La crisis hídrica en Piura, que ya amenaza la economía de pequeños agricultores de la región, ahora también amenaza la salud del resto de ciudadanos, sobre todo de aquellos que son pacientes en el centro de salud Nueva Esperanza, en el distrito de 26 de octubre; pues este establecimiento cuenta con un acceso limitado al agua y la atención a los ciudadanos se ha visto afectada directamente.
Según las versiones de los propios médicos y pacientes del centro de salud, la falta de agua hace imposible brindar atención adecuada a los casos que puedan presentarse en el establecimiento. Si bien en las primeras horas de la mañana pueden lavar y limpiar ciertos instrumentos, con el tiempo el acceso al agua limita aún más su capacidad de atender a enfermos y heridos porque se hace imposible asegurar la limpieza del ambiente.
“Nosotros podemos venir temprano, podemos limpiar consultorios y pasadizos, pero si viene una persona vomitando o sangrando, no va a haber alguien que pueda limpiar. Una enfermera que está colocando una vacuna no se va a poder lavar las manos. Al inicio podemos limpiar, pero luego ya no podemos mantener la bioseguridad para dar una atención mínimamente segura”, indicó a Exitosa una de las integrantes del cuerpo médico del centro de salud
Aunque una de las supuestas soluciones que se han intentado incluye el uso del agua llevada por un camión cisterna, la cantidad es insuficiente y no puede utilizarse para la limpieza de instrumentos, pues llega con coloración verdosa y turbia, por lo que debe ser almacenada en baldes antes de usarse para asear las áreas donde se encuentran los pacientes.
No pueden usar los baños
El acceso al agua en el centro de salud Nueva Esperanza es tan limitado que ni los pacientes y tampoco el personal que atiende en el centro médico puede utilizar los servicios higiénicos del establecimiento. “Los baños del público no se están usando. Hay personas que vienen con dolor de estómago. A veces no hay baño ni para nosotros mismos. Hemos estado usando los de vecinos. Hemos tenido que ir a las casas y que nos presten para hacer nuestras necesidades”, afirmó una de las enfermeras.
Esta situación no es nueva para los médicos que atienden a los vecinos del centro Nueva Esperanza. Tienen varias semanas sufriendo las consecuencias de la crisis hídrica que azota a la región en general y que ha motivado que incluso los ciudadanos de la zona apoyen a los especialistas en protestas para exigir a las autoridades algún tipo de solución para mejorar la atención y asegurar la higiene del lugar.
“La situación es caótica”
Por su parte, Wilder Farfán, secretario general de la Federación Nacional Unificada de Trabajadores del Sector Salud (Fenutssa) de la región Piura, indicó que los trabajadores de este centro de salud han tomado la decisión de suspender la atención a sus pacientes debido a la falta de agua.
“La situación caótica de la región se ve reflejada en este centro de salud. Los trabajadores han tomado la decisión de suspender la atención por falta del servicio básico de agua que no se tiene para brindar una atención de calidad (...) Lamentamos que hayan pasado tres semanas y las autoridades no hayan dado atención al caso. El órgano supervisor ha constatado que no hay servicio (...). La situación es similar a nivel regional”, afirmó en conversación con Exitosa.
“El problema que tenemos es de bioseguridad. Hemos suspendido las atenciones por bioseguridad. Por dos motivos: la falta de agua y la falta de limpieza. Nosotros estamos pidiendo bioseguridad, no podemos brindar una atención sin tener un servicio de limpieza que pueda trabajar durante el día y que, a medida que llegan los pacientes, vayan limpiando”, afirmó Raquel Muro, integrante del cuerpo médico del centro de salud piurano al medio local Noticias Piura 3.0.