En un mensaje a la Nación emitido el 12 de diciembre a las 22:00 horas, la presidenta de la República, Dina Boluarte, abordó el tema en torno a la intervención quirúrgica realizada meses atrás. Según sus palabras, se trató de un procedimiento de carácter médico necesario por motivos de funcionalidad respiratoria, no estético, y afirmó que no le impidió cumplir sus responsabilidades como jefa de Estado.
“Fui sometida a una intervención quirúrgica. No fue una intervención estética. Fue una intervención necesaria e imprescindible para mi salud”, indicó. Agregó que esta no generó ningún impedimento para sus funciones presidenciales y que las versiones sobre supuestas cirugías estéticas constituyen intentos de desacreditarla.
La mandataria también señaló que el tema fue introducido en la agenda de la Comisión de Fiscalización y Contraloría de manera improvisada, dejando de lado asuntos relevantes que debían tratarse en esa sesión. “Olvidaron los cuatro puntos de agenda, que incluían imputaciones serias contra un funcionario. Ninguno de esos temas importó. Todo se centró en una historia construida hábilmente para desviar responsabilidades”, enfatizó.
Además, agregó que “las graves acusaciones formuladas en su contra fueron minimizadas frente a la historia hábilmente construida para desviar la atención de su responsabilidad. Nada de eso importó. Ninguno de los cuatro temas fue relevante. Todos esos temas desaparecieron, transformando la sesión en un acto simbólico y orquestado, cuyo propósito fue incorporar a la agenda una supuesta intervención estética.”
En su intervención, Boluarte anunció que está dispuesta a renunciar a su confidencialidad médica y presentar su historial clínico para esclarecer los hechos. También expresó su descontento con lo que calificó como intentos de desestabilizar la gobernabilidad a través de acusaciones que, a su juicio, carecen de fundamento.
“Renunciaré voluntariamente a mi derecho a la confidencialidad médica y entregaré mi historial clínico, demostrando con medios probatorios suficientes lo que estoy manifestando a través de una declaración formal y oficial”, señaló.
Los 12 días de ausencia
El debate sobre la cirugía de Boluarte cobró fuerza tras un reportaje publicado por Hildebrandt en sus trece, donde se afirmaba que la presidenta se ausentó de sus actividades oficiales durante 12 días, a mediados de 2023, por un postoperatorio de procedimientos estéticos. Según el semanario, el retiro temporal de la mandataria ocurrió después de celebrar su cumpleaños número 61 y recibir un reloj de oro rosa como obsequio del gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima.
El informe señala que su asistente personal, Patricia Muriano, gestionó una cita con el cirujano plástico Mario Cabani, quien habría realizado una rinoplastia y otros retoques faciales. Fuentes citadas por la revista indicaron que la mandataria buscaba corregir imperfecciones en su rostro, como ojeras, bolsas bajo los ojos y líneas de expresión.
El mensaje de Boluarte generó más preguntas que respuestas. Aunque desmintió categóricamente las versiones sobre cirugías estéticas, la publicación del semanario incluyó testimonios que describen una recuperación prolongada y cambios visibles en el rostro de la mandataria al regresar a sus actividades públicas.
Una polémica sin cierre
Por su parte, Dina Boluarte se refirió a estos cuestionamientos como intentos de desestabilizar su gestión y desviar la atención de temas prioritarios. “Lamento que estos sean los temas que marcan la agenda de un país cuando hay asuntos más importantes como el crecimiento económico”, afirmó durante su intervención.
La presidenta concluyó reiterando su disposición a colaborar con las investigaciones y reafirmando su compromiso con la institucionalidad del país. A pesar de ello, la discusión sobre el alcance y las implicancias de esta cirugía sigue abierta. “Es preocupante que estas acciones se hayan convertido en una práctica constante de quienes desean un país sumido en el caos”, finalizó la mandataria sobre el tema.