Acabar con la inseguridad alimentaria es un gran desafío para los países de América Latina y el Caribe. Es necesario que los Estados, la sociedad civil, las iglesias, las empresas, la academia, los médicos y los especialistas en nutrición unan esfuerzos para generar propuestas enfocadas en solucionar esta problemática que afecta a la población, principalmente a las niñas, los niños y los adolescentes.
Pero, ¿qué es la inseguridad alimentaria? Es la falta de acceso a alimentos nutritivos para vivir de manera saludable. Si nos enfocamos en nuestro país, la realidad es alarmante. Según el informe “El estado de la inseguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” (FAO, 2022), Perú ocupa el quinto lugar en América Latina y el Caribe en prevalencia de desnutrición crónica en menores de 5 años. Además, el 51.7% de la población peruana enfrenta inseguridad alimentaria moderada o severa, lo que afecta principalmente a los niños y las niñas con malnutrición y desnutrición.
Una campaña para garantizar el derecho a la alimentación
En este contexto, World Vision lanzó la campaña “Suficiente”, cuyo objetivo es unir esfuerzos para garantizar el derecho humano a la alimentación, especialmente en beneficio de los niños, las niñas y los adolescentes. Perú es un país con recursos abundantes, siendo uno de los principales productores de alimentos como papa, maíz y quinua. Sin embargo, también es uno de los países más afectados por la inseguridad alimentaria en América del Sur. Este problema no se debe a la escasez de alimentos, sino a las barreras que dificultan su acceso.
La academia y los profesionales de la salud y la nutrición tienen un rol clave en esta tarea. Desde las investigaciones hasta el diseño de programas de intervención, su aporte es fundamental para implementar soluciones sostenibles. Asimismo, hacemos un llamado a la empresa privada para que, como actor estratégico, contribuya con recursos, tecnologías y programas de responsabilidad social que fortalezcan esta causa.
Niños y adolescentes como agentes de cambio
En esta campaña, los niños, las niñas y los adolescentes no solo son beneficiarios: son también agentes de cambio. A través del estudio “Voces de la Infancia”, en el que participaron más de 11.000 niños y adolescentes de 13 países, se incluyeron sus propuestas para mejorar el acceso a la alimentación escolar, la asistencia económica y los servicios de salud. Han demostrado su capacidad de liderazgo y visión para generar cambios positivos.
Por ello, instamos al gobierno, a las empresas, a la academia y a los especialistas a unir esfuerzos. La inseguridad alimentaria es un problema urgente que necesita soluciones integrales y compromiso colectivo. Trabajemos juntos para asegurar que cada niño en Perú tenga acceso a una alimentación suficiente, nutritiva y de calidad.
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