Cuidado facial: estos son los beneficios de lavarse la cara con sal cada mañana

En la actualidad, los productos de skincare se han popularizado entre los peruanos. En nuestro país, la limpieza, la hidratación y el uso del bloqueador o protector solar son conocidos como los pasos básicos en cuanto al cuidado de la piel.

Sin embargo, el costo de estos productos dermatológicos suele ser alto, por lo que muchas personas buscan remedios caseros para tener una piel más sana y radiante. Entre ellos hay uno que puede prepararse en base a dos ingredientes comunes en los hogares y cuyo costo es bastante accesible: el agua con sal.

El agua combinada con sal es ideal para el cuidado facial, ya que ofrece varios beneficios si se aplica por las mañanas. Esta mezcla contiene propiedades que van más allá de una limpieza superficial, ya que la sal posee minerales como magnesio, calcio y potasio, los cuales son beneficiosos para la piel.

Al disolver la sal en agua, se obtiene una mezcla isotónica que ayuda a equilibrar el pH de la piel, facilitando la eliminación de impurezas y manteniendo la hidratación necesaria. Este remedio casero para el cuidado facial tiene varias propiedades que benefician la piel cuando se realiza cada mañana:

• Repone los minerales: la sal es rica en minerales, y durante la noche, el cuerpo generalmente pierde estos minerales a través del sudor. Por ello, al lavar la cara con sal por la mañana, se repone el porcentaje perdido, lo que contribuye a una piel más saludable y de mejor aspecto.
• Mejora la circulación sanguínea: la sal tiene propiedades activadoras que ayudan a que la piel luzca más tersa y joven. Al devolverle la tensión a la dermis, también contribuye a reducir la flacidez.
• Posee propiedades antisépticas: al levantarse, es esencial desinfectar la cara. Una forma natural de eliminar las impurezas y evitar que las bacterias causen la aparición de granos o problemas de acné es utilizando sal, ya que sus propiedades antisépticas ayudan a limpiar los poros de las impurezas acumuladas durante la noche.
• Tiene propiedades astringentes: la sal marina, gracias a su efecto astringente, tiene la capacidad de absorber el exceso de sebo en la piel, lo que contribuye a reducir la aparición y producción de acné en las pieles grasas. Es ampliamente conocido que el exceso de sebo es una de las principales causas de las imperfecciones y los granos en la piel. Por esta razón, si se pudiera neutralizar este exceso, muchas de las imperfecciones y riesgos desaparecerían. Es importante señalar que el lavado de cara es especialmente importante para aquellas personas con piel grasa, ya que puede ayudar a mantener la piel más equilibrada y libre de impurezas.
• Rejuvenece de manera natural la piel: los signos de envejecimiento suelen hacerse evidentes, especialmente cuando la piel pierde firmeza. En esos momentos, cuando la elasticidad de la piel disminuye, se presentan los peores signos de envejecimiento, como el tono apagado y la apariencia cansada. Como se ha mencionado anteriormente, la sal es un mineral que ofrece varios beneficios para frenar este proceso de envejecimiento. Así, puede ser una excelente opción para lograr un aspecto más rejuvenecido, fresco y luminoso.

Para realizar el procedimiento de forma adecuada, se debe preparar una solución con agua tibia y sal marina. Luego, se moja la cara con esta agua y se aplica la mezcla de sal y agua sobre la piel con la yema de los dedos, realizando movimientos circulares.

Es importante no usar demasiada sal, ya que podría irritar la piel. Si se tienen heridas abiertas o la piel es sensible, es preferible optar por métodos de limpieza más suaves.

Entre los beneficios de lavarse la cara con agua y sal es que esta última mejora la circulación sanguínea en la cara, lo cual favorece el flujo de nutrientes y oxígeno hacia las células de la piel, lo que ayuda a mantenerla sana y radiante.

Al mejorar la circulación, se estimula la producción de colágeno y elastina, proteínas esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel. Esto contribuye a reducir la aparición de arrugas y flacidez, haciendo que la piel se vea más tersa y joven.

Además, una circulación óptima elimina toxinas de manera más eficiente, lo que previene la acumulación de impurezas y mejora el tono y la textura de la piel.

Lavarse la cara por la mañana es fundamental para mantener una piel saludable. Durante la noche, la piel acumula impurezas, sebo y células muertas que obstruyen los poros. Al limpiar el rostro, se elimina esta suciedad, evitando la aparición de brotes de acné y otros problemas cutáneos.

Además, al lavar la cara, se estimula la circulación sanguínea, lo que favorece una apariencia más fresca y radiante. Este hábito también prepara la piel para los productos de cuidado facial, como cremas hidratantes o bloqueador solar.

Lavarse la cara con agua fría ofrece varios beneficios para la piel. El agua fría ayuda a cerrar los poros, lo que puede reducir la acumulación de impurezas y prevenir la aparición de puntos negros y acné. Además, activa la circulación sanguínea, lo que favorece una piel más radiante y saludable.

El frío también tiene un efecto calmante, aliviando la inflamación y disminuyendo la aparición de enrojecimiento o irritación. A diferencia del agua caliente, que puede resecar y despojar a la piel de sus aceites naturales, el agua fría ayuda a mantener su hidratación y elasticidad.

No lavarse la cara por la mañana puede afectar la salud de la piel al acumular impurezas, restos de productos aplicados antes de dormir, y el sudor generado durante la noche. Esto puede obstruir los poros, favoreciendo la aparición de puntos negros, acné e irritaciones.

Además, la piel pierde la oportunidad de eliminar células muertas, lo que afecta su renovación natural y provoca un aspecto opaco. También se reduce la eficacia de los productos de cuidado aplicados después, ya que no penetran adecuadamente.

Una limpieza suave matutina es esencial para mantener la piel saludable, equilibrada y preparada para el día.