9 frutas que ayudan a prevenir las cataratas y el glaucoma, protegen los ojos de los rayos solares y mejoran la visión nocturna

Por un lado, más del 50% de los pacientes que tienen glaucoma no saben que lo padecen, advirtió el Ministerio de Salud (Minsa) en marzo de 2021. Por otro lado, entre el 2023 y el 2024 el Instituto Nacional de Oftalmología (INO) realizó más de 7.300 cirugías por cataratas, enfermedad que es la principal causa de ceguera en el país.

Estas dos enfermedades que afectan la salud ocular se encuentran entre las más comunes en Perú. Sin embargo, existen alimentos que contribuyen al buen funcionamiento de los ojos tales como las frutas ricas en luteína. Esta última es un pigmento amarillo que forma parte de la familia de los carotenoides y juega un papel fundamental en el organismo, destacándose principalmente por sus propiedades antioxidantes.

La luteína, conocida como “la vitamina del ojo” está presente en varios alimentos que, al ser incorporados a la dieta diaria, pueden proporcionar múltiples beneficios, especialmente para la salud ocular. Entre las principales frutas en las que se encuentra presente la luteína destacan las siguientes:

1. Kiwi
2. Arándanos
3. Ciruela
4. Naranja
5. Frambuesa
6. Manzana
7. Pera
8. Papaya
9. Mango

Entre los principales beneficios de la luteína se encuentran los siguientes:

• Prevención de cataratas y glaucoma: gracias a su función antioxidante, la luteína combate la formación de cataratas al absorber la luz ultravioleta. En cuanto al glaucoma, se trata de una enfermedad que surge debido a un aumento de la presión ocular causado por fallos en el sistema de drenaje de los ojos. Este trastorno, que puede ser hereditario, daña el nervio óptico y provoca la pérdida de visión. La luteína contribuye a reducir el riesgo de desarrollar esta afección.
• Filtro solar natural: en la retina ocular se acumula luteína, este pigmento amarillento protege el ojo de los efectos nocivos de los rayos solares. Además, este pigmento también protege las células de los daños causados por los radicales libres generados por la radiación solar.
• Mejora de la visión nocturna: algunas personas experimentan dificultades para ver en la oscuridad o con poca luz, una condición conocida como ceguera nocturna. En esos casos, se recomienda incorporar luteína a la dieta para mejorar la capacidad visual en esas circunstancias.
• Previene la degeneración macular (DMAE): esta afección ocular implica el deterioro de la mácula, la región central de la retina que es clave para una visión adecuada. La luteína contribuye a aumentar la densidad del pigmento en esta área, lo que ayuda a prevenir su deterioro.
• Previene la pérdida de visión: con el envejecimiento, es normal experimentar una disminución de la capacidad visual, pero la luteína juega un papel importante porque mantiene la salud ocular y asegura que los ojos estén en óptimas condiciones durante un periodo más largo.

La dosis generalmente recomendada por los expertos en suplementos de luteína varía entre 10 mg y 20 mg al día, y debe tomarse junto a una comida que contenga grasas, como aceite de oliva o nueces, por ejemplo.

Sin embargo, la dosis específica del suplemento de luteína puede variar según el estado de salud de cada persona y el objetivo terapéutico a tratar. Por lo tanto, su uso debe ser siempre supervisado por un médico.

Otras fuente rica en luteína son las verduras y hortalizas como las alverjas, los espárragos, las coles de Bruselas, las espinacas, la lechuga y el brócoli. Todo ellos son ricos en luteína, aunque el alimento por excelencia que contiene este pigmento es la zanahoria. Además de su alto contenido de luteína, la zanahoria es muy beneficiosa para la piel y rica en vitamina A. Su elevada cantidad de luteína favorece la formación de este pigmento en la retina.

Las cataratas y el glaucoma son dos condiciones oculares que afectan la visión. Las cataratas consisten en la opacidad del cristalino, la lente natural del ojo, lo que dificulta el paso de la luz y genera visión borrosa. Su causa principal es el envejecimiento, aunque también pueden deberse a lesiones, enfermedades o factores genéticos.

Por otro lado, el glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico, generalmente debido a un aumento de la presión intraocular. Si no se trata, puede provocar pérdida de la visión o ceguera.