La avenida Abancay, una de las arterias más congestionadas y caóticas del Centro de Lima, ha sido por años sinónimo de tráfico interminable, ruido y desorden. Este tramo vital de la ciudad, que conecta el Puente Ricardo Palma con la avenida Nicolás de Piérola, concentra un intenso flujo de vehículos y peatones debido a su cercanía con zonas comerciales clave como Mesa Redonda, el Mercado Central y lugares históricos, sea la Plaza Mayor, el Congreso de la República, el Palacio de Gobierno, entre otros.
Por ese motivo, las autoridades competentes decidieron tomar cartas en el asunto para aliviar esta situación, que afecta diariamente a miles de limeños. A través dela Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) se anunció la reubicación de varios paraderos en ambos sentidos de la av. Abancay.
Esta medida, que empezará a regir el próximo viernes 13 de diciembre, forma parte de un plan mayor para ordenar el transporte público y optimizar la circulación en esta vía tan transitada.
¿Cuáles son los cambios?
Para los usuarios de transporte convencional, los paraderos con dirección a la avenida Nicolás de Piérola (Centro de Lima) que actualmente se encuentran a la altura de los jirones Huallaga y Puno, serán trasladados antes del cruce con los jirones Junín y Apurímac. Mientras tanto, el paradero que funciona en sentido contrario, hacia San Juan de Lurigancho (SJL), será reubicado a la altura del jirón Junín.
Por su parte, los usuarios del corredor Morado también verán modificaciones. El paradero ubicado en jirón Ucayali será trasladado al jirón Santa Rosa, frente al Ministerio Público, para los buses con dirección a SJL. Asimismo, los servicios 404, 405 y 406 que actualmente se detienen en el jirón Junín, serán reubicados al jirón Huallaga. En el sentido hacia el Centro de Lima, los paraderos del corredor Morado se mantendrán sin cambios.
Beneficios de la medida
La reubicación no solo implica un cambio de paraderos, sino que también busca brindar mayor fluidez vehicular y mejorar los tiempos de viaje para los usuarios. Con esta redistribución, los pasajeros de transporte convencional contarán con siete paraderos autorizados (tres con dirección a la avenida Grau y cuatro hacia San Juan de Lurigancho), mientras que el corredor Morado dispondrá de nueve paraderos habilitados (cinco hacia Grau y cuatro hacia San Juan de Lurigancho).
Además, la ATU ampliará los carriles segregados exclusivos del corredor Morado en dos cuadras adicionales hacia el Centro de Lima y una cuadra en el sentido hacia San Juan de Lurigancho. Esta medida permitirá mejorar la velocidad de los buses y ofrecer un servicio más eficiente.
Una medida necesaria en un entorno crítico
La avenida Abancay, con su actividad comercial desbordante y la presencia constante de peatones, vendedores ambulantes, taxis, colectivos y transporte autorizado, se ha convertido en un desafío para las autoridades del transporte.
La medida ha sido recibida con opiniones divididas entre comerciantes y usuarios habituales. Algunos temen que las reubicaciones puedan generar confusión inicial, mientras que otros consideran que los cambios finalmente aliviarán la situación en una de las avenidas más emblemáticas, pero también más congestionadas de la ciudad.