Esta tarde, la fuerza de la naturaleza sorprendió al sector costero de Tumbes y Piura, cuando oleajes de gran intensidad causaron daños materiales en viviendas y comercios cercanos al mar. A través de videos que se difundieron en las redes sociales, se observó cómo el agua se desprendió de su zona marítima y llegó a tierra, similar a un tsunami.
Tres días atrás, la Marina de Guerra del Perú (MGP) ya había advertido sobre el fuerte oleaje o maretazo que ha provocado daños en los muelles artesanales y ha afectado a algunas embarcaciones. También alcanzó negocios ubicados en las cercanías de la playa, especialmente en Máncora, los muelles de Lobitos, Talara, Cabo Blanco, El Ñuro, La Caleta y Los Órganos.
¿Qué es un maretazo?
Un fuerte oleaje o maretazo se refiere a un fenómeno oceánico caracterizado por el aumento repentino de la altura de las olas en el mar, lo que provoca condiciones de mar agitado y peligroso. Este fenómeno es comúnmente asociado a vientos fuertes, tormentas o cambios en la presión atmosférica, y puede ser más intenso en determinadas regiones costeras, afectando la navegación, las actividades pesqueras y las zonas costeras.
En otras palabras, el maretazo, también conocido como “oleaje anómalo”, ocurre cuando las olas superan los niveles habituales y pueden causar daños a la infraestructura costera, como playas, malecones y embarcaderos. Este fenómeno también puede poner en riesgo la seguridad de quienes practican actividades acuáticas, como surfistas y nadadores.
Características de un maretazo
Un maretazo o fuerte oleaje tiene varias características distintivas que lo diferencian de las condiciones normales del mar como las siguientes:
- Aumento repentino de la altura de las olas: el maretazo se caracteriza por olas de mayor altura de lo usual, que pueden superar los 2 a 3 metros en algunas regiones, e incluso alcanzar alturas mucho mayores. Este aumento puede ser repentino y no siempre se espera con antelación.
- Oleaje fuerte y agitado: las olas durante un maretazo son mucho más intensas y agresivas, lo que provoca un mar agitado. Esto puede dificultar la navegación y las actividades en la playa, ya que las olas son más poderosas y peligrosas.
- Peligro para las costas: las olas generadas por el maretazo pueden generar fuertes impactos contra la costa, lo que puede causar erosión en las playas, dañar infraestructura costera (como muelles, malecones y viviendas cercanas al mar), e inundaciones en áreas bajas.
- Condiciones meteorológicas extremas: los maretazos suelen estar relacionados con condiciones meteorológicas adversas, como tormentas, cambios abruptos en la presión atmosférica, o la influencia de fenómenos naturales como El Niño. Estos factores pueden generar vientos fuertes que incrementan la altura de las olas.
- Duración variable: un maretazo puede durar desde algunas horas hasta varios días, dependiendo de las condiciones meteorológicas que lo originan. Sin embargo, en general, estos fenómenos tienden a ser temporales.
- Riesgo para actividades marítimas: el fuerte oleaje hace que actividades como la navegación, la pesca, el surf y el baño en el mar sean peligrosas. En ocasiones, las autoridades emiten alertas para evitar accidentes en zonas afectadas.
¿Qué hacer cuando ocurre un maretazo?
Cuando ocurre un maretazo u oleaje anómalo, es importante tomar medidas de precaución para evitar accidentes y proteger tanto a las personas como a las infraestructuras costeras. Aquí algunas recomendaciones clave sobre qué hacer durante un maretazo:
- Evitar actividades acuáticas: no es seguro practicar deportes acuáticos, como nadar, surfear o navegar durante un maretazo debido a la fuerza de las olas y el riesgo de arrastre o accidentes. Es crucial que las autoridades emitan advertencias sobre la peligrosidad del mar.
- Estar atento a las alertas meteorológicas: es importante seguir las recomendaciones y alertas emitidas por las autoridades locales, como los servicios de meteorología y defensa civil.
- Evitar acercarse a la orilla: durante un maretazo, las olas pueden romper con mucha más fuerza y llegar más lejos de lo habitual. Se debe evitar acercarse a la orilla, especialmente en playas con alto oleaje, ya que el mar puede arrastrar a las personas o causarles lesiones.
- Asegurar estructuras costeras: si hay infraestructura cerca de la playa (como malecones, muelles, viviendas), es fundamental asegurarlas adecuadamente para prevenir daños por el impacto de las olas.
- Tomar precauciones en zonas de riesgo: las áreas de baja altitud y zonas costeras que están propensas a inundaciones deben ser evacuadas si es necesario. Las personas que vivan en zonas vulnerables deben estar alerta ante posibles oleajes que puedan afectar sus viviendas.
- Mantenerse informado: escuchar las recomendaciones de las autoridades locales y medios de comunicación es clave para recibir actualizaciones sobre la evolución del fenómeno.
- Mantener a los niños y mascotas alejados de la playa: debido a la fuerza del oleaje, es recomendable mantener a los niños, las mascotas y cualquier persona sin experiencia en actividades acuáticas alejados de la zona costera.
¿Por qué ocurren los maretazos?
Los maretazos u oleajes fuertes ocurren debido a una combinación de factores meteorológicos y oceanográficos. El viento, especialmente en zonas de tormentas o huracanes, genera grandes olas al transferir su energía a la superficie del agua. Además, fenómenos como el aumento de la presión atmosférica, los cambios de temperatura o la interacción con corrientes oceánicas también contribuyen a su formación.
Los maretazos pueden intensificarse si las olas viajan largas distancias sin dispersarse, fenómeno conocido como “oleaje de fondo”.
¿Por qué son peligrosas las olas del maretazo?
Las olas de 3 metros durante un maretazo u oleaje anómalo son peligrosas debido a su fuerza y tamaño. Estas olas pueden arrastrar a los bañistas o embarcaciones, aumentando el riesgo de ahogamientos y accidentes.
La energía generada por el impacto de estas olas puede causar lesiones graves, como fracturas o contusiones. Además, las olas grandes pueden generar corrientes fuertes, dificultando la capacidad de los nadadores para regresar a la orilla.