Con una carrera que abarcó múltiples facetas artísticas, Felipe Sassone Suárez fue un hombre cuyo talento y versatilidad lo llevaron a ganarse un lugar destacado en el ámbito cultural de Europa.
Actor, cantante de ópera, periodista, escritor y dramaturgo, este peruano nacido en Lima en 1884 se convirtió en una figura central del teatro y la literatura en España. Su capacidad para fusionar géneros y su pasión por el arte lo posicionaron como uno de los grandes exponentes de su época, a pesar de ser visto como un extranjero en su propio país.
Un dramaturgo multifacético
Sassone fue un escritor prolífico que cultivó tanto la dramaturgia como la poesía, pero fue en el ámbito teatral donde alcanzó mayor renombre. Su obra se distinguió por un estilo único que, aunque inspirado en las tradiciones españolas, se apartó de los convencionalismos de la época.
Entre sus trabajos más destacados se encuentran comedias metateatrales como Noche de amor (1927) y ¡Sí señor, se casa la niña! (1928), que satirizaban las convenciones sociales de la comedia burguesa.
En sus textos, Sassone se mostró como un crítico mordaz del teatro realista, proponiendo un enfoque más libre y, a veces, irreverente hacia la representación de la realidad.
Su vínculo con la prensa
Además de su faceta como dramaturgo, Sassone tuvo una vida activa como periodista, colaborando en diversos periódicos y revistas, y escribiendo sobre una amplia gama de temas, desde literatura hasta cine y toros.
En este último ámbito, fue conocido bajo el seudónimo de El Nene, con el que firmaba crónicas taurinas en los periódicos de Lima. Su interés por la ópera también fue una constante a lo largo de su vida.
Durante sus años de juventud, se trasladó a Italia, donde se dedicó al canto como barítono, y frecuentó las tertulias literarias de París y Madrid, ciudades que marcarían el rumbo de su vida.
Legado teatral
Su obra no solo se limitó al teatro y la prensa. Sassone también incursionó en la biografía, dedicando escritos a figuras como el torero Antonio Mejías y la actriz María Guerrero.
En 1933, participó como actor en la película Melodía de arrabal junto a la famosa cantante y actriz Imperio Argentina, un trabajo cinematográfico que reflejó su habilidad para adaptarse a diversos medios de expresión artística.
A lo largo de su vida, Sassone mantuvo una relación estrecha con el mundo de las artes en España, donde vivió la mayor parte de su vida. Durante la Guerra Civil Española, se refugió en la legación peruana en Madrid, y al finalizar el conflicto, regresó a España, donde continuó su trabajo como escritor y director de teatro.
Fue en este país donde consolidó su reputación como uno de los dramaturgos más relevantes de su tiempo, y donde su obra se consolidó como una de las más representativas de la tradición teatral de la época.
Su visión del teatro
Si bien su carrera fue amplia y abarcó diversos géneros, Sassone también dejó una huella en la crítica literaria. Su ensayo El teatro, espectáculo literario (1934) es una de las obras más representativas de su pensamiento, donde defendió el teatro como una forma literaria, argumentando que las obras dramáticas debían contar historias con un conflicto claro y seguir una estructura narrativa definida..
Esta postura lo llevó a criticar fuertemente las tendencias vanguardistas de su tiempo, que veían en el teatro una forma de arte experimental alejada de las convenciones tradicionales.
A pesar de sus críticas a la vanguardia, Sassone también se destacó por su capacidad para innovar dentro de los límites de la tradición. Sus obras teatrales, aunque conservadoras en su forma, poseían una energía y una frescura que las hacían atractivas para el público de su tiempo. En su teatro, los personajes y las situaciones estaban cuidadosamente construidos, y cada obra poseía un tono que mezclaba la nostalgia y la crítica social.
A lo largo de su vida, Sassone se enfrentó a las tensiones propias de ser un extranjero en España, pero logró ganarse el respeto de la crítica y el público, gracias a su inquebrantable dedicación al arte.
Aunque su figura está hoy algo relegada, su legado como uno de los grandes dramaturgos de la España de principios del siglo XX sigue vigente. La calidad de su escritura y su capacidad para capturar la esencia del teatro y de la vida misma hacen de Felipe Sassone (fallecido en Madrid el 11 de diciembre de 1959) un personaje imprescindible en la historia de la literatura y el teatro en español.