El inicio del tan esperado ajuste salarial para la Policía Nacional del Perú (PNP) y las Fuerzas Armadas mantiene expectante a miles de sus integrantes. La implementación del aumento, que aplicará para el personal en actividad y pensionistas, fue oficializada con la reciente aprobación de la Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2025. La decisión, de acuerdo al gobierno, promete impactar de forma significativa a este sector clave del país.
A partir de enero de 2025, y de manera escalonada, se empezará a aplicar este incremento en los ingresos de los miembros de las Fuerzas Armadas y la PNP. Según lo establecido, el ajuste salarial se distribuirá en tres fases: enero, julio y diciembre del mismo año, mientras que un cuarto aumento podría programarse para junio de 2026.
Este esquema gradual fue diseñado tras las propuestas presentadas por los ministerios de Defensa e Interior al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), y también contempla a los pensionistas bajo el Decreto Ley 19846 y las cuentas montepío.
Compromiso con el personal
El gobierno reafirmó su compromiso con las fuerzas de seguridad a través de la presidenta de la República, Dina Boluarte, quien destacó la relevancia de esta medida en su mensaje a la nación el pasado 28 de julio.
Asimismo, en las últimas semanas, el ministro de Defensa, Walter Astudillo, defendió la importancia de este ajuste durante su pasada intervención en el Congreso de la República y señaló que se trata de un reconocimiento a la entrega y sacrificio de los efectivos que salvaguardan la seguridad del país, especialmente en regiones como el Vraem y el Putumayo, donde enfrentan amenazas del narcoterrorismo.
En ese momento, Astudillo también pidió la eliminación de restricciones que limitaban incrementos salariales en presupuestos anteriores y subrayó que este aumento busca mejorar las condiciones de vida de quienes, por la naturaleza de su labor, no tienen derechos laborales como la sindicalización o la huelga.
Aumento presupuestal
La Ley de Presupuesto del Sector Público para 2025 asigna al sector Defensa un monto total de S/ 8,893.1 millones, lo que representa un incremento del 2.8 % en comparación con el presupuesto inicial de 2024. Este aumento no solo permitirá financiar el ajuste salarial, sino también cubrirá gastos operativos y proyectos clave que buscan fortalecer la infraestructura y la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas.
Dentro de este presupuesto, el 64.4 % de los recursos estará destinado al pago de personal activo y pensionistas, mientras que el 36.6 % cubrirá otros gastos operativos.
Además, se han asignado partidas específicas para diversas áreas estratégicas: S/ 185.5 millones para combatir el terrorismo, S/ 447.8 millones para emergencias y desastres naturales, y S/ 4 millones para la lucha contra la minería ilegal. También se contempla una inversión de S/ 1.4 millones en proyectos relacionados con el desarrollo tecnológico y la innovación.
Control interno
El ajuste salarial también se produce en un contexto donde las Fuerzas Armadas y la PNP están más involucradas en el control interno, debido al estado de emergencia vigente en 14 distritos de Lima Metropolitana y el Callao. Esta situación ha llevado a una colaboración estrecha entre ambas instituciones para combatir el incremento de la criminalidad en las zonas más conflictivas.
Los reciente operativos de las fuerzas del orden incluyen patrullajes móviles y controles de identidad en áreas con altos índices de delincuencia. Bernardo Ghersi Prado, General de Brigada y jefe de la División de Personal del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, resaltó que estas acciones reflejan el compromiso del Estado en garantizar el orden público.
“Estamos organizados y capacitados para apoyar con firmeza a la Policía Nacional en la lucha contra la delincuencia”, afirmó.
En este marco, los ajustes presupuestales y salariales buscan no solo dignificar la labor del personal militar y policial, sino también reforzar la capacidad del Estado para enfrentar las amenazas a la seguridad y el bienestar ciudadano, principalmente cuando se vive a diario un clima de alta inseguridad ciudadana en el país.