma de resaltar su conexión con la Corona española.

Lima se convirtió en la sede del Virreinato del Perú, lo que la dotó de una relevancia política y administrativa que justificaba, desde una perspectiva colonial, su vinculación con la monarquía europea.

Además, las festividades en honor a los Reyes Magos también eran una forma de fortalecer la identidad imperial y reforzar el vínculo entre la colonia y la monarquía.

De “Ciudad de los Reyes” a Lima

Con el paso del tiempo,
Con el paso del tiempo, el título "Ciudad de los Reyes" fue dejando paso a la denominación simplificada de Lima. Los habitantes comenzaron a usar el nombre indígena, manteniendo el lazo histórico intacto. (Andina)

A pesar de su nombre inicial, con el tiempo el título de “Ciudad de los Reyes” comenzó a perder uso en el ámbito cotidiano, especialmente entre los habitantes locales.

En lugar de utilizar esta larga denominación, los peruanos comenzaron a referirse a la ciudad por el nombre que usaban los indígenas para describir el lugar: Lima.

Así, el nombre original se fue diluyendo, pero su vínculo con la historia religiosa y colonial perduró a lo largo de los siglos. A medida que Lima crecía y se consolidaba como una de las ciudades más importantes de América del Sur, el nombre de “Ciudad de los Reyes” pasó a la historia, dejando paso al nombre más sencillo y práctico de Lima, que sigue siendo usado hoy en día.

La evolución de Lima y su nombre también refleja el cambio en las prioridades políticas y culturales de la ciudad, que, aunque fundada bajo el simbolismo de la monarquía y la religión, con el paso de los años se fue adaptando a las influencias de su gente y su entorno.

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