No es Perú: este es el país de Sudamérica que más cobre produce en el mundo con 5 millones de toneladas al año

El cobre es uno de los metales más valorados en el mundo debido a sus propiedades excepcionales y a su importancia en una amplia gama de industrias. Entre sus características más destacadas se encuentran su alta conductividad eléctrica y térmica, lo que lo convierte en un material esencial para cables, sistemas eléctricos y electrónicos, y dispositivos de calefacción. Además, su ductilidad y maleabilidad permiten moldearlo en alambres y láminas, facilitando su uso en diversos sectores. Otra cualidad significativa es su resistencia a la corrosión, que asegura su durabilidad en condiciones ambientales adversas.

En cuanto a sus aplicaciones, el cobre es fundamental en la industria eléctrica y electrónica, siendo el material principal para cables, motores, transformadores y circuitos impresos. En la construcción, se utiliza en sistemas de plomería y revestimientos debido a su resistencia y propiedades antimicrobianas. En el sector transporte, su papel es crucial en vehículos eléctricos y convencionales, empleándose en sistemas de cableado y componentes electrónicos para mejorar la eficiencia. En Sudamérica, dos países son cruciales para su producción a nivel mundial, siendo uno el líder de la industria en el planeta.

Chile es el principal productor mundial de cobre, con una producción que ha oscilado en los últimos años. En 2023, el país produjo aproximadamente 5 millones de toneladas de cobre, lo que representó una disminución de 330 mil toneladas en comparación con el año anterior y constituyó el volumen más bajo de todo el periodo observado.

Para 2024, se proyecta que la producción chilena alcance alrededor de 5,63 millones de toneladas, lo que representaría un incremento del 5,7% respecto al año anterior. Además, se espera que en 2025 la producción aumente un 6% adicional, alcanzando aproximadamente 5,73 millones de toneladas.

Perú ha sido históricamente uno de los principales productores de cobre a nivel mundial. En 2023, el país alcanzó una producción récord de aproximadamente 2,76 millones de toneladas métricas finas, lo que representó un incremento del 12,7% respecto al año anterior.

Sin embargo, en 2024, la República Democrática del Congo superó a Perú, posicionándose como el segundo mayor productor mundial de cobre, con una producción estimada de 2,84 millones de toneladas.

A pesar de este desplazamiento en el ranking, Perú mantiene una posición destacada en el mercado global del cobre y continúa siendo un actor clave en la industria minera internacional.

El precio del cobre se encuentra alrededor de S/ 29 por kilogramo. El costo del metal está influenciado por una serie de factores globales y locales que determinan la dinámica del mercado.

Uno de los aspectos principales que afecta el costo del cobre es la demanda mundial, que se ha mantenido alta debido al crecimiento de tecnologías verdes y la transición hacia energías más limpias. Por otro lado, la oferta también juega un papel crucial. Problemas como conflictos laborales en minas, desastres naturales o restricciones regulatorias pueden reducir la disponibilidad del metal, generando alzas en su cotización.

Además, las políticas económicas y monetarias también tienen un impacto directo. Las fluctuaciones en el tipo de cambio entre el dólar estadounidense y el sol peruano afectan el precio del cobre en la moneda local, mientras que las regulaciones mineras y políticas comerciales locales influyen en los costos de producción y exportación.

El panorama futuro sugiere que el precio del cobre se mantendrá alto en los próximos años, impulsado por la continua electrificación de las industrias y el auge de las energías renovables. Para Perú, este escenario representa una oportunidad para consolidar su posición como uno de los principales exportadores del mundo, pero también implica desafíos en términos de sostenibilidad ambiental y equidad social en las zonas mineras.

En agosto, Luis Miguel Castilla, director de Videnza Instituto y exministro de Economía, ha alertado sobre una potencial migración de la minería ilegal del oro al cobre en el Perú. Durante una entrevista en el programa Diálogos Mineros del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), explicó que esto se debe a que el cobre se está volviendo más atractivo por su papel en la transición energética, lo que incrementaría su valor en el mercado internacional.

“Lo que pasa es que el oro, uno, ya no lo saca de los ríos, sino que ahora se puede sacar de los socavones y la tecnología no es muy distinta. Involucra insumos químicos similares, explosivos y lo que se está viendo es que en la minería cuprífera pueda haber casos en donde esta actividad ilegal se amplíe”, comentó Castilla.

En esa línea, el exministro de Economía expresó su preocupación por la falta de seguridad jurídica y ciudadana en el país, la cual fortalece a los grupos dedicados a esta economía ilegal, que ya supera al narcotráfico en términos monetarios, por más de S/22.700 millones al año, lo que equivale al 2,5% del producto bruto interno (PBI).

El cobre es un metal esencial en la economía global, y su comercio se centra en mercados clave que facilitan su transacción y determinan su precio. Las principales bolsas donde se negocia el cobre son:

• Bolsa de Metales de Londres (LME): Es la plataforma líder mundial para la negociación de metales no ferrosos, incluyendo el cobre. La LME establece precios de referencia que influyen en las transacciones internacionales de este metal.
• COMEX de la Bolsa Mercantil de Nueva York: Parte del Grupo CME, COMEX es un mercado significativo para futuros y opciones de metales, donde el cobre es uno de los principales productos negociados.
• Bolsa de Metales de Shanghái (SHFE): En el contexto asiático, la SHFE desempeña un papel crucial en la fijación de precios y en la negociación de contratos de cobre, reflejando la creciente demanda de China.

En cuanto a los países productores, Chile lidera la producción mundial de cobre, seguido por Perú y China. Estos países cuentan con vastas reservas y una infraestructura minera desarrollada que les permite satisfacer una parte significativa de la demanda global.

El símbolo químico del cobre es ‘Cu’, derivado del término latino ‘cuprum’, que significa “metal de Chipre”. Esta denominación se originó debido a la relevancia histórica de las minas de cobre en la isla de Chipre durante la época grecorromana.

En la antigüedad, los alquimistas representaban al cobre con el símbolo ♀, que también simbolizaba al planeta Venus, a la diosa griega Afrodita y al género femenino. Esta asociación podría estar relacionada con la veneración de la diosa fenicia Astarté, equivalente a Afrodita, en Chipre, isla reconocida por sus yacimientos de cobre.

• Color y brillo: Presenta un tono rojizo con un brillo metálico característico.
• Densidad: Tiene una densidad de 8,96 gramos por centímetro cúbico, lo que lo hace relativamente pesado.
• Punto de fusión y ebullición: Fundido a 1.083,4 °C y hierve a 2.595 °C, lo que indica su estabilidad a altas temperaturas.
• Conductividad térmica y eléctrica: Es altamente eficiente en la conducción de calor y electricidad, siendo superado solo por la plata en este aspecto.
• Maleabilidad y ductilidad: Puede deformarse en láminas delgadas y estirarse en hilos finos sin romperse, lo que facilita su uso en diversas aplicaciones industriales.
• Dureza: En la escala de Mohs, posee una dureza de 3, lo que lo clasifica como un metal relativamente blando.
• Resistencia a la tracción: Soporta esfuerzos de estiramiento con un valor de 210 MPa, mostrando una buena resistencia mecánica.
• Estructura cristalina: Su disposición atómica es cúbica centrada en las caras, lo que influye en sus propiedades mecánicas y de conducción.