“El presidente regional pide 1 millón 300 mil soles”: Testigos revelan nuevos detalles en juicio contra Martín Vizcarra

El juicio oral contra el expresidente Martín Vizcarra por el presunto delito de cohecho pasivo continuó esta tarde con las declaraciones de tres testigos clave: Jorge Iturrizaga Santos, gerente general de la empresa constructora INCOT; Carlos Aranda, exconductor del entonces ministro José Manuel Hernández; y Jaime Salazar, chofer del empresario José Fernando Castillo Dibós, exgerente comercial de ICCGSA. Los testimonios se presentaron ante el Cuarto Juzgado Penal Colegiado en el marco del caso de los sobornos que, según la Fiscalía, habría recibido Vizcarra durante su gestión como gobernador de Moquegua, entre 2011 y 2014.

Cabe recordar que INCOT, como parte de un consorcio con ICCGSA, obtuvo la adjudicación para la construcción del Hospital de Moquegua en 2013, una de las dos obras por las que el exmandatario está siendo procesado. Por este caso, el Ministerio Público solicita una pena de 15 años de prisión para Vizcarra Cornejo.

La audiencia inició pasadas las 2 de la tarde del 26 de diciembre. El primer testigo en declarar fue Jorge Iturrizaga, exgerente general de INCOT, quien recordó que en noviembre de 2013 recibió una llamada de Javier Jordán, representante del Consorcio Hospitalario Moquegua. Jordán le informó que, durante el CADE Empresarial de ese año, Rafael Granados, gerente comercial de ICCGSA, fue abordado por funcionarios del Gobierno Regional de Moquegua, quienes solicitaron un aporte de 1 millón 300 mil soles como condición para otorgar la “no objeción” y, posteriormente, firmar el contrato de la obra.

El empresario expresó su malestar por el pedido adicional de un aporte, pues ya se había acordado un descuento comercial. Sin embargo, aceptó reunirse con Jordán para realizar una llamada telefónica con Granados en una cafetería del Óvalo Monitor, en La Molina. Tras esa conversación, Iturrizaga dejó el asunto en manos de sus colegas.

Iturrizaga precisó que días antes de recibir esta llamada, participó en una reunión con funcionarios de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés), organismo encargado de adjudicar la obra, junto con Javier Jordán y Rafael Granados. En dicho encuentro se acordó otorgar un descuento en la propuesta económica presentada.

“Nosotros presentamos nuestra oferta y, a los días, la UNOPS nos convocó a una reunión en sus oficinas. Allí nos informaron que teníamos la mejor oferta, pero que debíamos considerar un descuento porque el Gobierno Regional de Moquegua tenía un problema presupuestal”, explicó.

El segundo testigo en declarar ante el Cuarto Juzgado Penal Colegiado fue Carlos Aranda, quien trabajó como chofer del exministro de Agricultura, José Manuel Hernández. Durante su testimonio, Aranda reconoció haber trasladado al ingeniero Hernández “en varias oportunidades” a las oficinas de ICCGSA, ubicadas en San Isidro, entre 2014 y 2015. También afirmó haberse encontrado personalmente con Martín Vizcarra en dos ocasiones.

En su testimonio, Carlos Aranda relató una segunda ocasión en la que recibió un encargo del ingeniero José Manuel Hernández.

“La segunda vez, el ingeniero Hernández me llamó a su oficina y me encargó llevar un sobre manila doblado en dos. Me entregó también un papelito con la dirección”, declaró. Ante la pregunta de si el sobre contenía algo relativamente grande, dijo que “sí”. Asimismo, señaló que lo llevó a la dirección indicada por el exministro, la cual coincidía con el lugar donde previamente habían dejado a Vizcarra.

Este encargo, según Aranda, se repitió en otra oportunidad. En esa ocasión, acudió nuevamente al edificio donde residía Vizcarra para dejar otro sobre manila en recepción. “El señor Vizcarra no estaba, y (Hernández) me dijo que lo dejara en recepción”, señaló.

El último en declarar durante la audiencia fue Jaime Salazar, chofer del empresario José Fernando Castillo Dibós, exgerente comercial de ICCGSA. En su testimonio, Salazar relató un episodio en el que trasladó a Castillo Dibós a una casa en el distrito de La Molina, donde el empresario participó en una reunión en la que también estuvo presente Martín Vizcarra.

Salazar explicó que inicialmente Castillo Dibós le indicó que debía llevarlo a un domicilio en La Molina, pero sin proporcionarle una dirección exacta. El chofer avanzó hasta la zona de Molicentro, desde donde el empresario lo fue guiando hacia el destino. Según Salazar, dejó a Castillo Dibós en una casa donde había entre dos y tres vehículos oscuros con lunas polarizadas estacionados. Lo peculiar, afirmó, es que estos autos parecían oficiales y estaban acompañados por hombres vestidos con ternos y con “porte militar”.

Después de esperar aproximadamente una hora estacionado a unos 20 metros de la vivienda, Salazar observó a Castillo Dibós salir solo. Sin embargo, detrás de él apareció un hombre alto, con lentes y vestido con terno, quien le resultó familiar: era Martín Vizcarra.

En la próxima sesión programada para el 9 de enero, que se llevará a cabo de 8:30 a.m. a 1:00 p.m., declararán Karem Roca, Marta Gutiérrez Yupanqui, Celia Elizabeth Cruz Quispe e Iván Eduardo Manchego. Las siguientes sesiones serán el 13, 20 y 27 de enero.